'Nunca dejaremos de ser amigos, y lo sabes'. Esas fueron las palabras de Harry Styles el día en que se enteró que continuaba participando en la competencia de X Factor. Hazza estaba más que emocionado, se pasaba todo el día hablando sobre eso y pidiéndome que lo oyera cantar para asegurarse de que lo hacía bien. Luego de meses de competencia lo incluyeron en una boy band integrada por cuatro chicos más. Louis Tomlinson, Liam Payne, Niall Horan y.. Zayn Malik. Mi perdición Malik. ¡Diablos! ¿Qué era lo que tenía ese chico que me atrapó desde el primer segundo en que lo vi? Había algo en él, en su sonrisa, su forma de hablar, su hermoso acento británico, sus ojos.. definitivamente estaba hechizada o algo así. Aunque nunca llegamos a nada ya que Zayn estaba perdidamente enamorado de una de las participantes también de X Factor.. Perrie Edwards. Esa maldita rubia. Estuvieron juntos al rededor de dos meses y luego ella rompió con él, rompiendo también su corazón. Desde la competencia han pasado ya dos años, One Direction ahora no es más una desconocida banda participante de X Factor que no ganó, sino que ahora son la boy band más reconocida y famosa de todo el mundo. Hacía un año exactamente que no veía a ninguno de los cinco ni a sus respectivas novias y mis mejores amigas. Danielle Peazer y Eleanor Calder.
—¿Entonces dices que estás llegando? —suspiré cansada y reí.
—Sí, Hazza. Estoy a una cuadra —luego de un largo año separada de mi mejor amigo, Anne, la madre de Harry, convenció a mis padres para que me dejaran ir de vacaciones durante un año a la casa de Harry. Lo que mis padres no sabían era que en esa misma casa vivían los cinco integrantes de esa famosísima banda y mis casi mejores amigos.
—Bien, estoy esperándote en la puerta.
—¿Quieres calmarte? Debo colgar, no puedo llevar las maletas y hablar por teléfono.
—Espera no cuelgues, dime en dónde estás —suspiré cansada mientras tenía el teléfono entre mi hombro y mi oído y con mis manos arrastraba mis maletas.
—Voy a matarte por darme una dirección equivocada, Styles —murmuré entredientes mientras miraba el suelo.
—Lo siento —pero esa voz había sonado fuera del teléfono. Levanté la mirada y ahí estaba, mi hermano de otra sangre. Lo observé durante unos largos segundos y noté lo diferente que estaba. Sus ojos brillaban de la manera que siempre lo habían hecho pero ahora su cabello estaba un poco más largo, su rostro ya no parecía el de un niño que conocí en el jardín de niños, ahora era un hombre. Su mandíbula se notaba mucho más cuadrada y su voz era mucho más grave. Había cambiado bastante en solo un año—. Suélta esas tontas maletas y dame un abrazo, lo merezco luego de que me abandonaras por un año —reí y dejé caer las maletas al suelo. Me acerqué y me colgué de su cuello mientras que el me sostuvo de la cintura y me dio una vuelta en el aire. Reí.
—Hazza, Dios. Como has crecido —hablé cuando pude recuperar el aliento y mis pies tocaron el suelo.
—Bah, suenas como mi abuela. Y tú —me miró de arriba a abajo y luego silbó. Golpee su brazo divertida—. Si no fueras como mi hermana podría comerte ahora mismo.
—Diug, eres un asco —tomó mis maletas y ambos caminamos lo que quedaba del trayecto hasta la casa que eran solo unos escasos metros.
—Así que, ¿cómo está mi suegra favorita? —reí mientras recordaba como Harry solía llamar a mi madre 'suegra' aunque todos —incluídos nosotros— sabíamos que sólo éramos amigos.
—Molesta, igual que siempre.
—Amo a tu madre, ¿ya te lo he dicho? —levanté la mirada para poder verlo a la cara. Me llevaba más de diez centímetros de altura.
—La amas porque te acurrucabas en sus brazos cuando Anne te reprendía por alguna idiotez que habías hecho. Mi madre te malcrió.
—Y a ti te malcrió la mia. No gastaba para mis regalos de cumpleaños ni la mitad de lo que gastaba para los tuyos. Esa mujer.. —murmuró las últimas dos palabras con rencor fingido y yo reí levemente.
