Infected » Shawn Mendes©

[046]

Cuando logramos salir de la casa de Grace, ahora muerta, Shawn y yo nos encontramos corriendo con un grupo de caminantes detrás de nosotros, y cada vez se le están sumando más. Esto parecería normal, por qué es lo normal hoy en día pero aquí lo raro es ¿dónde están los chicos? ¿dónde están todas las personas aquí dentro? llevamos varios minutos dando vueltas tratando de encontrar a alguien, pero no hay nadie.

— Esto es extraño —Casi grito bajando un poco mi ritmo rápido, Shawn me toma de la mano jalándome para que nuevamente continúe corriendo.

Nos subimos a uno de los miradores para ver con más claridad desde arriba, pero es exactamente igual que abajo, nadie está en este lugar, esto comienza a preocuparme.

— ¿Cómo vamos a bajar ahora? —Shawn pregunta observando hacia el final de las escaleras, los caminantes están amontonados empujando las tablas de madera.

— Necesitamos encontrar a los chicos, Shawn ¿dónde demonios se metieron todos?

Disparos comienzan a escucharse desde abajo y los caminantes comienzan a caer al suelo haciendo que el movimiento del mirador pare, Shawn de inmediato me pone detrás de su espalda y sostiene mi mano entrelazada con la suya cuando al menos unos treinta hombres se dejan ver disparándoles a los caminantes, pero no logro reconocer a ninguno.

— ¡Bajen, están a salvo! —Uno de ellos grita haciéndonos señas con sus manos cuando todos los caminantes están muertos.

— Iré yo primero —Shawn me dice quitándome la pistola con tan solo dos balas ahora, asiento mientras el mete un pedazo de metal afilado entre mi ropa interior y mi pantalón.— por si nos desarman, no dejes que te quiten eso, puede servir de algún modo.

— De acuerdo —Le respondo asegurándome que la blusa me cubra bien.

Shawn empieza a bajar las escaleras y lo primero que hacen cuando el llega al piso es empezar a revisar si tiene algún arma, le quitan la pistola y la guardan para ellos. Shawn no se queja y empieza a conversar con ellos.

— ¡Ahora tú, niña! —El más moreno de todos me da una orden y para acabarla me llama "niña".

Sin reprochar empiezo a bajar las escaleras con cuidado. Cuando por fin estoy pisando la tierra uno de ellos se acerca e intenta tocarme.

— No quiero que me pongas una mano encima —Exclamo antes de que tan siquiera pueda tocarme con un dedo, el que parece llevar el mando le da la orden de alejarse de mí y él lo hace.

— ¿Tienes algún arma? —Me pregunta y niego de inmediato. Shawn me lanza una mirada y me sonríe, me da a entender que siga negándome.— voy a confiar en ti.

— No me interesa que un desconocido desconfíe de mi, de todas formas —Le contesto ganándome una mirada de advertencia por parte de Shawn.

— Si, niña, como digas —No me da importancia y alza su quijada hacia la dirección de Shawn.

Dos de los hombres se dirigen a Shawn y lo toman por los brazos. Shawn se tensa al instante e intenta zafarse pero sus intentos son inútiles.

— Ya saben que hacer —El "jefe" de esta bola de idiotas (que desgraciadamente fueron los que nos salvaron la vida) habla y se va, detrás de él se van todos, excepto seis que se quedan con nosotros.

Al ver que no sueltan a Shawn saco el pedazo de metal de mi ropa y corro hacia ellos y entierro este en el brazo de uno. Enseguida los tres detrás de mí me toman por la espalda mientras que el que herí esta lloriqueando.

Se acerca a mí y alza su mano para golpearme pero uno lo detiene. Veo como entierran una jeringa en el cuello de Shawn y una sustancia azul empieza a desaparecer del pequeño contenedor transparente. Shawn cae de rodillas y sus ojos comienzan a cerrarse, el efecto de la sustancia es tan rápido que Shawn ya se encuentra en el suelo.

— ¿¡Qué le inyectaron!? —Pregunto alterada tratando de zafarme, se llevan a Shawn a rastras hasta que lo pierdo de vista.

— Tranquila, le hicimos lo mismo a tus amigos, vinimos aquí a salvarlos, no queremos hacerles daño.

— ¿A Cameron? ¿a Nash? ¿dónde los tienen? no les hagan daño, a ninguno de mis amigos.

— ¿Como tú que me acabas de dañar a mi? niña, ¿cómo pudiste ser capaz? —Me pregunta dolido el hombre al que le enterré el pedazo de metal.— solamente tienes la pinta de ser inocente.

— Tengo que inyectarte.

Comienzo a patalear tratando de salir corriendo pero me toman con fuerza y ladean mi cabeza manteniéndola así. Siento la aguja entrando por la piel de mi cuello y el frío líquido entrando en mi. Siento como me debilito y cuando mis piernas comienzan a fallar el hombre con el brazo sangriento me sube sobre su hombro.

Mis párpados empiezan a ser pesados y no puedo mantenerlos abiertos más tiempo. Luego de unos segundos mi vista se vuelve borrosa hasta que todo es completamente negro.

{...}

— Las cámaras de seguridad captaron a un chico entrando a nuestra recámara, se robó dos collares de tu madre —Mi padre me informó después de tantas veces que pregunte lo mismo.

— ¿Van a acusarlo? —Pregunté viendo como mi padre giraba el IPad en mi dirección para que pudiera ver el video.— ¿qué tal si realmente necesitaba esos collares? y ¿si no lo hace solo por maldad?

— Estuve discutiendo eso con tu mamá, Scar. Ella piensa exactamente igual que tú.

Elena entró a la habitación y dejó dos tazas de café sobre el escritorio, le sonreí y ella salió dejándonos de nuevo solos a mi padre y a mi.

— Entonces ¿vas a acusarlo? —Pregunté esperando que la respuesta fuera no.

— No lo haré, esperemos que no vuelva hacerlo, no me gustaría que alguien tan joven como este chico se encontrará tras las rejas.

Al abrir mis ojos lo primero que veo es la cara de Shawn, quien aún sigue dormido. Soñar con mi padre contándome la primera vez que se dieron cuenta que Shawn entraba a robar a nuestra casa, fue algo que se sintió tan real que desearía se repitiera.

Me doy cuenta que estamos en un auto en movimiento ahora mismo y que ambos estamos esposados a las manillas de las puertas del carro, además nuestros pies tienen un mecate amarrado con fuerza alrededor, y "no quieren hacernos daño".

No confío en estos tipos.