- No entiendo entonces a que has venido- estaba claramente confundido y tenía unas ganas inmensas de patear su rubio trasero y sacarlo de mi castillo en ese instante.

- Vine por ella- dijo sentándose sobre un sofá independiente de la sala de estar, hizo un gesto con la cabeza para dar por hecho que hablaba de Irina.

- ¿Porqué? - Preguntó Johann mirando a ambos - ¿Qué tipo de relación tienes con ella? - el tono de voz de Johann sonaba irritado, sus pupilas estaban dilatadas, lo consumían los celos.

- Nada en especial, sólo es una vieja amiga- sonrió y negó al ver los celos de Johann- ¿Cierto Irina? - preguntó dirigiéndose a ella en particular.

- Quisiera decir lo mismo que tú pero por desgracia no te considero un amigo- dijo Irina con el seño fruncido.

- Es una pena entonces, por lo regular no lastimo a mis amigos, pero dado a las circunstancias me temo que no correrás con la misma suerte querida- Dijo suspirando al terminar su frase.

- Aún no has dicho quién eres- Johann de acercó para mirarlo con detenimiento.

- No necesitan saberlo, sólo vine a saludar y a llevarme a la pequeña bruja conmigo- el hombre se puso de pie para acercarse a Irina, Johann y yo reaccionamos al instante para cubrir a Irina. - No es necesario que la protejan, no lograrán nada en absoluto con ella tras de ustedes- dijo sonriendo de nuevo.

- Te daré la oportunidad de que te vallas de mi castillo y no regreses, vete antes de que te arranque la puta cabeza- mi sangre hervía, la ira disfrazada de calor me recorría por dentro.

- ¿Quién va a arrancar mi cabeza? ¿Tú? Jaja - hizo una mueca de asco y burla, después de eso negó. - Ya te dije, sólo vine a saludar y a llevarla conmigo, tenemos cuentas que arreglar, si ustedes permiten que yo la lleve a saldar su deuda conmigo, les aseguro que ustedes no saldrán perjudicados- miró a Johann despreocupado.

- No, ella no irá a ninguna parte, mucho menos si se trata de ir contigo- dijo Johann protegiendo a Irina, ella mantenía su cabeza gacha y mirada perdida, algo andaba mal con ella, de eso estaba seguro.

- Piénsalo, lo mejor es que la entreguen por voluntad propia a que haga todo a mi peculiar manera- insistió.

- No irá- dije soltando un suspiro irritado.
- Después no se quejen que no les di la oportunidad de elegir, vengan, peleémos por ella si así lo quieren - dijo acomodando su cabello para después sonreír.- Vamos tengo cosas más importantes que hacer que pelear con un par de inútiles - sonrió con aires de grandeza y me hizo enfurecer.

Me lancé sobre él para intentar darle su merecido, corrí hasta el para golpearlo, tenía una rabia contenida en mi pecho, necesitaba sacar toda esa rabia en él, a escasos centímetros de él, mi cuerpo se detuvo abruptamente, al parecer él era un ser sobrenatural que con tan solo levantar un dedo me sacó volando hasta chocar con las escaleras sin romperlas, Johann intentó acercarse a él para clavar sus colmillos y matarlo pero al igual que a mi, le fue imposible.

Me puse de pié y volví al combate, ahora dejó que yo lo tocase, golpeé su abdomen, más éste se seguía tranquilo, era como si nada lo derribara, yo estaba sorprendido, no creía posible que alguien soportara aquel golpe, estaba seguro que había concentrado toda mi fuerza en aquel golpe y el hombre misterioso sólo sonrió y sin más me empujó, salí disparado hasta la sala de estar destruyendo por completo los sofás, desenfundé mis colmillos lleno de coraje, rabia, enojo y furia, todo esto combinado con una gran dosis de adrenalina que hizo las venas de mis brazos, cuello y rostro resaltar, Johann lo golpeó más éste lo tomó de su cabellera para lanzarlo contra el suelo colocándo su cuerpo boca abajo, ejerciendo presión sobre su rostro el cual mantenia en el frio suelo, colocó una de sus rodillas en la espina dorsal de Johann, tiró de su cabello haciendo que su rostro quedara al descubierto, sacudió su mano sacando unas filias garras negras, eran largas y puntiagudas, estaba a punto de arrancar la cabeza de Johann.

Soy un maldito, lo sé.Where stories live. Discover now