No estoy seguro ni de qué día es, pero sé que la primavera está cerca. Lo sé porque siempre sueño las mismas cosas en esta época, recuerdos y deseos que se entrecruzan en los más extraños escenarios. A veces la noche en que hice a Soph mía, y lo bonita que se veía temblando de anticipación cuando lograba contener mi instinto y la acariciaba. A veces esos años antes de que eso ocurriera, cuando Zayn volvía a mí cada temporada, con ojos implorantes y ese tentador perfume.
Lo sé porque oigo los pájaros cantando en la ventana. Porque hemos sacado la colcha a la cama y ahora, mientras dificultosamente abro los ojos, sólo veo el blanco de las sábanas y todavía tengo calor. Soph duerme a mi lado, me abraza por la cintura. Sé que la primavera está cerca porque huele a flores, aunque no sé qué día es, y quizás se trataría de Soph pero huele a la verde humedad del césped después del rocío.
Los betas no huelen, dicen los libros de texto. Lo sé, nadie en mi manada lo hace además de ellos.
Soph huele a su perfume y a nuestras sábanas, y a crema de almendras y a colores pasteles. Huele a fresas, dulces, frías, en invierno. Huele a nuestro primer beso, a lo eléctrico que se sintió, a lo ansioso que me puso no poder conservarlo, más que besándola otra vez. Huele a mí, también. De un modo floral del que todavía no me aburro.
Zayn huele a tardes enteras en que nos trepábamos al techo y nos dábamos la mano mientras buscábamos formas en las nubes. Huele a la limonada que nos servían cada día soleado y a la cara de hastío de Safaa cuando Zayn desarmaba todo para peinarla de vuelta, porque nunca le quedaba bien las trenzas la primera vez. Huele a menta, a desodorante, a loción de afeitar, aun cuando lleva semanas sin hacerlo. Y huele a mí, claro que lo hace.
Esa es la cosa con los betas, ¿no lo es? No huelen a nada salvo a su Alfa, como marca.
Pero Zayn huele a mí de otro modo. Antes de que fuera Alfa. Huele a mi suavemente, casi difuso. Quizás por eso insiste en refregarse sobre mi piel cada vez. Quizá por eso esto que tenemos no le es suficiente.
Estoy cansado y los ojos se me cierran. Ansío volver a mis sueños, a esos besos pegajosos como promesas, a caricias que iluminaban ciudades. Pero en la habitación huele a rocío, y flores, y crema de almendras. Y a menta con limonada también.
Huele a angustia.
Me levanto todavía algo confundido. El pecho me aprieta y ni me cambio cuando voy hacia la puerta. Escucho a Soph reincorporarse en la cama, pero no es ella quien me preocupa ahora.
Cuando abro la puerta, Zayn está del otro lado. Con la mano en el aire, a punto de golpear, y los ojos rojos, hinchados. Quiero rugir, porque alguien le ha herido. Pero entonces recuerdo que ese perfume en el aire es la primavera, que está cerca, y no tiene sentido hacerlo, ¿verdad? Cuando soy yo quien lo ha lastimado.
Espero que se lance sobre mí. Que solloce y se refriegue, que me ruegue por cosas que no puedo darle. Me preparo. Siempre es difícil resistirme, pero siempre lo es más en la primavera. Tengo el instinto de besarlo y ver si puedo rastrear en sus labios el sabor de todos los helados que tomábamos después de clase. Frutilla y chocolate. Días soleados.
Zayn no se mueve. Es decir, lo hace. Está temblando. Se muerde los labios.
Doy un paso adelante, estiro mi mano a él, pero él retrocede. Frunzo el ceño. Ni siquiera me mira a los ojos. Mira mi boca, mi cuello, mis hombros. No llora, pero pareciera que lo hace. Hay algo desesperado y roto en su mirada.
—¿Qué pasó? —pregunto. No sé cómo logro contener el gruñido.
No debo haberlo hecho del todo bien, porque Soph está levantándose de la cama, preocupada. Puedo olerlo. La preocupación en ella, y eso en Zayn... ¿Qué es? Angustia, sí, pero... ¿tristeza también? ¿Resignación? Huele húmedo y frío, como ropa mal secada en invierno.

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La Maldición del Heredero (+18) (Completa)
FanfictionSer un hombre lobo no es tan dramático como los humanos lo hacen ver. Llega la luna llena y no te transformas en un monstruo con instinto asesino. Quizás te salen algunos pelos de más, o se te antoja carne cruda (no humana), y si no aprendes a contr...