Después de encontrar esa marca en la casa Hale la tranquilidad que alguna vez pensaron encontrar Derek y Sandra era ahora solo un lejano sueño. Estaban juntos, eso nadie lo podía evitar (o al menos eso es lo que quieren creer), y ahora formaban algo...
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Narrador omnisciente
Stiles se despertó alterado y más cuando sintió el frío de la ausencia de los brazos de Sandra dándole la protección que él necesitaba. "¿A dónde ha ido?" se preguntó Stiles en lo que salía de la habitación para ir a buscarla.
- ¿Melissa?- intentó llamar a la madre de Scott pero el hospital se veía muy solo, sin nadie caminando por los pasillos del inmueble-. ¿Sandra? Ya desperté.
Pero el lugar siguió tan silencioso como una cueva de lobos.
Stiles caminó en dirección contraria a la entrada del hospital en donde llegó Melissa McCall llevando de urgencia al padre de su hijo que había sufrido una considerable herida de uno de los demonios oni. Con ella llegó Dean Argent, que había recibido una llamada de su hermana para que fuera a buscar al chico Stilinski y viera si todo iba bien con él.
Dean caminó decidido a la habitación que Melissa le dijo dónde había dejado a Stiles dormido pero lo que no sabía es que el chico ya estaba lejos de ahí, en una zona restringida del hospital.
Frente a Stiles aparecieron dos oni y se sintió temeroso de ellos. "¿Qué quieren de mí?", se preguntó dando un paso hacia atrás con temor. Quiso salir de ahí pero otro más apareció como barrera entre él y la salida a la salvación.
El oni acercó de a poco su mano al costado izquierdo de la cabeza de un tembloroso Stiles e hizo brillar sus ojos amarillos. Stiles esperaba lo peor pero lo que no esperó es que su mano reaccionara como con vida propia y detuviera la mano del demonio oni.
Stiles cambió, como si en la escena hubiera aparecido su gemelo malvado, con la mirada llena de odio y que ahora no transmitía miedo sino que lo provocaba en quién le viera. Con fuerza, Stiles lanzó su otra mano sobre el pecho del oni y de ahí sacó algo que hizo que la luz del demonio se extinguiera y se desvaneciera como si le hubieran dado un fuerte soplido. Al abrir su mano el chico dejó a la vista una luciérnaga que agonizaba.
Los dos demonios detrás de él se lanzaron decididos a acabar con Stiles pero este los atacó del mismo modo, con gracia y fuerza al mismo tiempo, dejándolo solo en el lugar.
Dean pasó por fuera del lugar y al verlo ahí, como desorientado, entró.
- ¿Stiles? ¿Estás bien?
Stiles volteó a ver a su nuevo acompañante y fue como si ese velo negro sobre de su rostro se hubiera deslizado para dejar de nuevo al Stiles que todos conocían.
- Sí, estoy bien- hizo una sonrisa que no llegó a reflejarse en sus ojos-. Tú debes ser el hermano de Sandra, Dean, ¿no es cierto?
- Ese soy yo, mucho gusto- Dean estiró su mano y en el momento en que Stiles juntó la suya, ambos se estremecieron. ¿Por qué?-. Me enviaron por ti para que vayas a casa, si es que no te molesta.
