Capitulo 43

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—¿________? ¿Qué demonios..? —podía fingir todo el día que estaba confundida pero ella sabía exactamente todo lo que estaba sucediendo. Cassey era Mr. X.
—Lo tenías todo planeado, ¿cierto? —me sentía herida y traicionada. Había confiado en ella tantas veces desde que la había conocido, y ella solo me engañó y me usó para un fin que ni siquiera sabía—. Desde que nos conocimos en el partido de baloncesto, sabías que Harry y yo íbamos a ir. 
—¿De qué diablos estás hablando, mujer? 
—Tú eres X —luego de mi afirmación sólo oía su respiración.
—No, no lo soy __________ —golpee la pared con mi puño izquierdo y me arrepentí al segundo siguiente.
—¡Deja de mentir, perra! ¡Eres tú! ¡Me has usado todo este tiempo! 
—¡________, cálmate y déjame explicarte! 
—¿Qué es lo que quieres? ¿Qué mierda estás planeando? ¡Dime y acabemos con esto de una vez, Cassey! —estaba a punto de volverme loca. ¡¿Cómo pude haber sido tan ciega y estúpida?! Mis ojos comenzaron a picar y mordí mi labio inferior conteniendo las lágrimas. Quería terminar con todo esto de una maldita vez. Necesitaba estar en paz, anhelaba un poco de tranquilidad. El hecho de pensar que en una semana pasaría algo grande, me ponía la piel de gallina. Tenía una horrible sensación en el pecho y el nudo en mi garganta me anticipaba que las cosas iban a ponerse peor. 
—_________, ¿qué fue ese ruido? —voltée rápidamente dándole la espalda y me sequé los ojos con la manga de mi sweater. 
—Nada Harry, vete. Estoy hablando por teléfono —Styles vete, no es momento para ti y tu ternura, o tus celos. 
—_________, ¿qué pasa? ¿Con quién hablas? —me aclaré la garganta y cerré los ojos con fuerza negándome a voltear.
—Te veré en el Starbucks del centro en diez minutos —y colgué. Tenía que terminar con esto de una vez. 
—_________, deja de ignorarme. ¿Con quién vas a verte? 
—No es de tu incumbencia, Harry. Solo vete de una vez —tomé uno de mis bolsos, metí un abrigo, mi móvil y la lista que Cassey, o Mr. X, me había pedido que hiciera. Caminé hasta la puerta con la mirada en el suelo y choqué con otro cuerpo. No quería mirarlo, sabría que estuve llorando y comenzaría con sus preguntas.
—___________, no saldrás de esta habitación hasta que me digas qué demonios te pasa —lo miré y entrecerré los ojos.
—Justin y yo peleamos —mentí. Me iría al infierno por esto. 
—¿Estás llorando? —corrí la mirada e intenté salir pero me lo impidió poniendo ambas manos en mis hombros—. Voy a matarlo, ¿qué fue lo que te hizo?
—¡Harry, esto no tiene que ver contigo! 
—¡Sí! ¡Estás llorando, alguien te lastimó y eso me involucra! ¡No quiero que llores por nadie, ninguna persona en la faz de la tierra se merece una maldita lágrima tuya! 
—Es mi problema, soy bastante grande como para poder ocuparme de mis asuntos sola —intenté hacer desaparecer ese nudo que me impedía hablar con normalidad pero no se iba, con cada segundo que pasaba parecía aumentar. Era demasiado para mi, no podía lidiar con todo esto de Cassey y ahora con Harry. 
—____________, linda, deja de llorar, yo-
—¡Ya basta, Harry! ¡Quiero que me dejes en paz! ¡No necesito tu ayuda, no somos pareja, ya ni siquiera somos amigos! ¡Pasamos los días peleando, no somos nada! ¡Déjame en paz de una vez! —pasé a su lado empujándolo un poco y noté lo débil que estaba. Lo había lastimado, estaba segura de que me odiaría mañana pero ya podría pedirle disculpas. Necesitaba enfocarme en esa perra y en que escupiera todo lo que quería para poder decirle que me dejara en paz. Para cuando llegué al centro las lágrimas habían parado, pero un familiar vacío me estaba quemando el pecho y no sabía si podría irse en algún momento. No era por Cassey, claro que no. Ese dolor tenía nombre, apellido, y rulos. Muchos rulos. Entré al Starbucks y la vi sentada en la mesa donde solíamos conversar sobre la vida, como si fueramos amigas. Reí con amargura. Amigas, ¿acaso existían? 
—____________, tenemos que hablar —fue lo primero que salió de sus labios. Subió los ray ban negros hasta su cabeza tirando su cabello hacia atrás y enfocó sus ojos en los míos.
—Claro que tenemos que hablar. Dime qué es lo que quieres que haga así terminamos con esto, quiero que me dejes en paz a mi y a mis amigos, y haré lo que sea necesario para conseguirlo.
—___________, yo no soy quién crees. Me tendieron una trampa, ese móvil ni siquiera era mío —volví a reír pero la diversión no me llegó a los ojos. Saqué de mi bolso la lista y se la pasé.
—Está ahí todo lo que me has dicho desde que comenzaste con este estúpido juego, ahora dime qué debo hacer. 
—¡¿Es que no lo entiendes?! —gritó haciendo una bola la lista y lanzándomela en la cara—. ¡Yo no soy X! 
—¡Entonces explicame por qué demonios contestaste el teléfono con el cual me había llamado cinco minutos antes! 
—¡Fue una trampa! ¡Demonios, estás sorda! —la miré durante unos segundos y.. tenía sentido—. Solo piénsalo, ¿bien? X ha estado un paso delante de ti todo este tiempo, ¿acaso crees que sería tan estúpido como para contestar el móvil con el que acababa de llamarte? Eres demasiado inocente —me recosté en el respaldo de la silla y arrojé el bollo de papel dentro de mi bolso otra vez. Estaba acabada. Entonces, una luz brilló en el horizonte. La miré y entrecerré los ojos.
—Tú sabes quién es —bingo. Suspiró y se bajó los lentes otra vez. 
—Mira _______, no puedo decírtelo. ¿Bien? Estoy atada de manos, ese maldito no me deja decir ni una palabra así que tendrás que averiguarlo tú misma. Soy solo otro estúpido peón en su juego de ajedrez. 
—Cassey, dime quién es X ahora.
—Suerte —se puso de pie y salió del local. Excelente, ahora estaba más perdida que cuando me desperté esta mañana. Cassey conocía a Mr. X, Cassey estuvo con él cuando me llamó por teléfono y lo nombró como alguien en masculino. Mi móvil sonó y maldije en voz baja. No iba a dejarme en paz. Nunca. "Pobre, tonta e ilusa ________. ¿Acaso creías que era tan estúpido como para tener el móvil conmigo y contestarlo? No servirías como criminal, linda. ¿Cassey? ¿De verdad creías que esa rubia sin neuronas podría hacer algo tan magestuoso como lo que yo planeo? Si eres una ilusa hoy, serás una ilusa por siempre xoxo -X".

***

El silencio que había cuando entré a la casa me daba escalofríos. Quizás porque sabía que el frío que sentí no era porque alguien se había olvidado una ventana abierta, o porque habían apagado la calefacción. El frío que me helaba los huesos venía desde adentro, y era el que iba de la mano con aquel vacío asfixiante de mi pecho que sólo pertenecían a una persona. Un solo hombre en todo el planeta tierra. 
—Harry —lo saludé cuando bajó las escaleras con sólo una camiseta y sus boxers. Mis piernas temblaron pero no lo mostré. Me mantuve fuerte y estable, y como era de esperarse, me ignoró. Perdí su figura cuando entró en la cocina y dudé en seguirlo.
—¡_________! —volví mi vista a las escaleras y mi estómago se revolvió. Iba a vomitar. 
—Taylor —contesté sin ganas en un susurro casi inaludible. Lo había hecho apropósito. Un estúpido y egocéntrico hombre despechado. 
—¿Cómo estás? —se acercó sonriente dentro de una de las camisas favoritas de Harry y nada más que eso. Solo su camiseta. Maldita. 
—Estoy algo.. cansada —mentí llevando una mano hacia mi frente y tirando mi cabello hacia atrás. Asintió y ocultó su sonrisa detrás de una falsa mueca de tristeza.
—Harry y tú discutieron, ¿cierto? —apreté mis labios en una línea y me negué a contestarle—. No es de mi incumbencia, lo sé. Es que lo noté tan.. tensionado y cuando le pregunté por ti simplemente ignoró la pregunta —no me importaba. No me interesaba saber con lujo de detalles como Taylor había sentido a Harry tensionado mientras tenían sexo. No quería saberlo, quería tapar mis oídos y comenzar a gritar negándome a oírla, pero ella continuó—. Sabes, no soy estúpida —fruncí el ceño y la miré. Ahora la miré realmente, a ella. No a través de ella—. Sé que está enamorado de ti, sé que no me quiere ni un cuarto de lo que te ama a ti. Lo sé. 
—Entonces, ¿por qué te acuestas con él? —pregunté resentida. La odiaba, la odiaba tanto. Se encogió de hombros y bajó la mirada. Era hermosa, mucho más que yo. Quizás Harry se había dado cuenta que yo no valía la pena y que Taylor sí.
—Acostumbro quedarme con las migajas. Además de que soy una buena amiga. Necesitaba distracción, probablemente si no hubiese venido habría terminado borracho por ahí —¿Qué clase de excusa es esa? Habría preferido que se emborrachara y no que se acostara con ella. Demonios, habría preferido cualquier cosa antes que tener que ver esta escena. 
—Así que, iré a ver como está —dijo en voz baja, casi un susurro, apuntando con su pulgar hacia la cocina. Asentí levemente y caminé hacia las escaleras. La situación había sido más que incómoda, eso había sido extraño y sin sentido. Nada tenía sentido últimamente—. ¿___________? —voltee en el último escalón de la escalera y miré hacia abajo. Jugaba con el borde de la camiseta de Harry y miraba el suelo. Luego de unos segundos me miró y sonrió de lado—. Él solo te quiere a ti, no te dejes engañar —fruncí el ceño y abrí la boca para contestarle pero ya se había ido. 
