La Maldición del Heredero (+18) (Completa)

· Capítulo X | Primera Nevada ·

The doctors say you're no good

but people say what they wanna say,

and you should know if I could I'd breathe you in every single day

Hands to myself (Selena Gomez)  

—Harry, bebé.

Harry apretó más fuerte los ojos intentando ignorar el naranja furioso del velador encendido. Sobre todo, procurando no dejarse cautivar por la voz de Louis, tan bonita como siempre. Era mitad de la noche, Harry los sabía en los huesos y en los dedos congelados.

—Cariño, despierta —susurró Louis sacudiéndolo suavemente—, está nevando.

Harry despegó un ojo a duras penas, pero tuvo que cerrarlo otra vez cuando la luz le dio en la cara. Gruñó en protesta y Louis rió divertido.

—¿Qué hora es? —dijo con la voz húmeda y rasposa.

—La... —Louis tardó un momento en buscar su celular—. La una treinta.

—¡¿De la mañana?! —reclamó molesto y se giró dándole la espalda.

Okay, la voz de Louis era preciosa, pero Harry tenía amor propio. Mañana se tenía que levantar temprano para su Mesa Alfa: no podía estar viendo la nieve caer por la ventana como un niño.

—Nevará otras veces —protestó cubriéndose hasta la coronilla.

El cobertor lo protegió de la luz, pero no de la risa de Louis. Tintineaba de un modo adorable.

—No por primera vez en el año —protestó, todavía sacudiendo sus hombros—. Vamos, es la tradición.

—¿Qué tradición? 

Harry se sonrió por tan maquiavélico plan: Louis hablaría por horas, como siempre que Harry hacía una pregunta y cuando se diera cuenta él estaría en la novena nube, soñando con lobos otra vez. Y con huellas en la nieve.

—¡La tradición! —dijo—, ¿qué Niall no te dijo nada de la Universidad? ¡Es la primera nevada del año! Como en la Fiesta del Año, tú sabes... Junto al lago.

—No sé de qué me estás hablando —balbuceó—, pero es la mitad de la madrugada, no voy a ir a una fiesta.

—Oh, sí. Sí irás —dijo Louis y de un brusco manotazo le quitó el cobertor.

Harry gruñó más fuerte esta vez —un instinto reflejo del que no estaba orgulloso—. Es que, ¡joder! Estaba semi-desnudo y la noche helada. Louis lo miró, arqueándole las cejas.

—¿Listo, ahora?

Harry suspiró, tomando el cobertor de manos de Louis y envolviéndose con él. Esta vez, sin embargo, se quedó sentado en el colchón.

—Dime más de esta tradición —dijo, derrotado.

Resultó ser que, desde quién sabe cuando, la primer nevada del año era recibida por todo licántropo que se digne —Louis dixit— en el lago. Había allí una gran fiesta improvisada que no se comparaba a ninguna de las fiestas a las que Louis fue en su vida, aunque "él no tenía mucha experiencia en eso". Harry no le creía realmente con lo último.

—Así que, vamos, hay que despertar a los demás —dijo Louis, mientras le revoleaba por la cabeza una muda de ropa limpia.

Harry todavía estaba bostezando cuando bajaron por las escaleras. Sin embargo, al notar la escena, sus instintos Alfa lo despabilaron.