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Capitulo 29

-¡Termina con esto ¿quieres?! No te estoy pidiendo consejos.

-Bien. Solo espero que lo sepas manejar. Si quieres mantenerla con vida, tienes que ser más astuto que Russell.

-Eso lo sé de sobra. - garantice molesto y comencé a caminar a la salida.

-¡Tyler! - a pesar de estar enfurecido con él, me detuve y lo escuche. - Mantenme informado y toma precaución.

Y sin importarme la expresión en su rostro o su tono de voz calculador, me marche de su verdadera guarida, su "oficina" dentro del núcleo.

Iba de camino a mi motocicleta cuando escuche a alguien llamarme. Era totalmente infrecuente, ya que no había nadie con quien socializara en este lugar más que con Carvin.

-¿Gen? ¿Qué sucede?

-¿Te vas? - pregunto al ver que estaba montándome a mi motocicleta.

-Tengo que seguir reclutando modificados.

-Pero creí que...

-Olvide comentártelo. Volveré en unas semanas. - respondí y comencé a ponerme el casco.

Tenía prisa por llegar a la ciudad. Agnes seguramente no se daría por vencido y yo ansiaba poder verle de nuevo.

El rostro de Genevive era desconocido para mí. Teníamos muy poco de convivir y no conocía el secreto que manifestaba cada expresión.

-Me temo que esperare a tu regreso.

Y como no quedo más que decir, asentí. Encendí el motor antes de que pudieran interrumpir nuevamente mi salida, y esquive el bosque del que se rodeaba la guarida. Me costó toda una noche llegar a la ciudad a tiempo...

-¡Es hora de irnos! - escuche gritar a Carvin mientras tiraba la puerta de mi dormitorio a golpes.

Maldeci por el sobresalto e irritado me levante de la cama.

Habíamos cargado todo a los vehículos la noche anterior, así que no quedaba mucho por hacer esta mañana más que afinar algunos detalles.

Sobre lo de Gen, no había podido cuestionármelo por mucho tiempo, pues la relevancia del asunto con Agnes no me dejaba mucho en que pensar.

¿Podría despedirme de ella? ¿Dejaría que me acercara?

No quería darle importancia a la invasión que habíamos planeado en contra de la Fortaleza, pero no era cualquier cosa.

Podríamos ser atrapados, podría ser regresado a la Fortaleza, podría volver a ser el experimento de Russel, podría nunca volver a verle...

Antes de salir del dormitorio, tome el dije y lo pase por arriba de mi cabeza hasta ubicarlo en mi cuello. Lo mire detenidamente. Pase los dedos por la traza legible de nuestros nombres con aprensión. Recordando mí juramento y las promesas que le hice a Agnes antes de la retención que sufrimos la primera vez por la Justicia.

Había cierto sentimiento de nerviosismo que no dejaba de rondarme por la cabeza respecto a no volver a vernos. Nunca me había sentido así.

-¿Están listos? - pregunto Carvin luego de haber repasado el itinerario por última vez. Todos confirmamos en respuesta. - Marchémonos entonces.

Salimos fuera del núcleo el bastardo, los doce hombres que nos acompañarían, Carvin y yo, y nos dirigimos a la salida de la Guarida para encontrar los vehículos preparados, ya esperándonos.

No contaba con que al llegar descubriría a Genevive allí. El rostro de ella estaba completamente enrojecido, pues pude notarlo cuando se acercó hasta donde me había paralizado del pasmo.