—Hey __________ —levanté la mirada y me encontré con los brillantes y felices ojos celestes de Niall. 
—Nialler —sonreí a medias intentando simular mi estado de ánimo pero él pareció no notarlo.
—¿Cómo me veo? —dio una vuelta y lo miré elevando ambas cejas.
—¿Sales? —sonrió y su sonrisa me iluminó un poco. Él siempre había tenido la facilidad de hacer sonreír a los demás. 
—Iré a cenar con Amy —por lo poco que sabía, habían seguido viéndose cada día. Niall solo decía que eran amigos, pero todos sabíamos que entre ellos había algo más. Nialler era como un niño, se podía ver en la sonrisa boba que ponía cada vez que Amy pasaba por ahí. Estaban enamorados.
—Te ves genial, saluda a Amy de mi parte, ¿sí? 
—Claro, te veo luego —sonrió y se fue. Entré a mi habitación y me dejé caer en la cama con pesadez. ¿En qué momento las cosas se habían puesto tan difíciles? Dos golpes en la puerta me obligaron a levantar el rostro de la almohada y contestar de mala gana.
—No hay nadie —no tenía ganas de hablar. Solo quería encerrarme aquí y ahogarme en mis lágrimas toda la noche. 
—_____________ —suspiré con cansancio. Lo que faltaba.
—Zayn, no estoy de ánimos —pero él era terco como una mula. Sentí la cama hundirse a mi lado y me negué a mirarlo.
—¿No te parece que es hora de que tengamos una conversación? 
—Justamente ahora no me parece un buen momento —avisé a punto de lanzar todo mi odio contenido hacia él.
—________, no podemos seguir ignorándonos, no lo soporto más. Hablemos sobre lo que pasó. 
—Bien —contesté sentándome de golpe y mirando su expresión sorprendida. Sabía que esto me pasaría—. ¿Sobre qué quieres que hablemos primero? ¿Cómo te acostaste con esa chica del bar luego de besarla cuando estabas conmigo? ¿O cómo me ignoraste durante todo este tiempo sabiendo que tú tuviste la culpa de todo? ¿O quizás podemos hablar de como me dejaste sola cuando más te necesitaba? —bajó la mirada y cerré mis ojos con fuerza arrepentida de haber abierto la boca—. Zayn yo.. lo siento. Estoy en un mal día, no es tu culpa. 
—No, me lo merezco, está bien. Tienes razón en todo lo que dices, soy un imbécil, y por eso quería decirte que lo siento mucho. Es solo que.. me sentía dolido. Estar contigo era todo lo que quería, pero tú no me querías a mí. Y lo sabía, por eso hice eso en el bar.. además de que estaba ebrio. Muy ebrio. Ni siquiera lo recuerdo, Harry me lo dijo al día siguiente cuando no comprendí por qué razón estabas molesta conmigo. Lo siento, _________. Lo siento muchísimo —tomé su rostro entre mis manos y lo obligué a mirarme. Esos preciosos ojos color chocolate fundido que eran capaces de hacerme suspirar antes, ahora solo se veían.. hermosos. Pero desde otra perspectiva.
—Está bien Zayn, te he perdonado hace mucho. Seamos amigos, ¿sí? —asintió y despeiné su cabello.
—Ahora, supongo que una de las probables causas de tu mal día es esa rubia que se pasea por la casa con una camiseta de Harry. ¿Me equivoco? —me tiré de nuevo en la cama y hundí mi rostro en la almohada con un quejido. Zayn se recostó a mi lado y sentía su mirada sobre mí.
—No lo soporto. Él lo hizo apropósito, hace unas horas discutimos y probablemente lo herí con lo que dije pero, ¡es tan molesto a veces! —suspiré y me puse de pie dirigiéndome a mi armario. Rebusqué algo de ropa ya que necesitaba una ducha relajante que me quitara un poco esta tensión que tenía encima. 
—Él está enamorado, así solemos ser todos cuando lo estamos —rodé los ojos aunque él no pudo verme y arrojé la ropa sobre la cama. Tomé dos toallas e hice lo mismo mirándolo ahora con las manos en mis caderas. 
—Voy a ducharme, te invito a que te retires de mi habitación —sonrió y elevó una ceja sin moverse de la cama.
—¿No puedo quedarme a ver la función? 
—Vete Zayn, ahora —ordené divertida. Se puso de pie y cuando pasó por mi lado me dejó un beso en la coronilla.
—Él te ama, y tú a él —y dejó la habitación con el aire sobrecargado y una sensación de bienestar que me recorrió el cuerpo entero. Estaba comenzando a creerme eso de que Harry me amaba. ¿Y si podíamos estar juntos? ¿Y si para él eso era mas valioso que su carrera? Pero nunca me perdonaría haber sido la causante de que su sueño terminara.

Who is Mr. X?Where stories live. Discover now