Capitulo 46

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Capítulo 46.

Alguien se aclaró la garganta a una corta distancia de ambos y me alejé de Harry a duras penas, deseando que fuéramos solo él y yo en todo el mundo. Que pudiéramos tener un momento de tranquilidad, paz e intimidad. 

—Odio interrumpir, pero si los señores amargado uno y amargado de dos metros los ven, van a matarlos —suspiré y asentí dándole la razón a Christina. Ella estaba en lo cierto, tuvimos suerte de estar en el centro de todas las parejas que bailaban, así nadie se percató de nuestra pequeña pero muy significativa escena de amor. Bajé a la tierra de un sacudón y me ubiqué en tiempo y espacio. Ella me sonrió a medias y se acercó a Louis para bailar juntos la siguiente canción. Me aclaré la garganta y bajé la mirada observando con detenimiento mis zapatos de tacón.

—Creo que.. quizás deberías.. bailar con Taylor.

—¿Hablas enserio? ¿Te digo que te amo y me dices que debería bailar con Taylor? —su voz me hizo estremecer y sentí que de ahora en adelante todo iría de mal en peor. 

—Harry.. —intenté detenerlo, no quería discutir. No esa noche, pero él parecía no tener problema con hacerlo.

—No _______, Harry nada. ¿No me amas? —levanté la mirada frunciendo el ceño y me encontré con sus ojos. 

—¿De verdad me estás haciendo esa pregunta? —se encogió de hombros y soltó una risa amarga.

—Ya no sé que demonios pensar de ti —suspiré y me llevé ambas manos hacia el cabello intentando recogerlo en un moño sin broche con el cual sostenerlo.

—Harry, no quiero discutir.. por favor —rogué. Supliqué. Imploraba para que se detuviera. Habíamos tenido un momento hermoso juntos, ¿por qué debía arruinarse? ¿Es que acaso todo en mi vida debía salir mal?

—¡Sigues sin decirme qué demonios sientes! 

—¡CLARO QUE TE AMO, IMBÉCIL! ¡TE AMARÉ HASTA QUE MUERA Y QUIZÁS LUEGO CONTINUARÉ HACIÉNDOLO! —grité soltando mi cabello y dejando que cayera a ambos lados de mi rostro desordenado. Entonces, solo entonces noté que todo el mundo estaba en silencio, observándonos. La música continuaba de fondo, una melodía de violines y piano, música que parecía demasiado lejana. Suspiré harta de toda la escena que estabamos armando y de que todo el mundo estuviese mirándome como si fuese una desquiciada. Di media vuelta y caminé hacia la mesa, tomé mi bolso y le dirigí una mirada a los managers que se dedicaban a escribir en sus móviles táctiles, y Paul—. Me voy —avisé obteniendo solo la atención del guardia de seguridad más atento del mundo. Paul era un sol. Siempre estaba cuando lo necesitábamos y nunca le agradecería lo suficiente por pasarnos a buscar al día siguiente en que Harry y yo nos escapamos de la cena de beneficio. ¿Por qué demonios todos mis pensamientos desembocaban en Harry Styles?

—Déjame llevarte —cerré mis ojos lentamente y sentí que una jaqueca fuerte se acercaba. Si no me iba a dormir en ese instante, mi cabeza iba a explotar.

—Nos vemos, Paul —lo saludé con una media sonrisa y esquivé a Harry caminando hacia la entrada.

—Por ahí no es el lugar, ________ —avisó el iluso creyendo que yo compartiría un auto con él. Podía decirme que me amaba, pero todo lo sucedido días antes no podría borrarlo de mi memoria. Se había comportado como un imbécil, y lo trataría como se merecía.

—No iré contigo —contesté cortante. 

—¿Y en dónde piensas volver?

—Tomaré un maldito taxi, no lo sé —no estaba molesta con Harry. Demonios, él no tenía la culpa de que Mr. X estuviera a punto de arruinarlo todo. 

Who is Mr. X?Where stories live. Discover now