Protect Me ; Harry Styles • EDITANDO •

Capítulo 26.

– Vamos. – Digo antes de que ella se aleje y tome las bolsas nuevamente para emprender el camino a la habitación. Repito su acción y así me voy detrás de ella.

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– ¿Qué te parece? – Ambas terminamos sentadas sobre la acolchada cama, mirando alrededor de la habitación.

– Es muy bonita. – Admito. Ya conocía esta habitación de la casa de Kayla, pero siempre había estado llena de cajas, bolsas y cosas por el estilo, ya que ella la usaba como una bodega. Pero ahora que la hemos limpiado y arreglado, luce mejor.

– Ponte cómoda, iré a buscar el teléfono para pedir pizzas, ¿te parece? – Asiento en aprobación a su propuesta y ella rápidamente sale del cuarto cerrando la puerta a su espalda.

Cuando estoy sola, retiro el suéter de mi cuerpo pasándolo por encima de mi cabeza y lo doblo para ponerlo encima de un pequeño y vistoso mueble que adorna el lado de la cama. Me agacho hacia las bolsas en busca de alguna prenda que pueda ponerme para dormir pero en eso, un estruendo ruido me sobresalta.

Me pongo totalmente de pie y me acerco a la puerta pero en eso entra Kayla inmediatamente. – ¡Damon está aquí!

La valentía que sentía hace un rato, se ha esfumado por completo. El miedo vuelve a invadir mi cuerpo haciéndolo temblar, mis manos sudan y mi corazón golpea contra mi caja torácica. Puedo jurar que los colores se han ido de mi cuerpo y me he vuelto pálida.

– ¡Abre la maldita puerta Kayla! ¡Sé que Zoe está contigo! – Alcanzo a escuchar sus desenfrenados desde este lugar.

– D-Damon va a matarme, Kayla. – Mi voz le asegura. La desesperación se hace presente y rápidamente mis ojos comienzan a llenarse de agua.

Kayla me sostiene por los hombros y me hace mirarla fijamente. – Escúchame, te prometí que ese idiota jamás volvería a lastimarte y prometo cumplirlo, así que ahora vamos abrir esa puerta y lo enfrentaremos. Tengo el teléfono en la mano – Me enseña el mediano aparato de color negro que sostiene en su mano. – y cualquier cosa que se le ocurra a ese imbécil, de inmediato presionaré el botón de emergencia y así la policía vendrá enseguida, ¿está bien?

No muy confiada de su plan, asiento con la cabeza y tallo mis ojos para impedir que el agua vuelva acumularse, lo último que quiero es que Damon me vea así. Kayla se adelanta caminando hacia la puerta principal y lentamente comienzo a seguirla, sintiendo mi ritmo cardiaco esté el cien por ciento en estos momentos. Golpes a la puerta y uno que otro grito estúpido, se hacen más fuertes a medida que me acerco a la puerta. Sin dudarlo ella abre la puerta y su mano derecha se coloca instintivamente en su cintura, no puedo ver a Damon debido que yo estoy del otro lado de la puerta y eso me lo impide.

– ¿Qué quieres? – Exige saber Kayla. Puedo ver la seriedad en su rostro junto con su entumida mandíbula.

– No te hagas la idiota Kayla, ¿Dónde está Zoe? – Pregunta Damon. Su voz es ronca, firme y me pone los pelos de punta.

Tapo mi boca con ambas manos para que así no hacer ni un solo ruido.

– Eso es algo que a ti no te importa, si Zoe decidió irse de tu casa es porque logró darse cuenta del maldito infierno que le haces vivir, imbécil.

Escucho la sínica risa de Damon y puedo ver como Kayla se mueve rápidamente como si estuviera intentando cerrarle el paso hacia dentro. – Mira Kayla, háblale a Zoe y terminemos con esto o si no...– Mis ojos se abren como dos amplios platos, pero ella lo interrumpe de inmediato.

– ¡¿O si no qué?! ¡¿Eh?! – Ella exige respuesta pero no obtiene contestación. – Si no te largas en este momento llamaré a la policía y haré que te arresten por la manera en que la has tratado todo este tiempo.