La elección decisiva [George y Angelina]

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Cuando paró de reírse, el pelirrojo soltó un leve suspiro.

—Pues... Como te iba diciendo... No tienen motivos para que crean que estemos juntos—George retomó la conversación anterior—. Nadie sabe acerca de... lo que pasó en Año Nuevo.

—George, ya lo sé—le aseguró ella—. De veras, no estoy... enfadada, ni nada de eso.

—Es bueno saberlo—murmuró el chico.

De nuevo, un silencio de lo más incómodo se produjo entre ambos.

— ¿Puedo preguntarte algo?—preguntó él, rompiendo el hielo.

Ella asintió, convencida.

—Claro. Lo que sea.

—Tengo... curiosidad desde hace tiempo...—empezó a decir George—. ¿Por qué cuando te besé... te apareciste en casa de Alicia?

Angelina bajó la cabeza. Se sintió algo avergonzada.

—Cuando me besaste... Me asusté—confesó—. Y cada vez que necesito un lugar donde sentirme segura... Pienso en esa casa. Porque allí fue... donde pasé los días de la guerra.

George se sorprendió. Angelina nunca le había contado nada de aquella oscura época. Ella prefería olvidarlo todo, y él lo aceptaba y la comprendía. Sin embargo, Angelina parecía decidida a explicarle por lo que tuvo que pasar.

—Sus padres no tuvieron inconveniente en que yo me quedara con ellos—le explicó la chica—. Ambos son magos, y...

—Creí que Alicia era mestiza.

—Es mestiza porque su padre lo es, George—le aclaró, algo molesta por su ignorancia—. Y los tres se arriesgaron muchísimo al acoger a una sangre...— George la miró frunciendo el ceño, mientras pensaba <<No lo digas>>. Angelina captó el mensaje—... a una hija de muggles como yo—se corrigió.

George asintió una sola vez con la cabeza. La entendía; dar cobijo a cualquier persona relacionada con muggles era algo muy peligroso cuando Voldemort tenía el control absoluto.

— ¿No usaron el encantamiento Fidelio?—inquirió él.

—Sí que lo usaron—replicó Angelina—. Y Charlie era el Guardián del Secreto.

— ¿Charlie?—repitió, confundido—. ¿Mi hermano Charlie?

—El mismo. Se ofreció a echarnos una mano. Según él, era candidato perfecto. Iba a estar en Rumanía, así que nadie podría sospechar que nos estaba escondiendo a mí y a la familia de Alicia...

—V-vaya. ..—George se quedó asombrado al escuchar lo que su hermano mayor había hecho por su mejor amiga—. Nunca... Nunca me lo mencionó...

Angelina se encogió de hombros; con la mirada perdida.

— ¿Le preguntaste sobre ello?

Touché.

—El caso es—continuó diciendo ella—, que me pasé casi medio año allí. Sabía que estaríamos los cuatro a salvo; y sabía que mis padres también lo estarían, pues les advertí que abandonaran el país el mismo año en el que nos fuimos de Hogwarts. Ya sabes lo poco que me fiaba de la cara-sapo... Pero, aun así... Nunca podía dejar de pensar que el resto de mis amigos estaba ahí fuera. Al menos, gracias a la Pottervigilancia sabía que no os había pasado nada...

— ¿Escuchabas el programa?

—Claro. Cuando nos enterábamos de la contraseña, sí—explicó, y empezó a sollozar—. T-temía tanto por ti y por Fred... Y cuando ese 2 de mayo nuestra moneda del ED mostró ese mensaje, lo único en lo que podía pensar era que por fin volvería a veros; me daba igual que estuviera camino de una guerra. En el momento en que vi que Lee, Katie, Oliver y vosotros dos estabais bien; dejó de importarme todo lo demás que me rodeaba. "Volvemos a estar unidos", pensé. "No podrá pasarnos nada"—sintió un nudo en el estómago—. Estaba... Tan equivocada...

Harry Potter: Historias de la nueva generaciónWhere stories live. Discover now