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Los días han pasado tan rápido debido a todo el trabajo que hacemos en la comunidad, que apenas y me da tiempo de tomar un respiro. Por fin después de tanto tiempo volví a ver a Elena, a quien yo creía muerta y lo más seguro es que ella a mí también. Ver de nuevo a mi querida nana de toda la vida me hizo sentirme una pequeña que se preocupaba solo por su banda favorita y la escuela, no por el fin de la raza humana.

— ¿Encontraste algo? —Nash pregunta abriéndose espacio entre algunas hierbas altas, tenemos al menos unas dos horas buscando alguna pista para saber qué le pasó al niño desaparecido, que desde hace días no se sabe nada de él.

— Nada —Le respondo haciendo un puchero, Nash se desilusiona por mi respuesta y continúa moviéndose entre las hierbas en busca de algo.— iré a pedir un poco de agua, ¿quieres algo Nash?

Ya estaba dándole la espalda a Nash para poder caminar hacía algunas de las casas y tomar agua pero al no escucharlo responderme me regreso.

— ¿Nash? —Escucho sus quejidos desde el suelo y no dudo en meterme rápidamente entre las hierbas, está justo frente a mí, tirado en el suelo con ambas de sus manos en su tobillo.

Nash no para de quejarse y retorcerse en el piso así que lo primero que se me ocurre es comenzar a gritar por ayuda. Lo tomo por las axilas y empiezo a sacarlo del montón de hierba con cuidado de no lastimarlo.

— Me mordió una víbora —Nash apenas susurra y ha comenzado a sudar en exceso de un momento a otro, ni siquiera cuando él me encontró en la misma situación me veía tan mal.— estoy seguro que era venenosa, ayúdame.

Los primeros en llegar son Harry y Niall quienes rápidamente se alarman y comienzan a preguntar qué fue lo que pasó, Nash comienza a cerrar los ojos y se relaja un poco mientras quita las manos de su tobillo, es entonces que puedo ver la marca da la mordida.

— Tráiganme hojas de llantén y llamen a Shawn —les digo mientras rompo la tela de la playera de Nash, agarro un pedazo largo y lo amarro justo arriba del tobillo con fuerza.

— ¿Hojas de llantén? ¿como vamos a conseguirlas?

— ¿Quieren que Nash muera aquí o prefieren partirse la cabeza buscando para evitar cualquier infección o cualquier cosa peor?

Los chicos no dicen nada más y salen corriendo, Nash continúa sudando y no sé si deba absorber la sangre envenenada ya que nunca antes lo había hecho.

Me preparo física y mentalmente para lo que voy a hacer, tomo con cuidado su pie y llevo mi boca hasta su tobillo. Comienzo a absorber toda la sangre que puedo y escucho los gemidos de Nash mientras se retuerce un poco.

Cuando creo que ha sido suficiente me separo y comienzo a escupir la sangre. Shawn llega y me ayuda a cargar a Nash hasta la habitación en la cual duerme, justo dos casas enseguida de donde nos quedamos Shawn y yo.

— Estábamos buscando pistas o algo que nos diera alguna señal de Dylan, y... agh, pasó esto. Nash ya lo había hecho una vez por mi, él me salvó la vida y yo tenía que devolverle el favor.

Le explico a Shawn mientras él no para de darme botes de agua para que enjuage mi boca, parece no estar muy contento con lo que hice.

— Scarlett no tienes experiencia en estas cosas, no sabes hacer eso, ¿qué tal si tienes alguna herida entre tus dientes o algo? la sangre puede entrar por ahí, y ahora tu estarías en riesgo.

— No me importa arriesgar mi vida por los que quiero, y más si es alguien que ha arriesgado la suya por la mía, si tú estuvieras en el lugar de Nash, hubiera hecho exactamente mismo ¿no lo hubieras hecho tú también si fuera yo?

Shawn se queda en completo silencio y sale de la habitación, eso pensé.

Me siento en la orilla de la cama junto a Nash, y Elena entra con unas toallas y un botiquín de primeros auxilios.

— ¿Qué pasó con Shawn? —Pregunta frunciendo el ceño, deja el botiquín en la cama y empieza a sacar varias cosas de él.

— ¿Nash estará bien? —Le preguntó evitando por completo su pregunta, ella lo nota y no habla más sobre el.

— Si, al parecer absorbiste el veneno a tiempo, creo que la víbora era venenosa por los síntomas que presentaba Nash, pero ya está mejor, solo debemos cuidar que la herida no se infecte.

Asiento ayudándola a aplicar alcohol en la zona afectada haciendo que Nash despierte de su siesta. Aprieta con fuerzas las sabanas entre sus manos y el ardor empieza a pasar. Aplicamos un vendaje y Elena se va dejándonos solos.

— No esperaba que conocieras las hojas de llantén —Me dice soltando una pequeña risa.

— A mi padre una vez lo mordió una víbora, mi abuela lo primero que hizo fue aplicar el zumo de esas hojas y llevárselo a un hospital -Le digo recordando ese momento, fue cuando tenía nueve años, aún lo recuerdo.

— Gracias —Nash sonríe y toma mi mano entre las suyas.— tal vez hubiera muerto de no ser por ti.

— Tu lo hiciste una vez por mi ¿lo recuerdas? no tienes por qué agradecerme, estamos a mano.

— Scarlett ¿puedo hacer algo que he querido hacer desde hace tiempo? —Me pregunta y lo puedo sentir algo incómodo.

— Primero dime que es lo que quieres hacer desde hace tiempo —Le digo y ríe mientras se sienta a un lado mío en la cama, dejando su cómoda posición acostado.

— No lo he hecho por Shawn, lo he llegado a apreciar, pero, no sé si pueda aguantar tanto, solo será uno ¿de acuerdo?

— ¿Qué es? —Pregunto y ahora quién se siente incómoda soy yo.

No dice nada más y de un movimiento brusco y rápido deposita un corto beso en mis labios, se echa rápidamente hacia atrás y me sonríe inocente mientras vuelve a acostarse.

— Un beso.

— Ya veo —Susurro poniéndome de pie de un brinco.— iré a ver si los chicos ya llegaron con las hojas de llantén, no quiero que eso se infecte. Ahora descansa.

Salgo de inmediato de la habitación para encontrarme con Shawn recargado en la pared fuera de esta. No luce feliz.

Infected » Shawn Mendes©Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon