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chapter fifty five

Me gusta mucho verlo dormir

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Me gusta mucho verlo dormir.

Cuando se duerme molesto, Derek tiene el ceño fruncido durante toda la noche y su respiración es muy lenta. Cuando se duerme feliz, ronca. La paz que percibo cuando se queda dormido después del sexo me hace sentir victoriosa, su cara tiene un leve rubor la mayor parte del tiempo lo que hace preguntarme qué diablos está soñando. Cuando se duerme triste, su rostro no tiene ninguna expresión.

Acaricio su mejilla un momento antes de intentar salir de entre las sabanas e ir a buscar algo qué hacer. Es media tarde y ya no quiero estar en la cama.

Me pongo unos calzoncillos limpios y una playera de Derek para poder seguir oliendo a él. Bajo por las escaleras, luego de cerrar con cuidado la puerta de la recamara para no despertarlo, y me dirijo a la cocina para buscar algo de comer. Solo me encuentro con un paquete de galletas así que me voy a la sala a comerlas mientras pienso que debo hacer una lista de víveres que necesito ir a comprar o de seguro moriremos de hambre.

Busco un lugar en donde anotar, en un pequeño escritorio que Derek debió haber comprado hace poco y encuentro un cuaderno sencillo. Lo abro dispuesta a usar la primer hoja que encuentre libre pero en lugar de eso me encuentro frente a la letra perfectamente hecha de Derek y no puedo evitar leer lo que escribió.

Trato.

De verdad trato de que todo esté bien conmigo. Trato de salir adelante aún cuando lo nuestro a terminado. Estoy esforzándome por ser fuerte y afrontar el no tener tu cabeza recostada en mi pecho mientras duermes, el no poder ver tu sonrisa por las mañanas. Juro que estoy dando todo de mí para dejarte ir, para dejar en el pasado todo aquello que fuimos.

Pero no puedo.

Nadie me hará sentir como tú. Nadie acelerará mi corazón con solo una caricia, como tú lo haces. Nadie me hará sentir tan bien con un solo abrazo, como sueles hacerlo.

Como tú lo hacías.

Me pregunto si has besado otros labios y piensas en mí cuando lo haces.

No quiero que pienses que quiero aumentar mi ego, el poco que queda en mí, pero quiero saber si aún me amas. No quiero tampoco que contestes porque en el fondo sé que dirás que ya no, que lo que sentías por mí se ha esfumado como los pétalos del diente de león cuando soplas sobre de ellos.

Necesito contarte cómo me siento. Necesito que me escuches y me des fuerza para seguir. Necesito que sepas lo mal que la paso sin ti. Necesito que me necesites.

Estoy pidiendo mucho, lo sé, pero es que todo esto es tan irreal, parece que fue ayer cuando nos besamos por primera vez, cuando luchábamos juntos como inseparables, cuando hicimos el amor y me volví completamente tuyo, o cuando juramos que esto nunca se terminaría.

Cacería de lobosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora