Después de encontrar esa marca en la casa Hale la tranquilidad que alguna vez pensaron encontrar Derek y Sandra era ahora solo un lejano sueño. Estaban juntos, eso nadie lo podía evitar (o al menos eso es lo que quieren creer), y ahora formaban algo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuando regresé a casa, ni papá ni Derek estaban a la vista así que supuse que se habían ido. Zayn se fue a su habitación y yo me dirigí a la mía.
Me sentía muy cansada por el viaje y las nuevas emociones de estar de nuevo en Beacon Hills. Parece que las cosas se han puesto peor de cuando me fui a Roma pero creo que a pesar de lo peligroso que sea estar aquí, es mejor quedarme a ayudar. Y eso requería que buscara a Scott cuanto antes para ponernos de acuerdo como alfas que somos.
Entré a la recamara y casi pego un grito cuando, después de cerrar la puerta, alguien me tocó la espalda. Gruñí y tiré al sujeto al suelo y en cuanto me acerqué a él, el olor de Derek me invadió las fosas nasales.
— Eso duele— murmuró con tonó de dolor y, a pesar de que me había espantado, me reí.
— Imbécil, casi me matas de un susto— me levanté del suelo y lo ayudé a él.
— Y tú casi me partes en dos— se quejó.
— La lección de hoy es: no te metas a cuartos ajenos y menos llegues por la espalda— le dije riendo—. Además está oscuro y no estaba con los sentidos de lobo en alerta.
— ¿Qué hubiera sido de mí si los hubieras traído alerta?— dijo con fingido terror y casi reí de nuevo—. Siento haberte asustado pero es que quería hablar contigo con respecto a que me gustaría quedarme a dormir por lo menos esta noche aquí, si es que no te molesta.
Eso sí que sonaba conveniente.
Nótese el sarcasmo.
— Vaya, no tienes a dónde ir, ¿cierto?— enarqué una ceja, divertida. Sabía que a pesar de estar a oscuras porque, aunque sonará impresionante, todo Beacon Hills se había quedado a oscuras , él podía ver mi expresión. Lo vi negar—. Puedes quedarte pero en el sillón.
— Quisiera protestar eso pero estás en tu derecho— se acercó a la cama y vi que le retiraba la colcha y la sabana—. Me llevaré una almohada de estas para no dormir tan incómodo.
Antes de irse se acercó a mí y dejó un beso suave en mi mejilla. Casi se me va el aire.
— Descansa— le murmuré nerviosa.
Sonrió.
— Sueña bonito.
Salió de la habitación.
¿Qué hice para merecer esto?
Derek'sPOV
Me levanté con un sobresalto.
No supe exactamente qué fue lo que me despertó hasta que escuché como Sandra gritaba, asustada, como si alguien le quisiera hacer daño.
Me enderecé y corrí escaleras arriba, lo más rápido que pude y abrí la puerta de su cuarto.
