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chapter eighteen

A veces me pregunto qué sería de mi vida si nunca hubiera venido a Beacon Hills o si nunca hubiera conocido a Derek y por lo tanto nunca hubiera descubierto que un hombre lobo me había mordido

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A veces me pregunto qué sería de mi vida si nunca hubiera venido a Beacon Hills o si nunca hubiera conocido a Derek y por lo tanto nunca hubiera descubierto que un hombre lobo me había mordido.

Quizás mi vida fuera muy aburrida pero sin tantos riesgos por correr.

Pero eso ya no importa. Lo que importa es que parece que estamos a punto de acabar con el darach de una buena vez por todas y me daba emoción que era la maldita zorra con la que Derek se metió. Mataríamos a dos pájaros de un tiro.

Como lo sospeché, Jennifer Blake llegó pasados unos cuantos minutos. Venía corriendo y hablándole a Derek como si estuviera muy asustada. En cuanto lo vio, lo abrazó haciéndose la indefensa que ocupaba apoyo.

— Algo pasó en el recital, en el instituto y necesito decírtelo antes de que lo escuches de cualquiera de ellos— dijo Jennifer con precipitación, tratando de convencer a Derek.

Derek se mantuvo sereno, como si nada pasara.

— ¿De quiénes?— preguntó Derek siguiendo el juego.

— Scott, Stiles— respondió rápido la darach—. Van a contarte cosas que no debes creer. Tienes que confiar en mí, ¿okay?— casi podías creerle de no ser porque ya sabíamos de su oscuridad—. Confía en mí.

— ¿Qué pasa?— volvió a preguntar Derek.

— Promete que me escucharás— le suplicó la darach casi con desesperación. Debía admitir que era buena actuando.

— Lo prometo.

Y lo besó. ¡Maldita sea! Estuve a punto de salir del escondite para arrancarle los pelos pero vi que ella se alejó y sentí su molestia.

— Ya están aquí, ¿no?— murmuró conteniendo su enojo. Los tres salimos de la oscuridad para enfrentarla. A cada lado tenía a Stiles y a Scott. Se sentían enojados y Stiles también cargaba con mucha angustia por su padre—. Mira nada más, entonces sí conoces a Derek— dijo viéndome a mí un momento y eso me dio más rabia—. Así que, ¿te dijeron que yo soy la que desaparezco personas?— le preguntó a Derek.

— Les dijimos que tú eras la que estabas matando gente— le corrigió Scott.

— ¡Oh cierto!— dijo como si fuera lo más divertido—. ¿Haciendo sacrificios humanos? ¿Cortando sus gargantas? Sí, seguramente lo hago durante la hora de la comida para regresar con fuerzas para la clase de inglés y el resto del día— Jennifer se rió—. Eso tiene mucho sentido.

— ¿Dónde está mi papá?— Stiles se veía muy afectado.

— ¿Por qué habría de saberlo?— preguntó como ofendida. Luego dirigió de nuevo su atención a Derek—. Derek, dime que no crees esto.

Cacería de lobosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora