33

1.9K 141 29
                                    

chapter thirty three

Un golpe, dos, tres, patada y otro golpe más

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Un golpe, dos, tres, patada y otro golpe más.

Me detuve para limpiar el sudor que caía por mi frente y seguí golpeando más fuerte, una y otra vez, empezando a sentir el dolor llegar con fuerza a mis nudillos pero no me importaba porque el dolor me recordaba que era valiente, que era una Argent dispuesta a todo y que podía sanar en todos los sentidos, que podía incluso luchar conmigo misma.

— Espero que me enseñes a hacer todo eso.

Paré deteniendo el costal que golpeaba y pude ver como un Zayn recuperado entraba a la estancia echándole un ojo a todo el lugar.

Zayn había pasado toda la noche inconsciente y de hecho había tenido calentura por un corto lapso de tiempo. Eso me había preocupado de sobremanera y me alarmó pero poco a poco fue aceptando la mordida como todo un valiente y vi, con mucho alivio, como la herida iba sanando de a poco. Y ahora estaba aquí, fuera de la cama, y luciendo más sano que nunca.

— Debemos ir por pasos pero lo haré, eso tenlo por seguro— le respondí en lo que me acercaba a mi botella de agua y le daba un merecido trago.

— ¿Qué es este lugar? Y no sólo me refiero a esta zona sino a todo el terreno en donde estamos— Zayn se acercó a una de las paredes en donde había casi un centenar de armas.

— Este lugar pertenecía a mis padres y me lo heredaron al morir.

Unos días después de saber que mis padres eran Jennifer y Jonathan Argent, mi tío Chris buscó la ayuda de sus abogados e hizo válido el testamento de mis padres en el que la beneficiaria completa era yo. Entre el patrimonio que tenía incluía esta casa en Italia que se encontraba a las afueras de Roma, con un gran terreno y un sinfín de armas de todo tipo. Este lugar se había mantenido en pie gracias a mi tío y era algo sorprendente de ver.

Cuando decidí irme de Beacon Hills supe que este lugar era una buena opción ya que nadie, más que mi tío, sabían de este lugar. Era como una guarida secreta de los cazadores y ahora era mía. Desde que llegué he estado entrenando en este lugar y de vez en cuando tengo video llamadas con mi tío en las que me enseña cómo usar cada arma que hay por aquí. Eso me hacía sentir que me estaba volviendo una verdadera Argent en toda la extensión.

— ¿Y todas estas armas también?— Zayn tomó entre sus manos una pistola beretta 92, un arma que se usa en las fuerzas armadas pero que no era gran cosa comparada con el resto del arsenal—. ¿Sabes usarlas?

— Sí a las dos preguntas aunque aún no he usado todas pero estoy en proceso de aprendizaje— me reí cuando vi su expresión de sorpresa y vi como dejaba el arma en su lugar—. Diría que te enseñaría pero esto es algo meramente familiar así que sólo seré tu alfa.

— ¿Familia de cazadores?— asentí. Zayn era inteligente—. ¿Estás queriéndome decir que eres de familia de cazadores siendo mujer loba?— volví a asentir sonriéndole—. ¡Qué locura!

Cacería de lobosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora