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chapter forty six

Nos encontrábamos en un restaurante casi a las afuera de Beacon Hills

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Nos encontrábamos en un restaurante casi a las afuera de Beacon Hills. Jamás había estado en este lugar y debo decir que era muy bonito, al aire libre y con un toque bastantes hogareño, creo yo.

— ¿Siempre pides la mesa alejada de todos cuando comes en estos lugares?

Derek sonrió un poco avergonzado.

— Sabes que siempre no he sido bueno relacionándome con los demás así que suelo apartarme de ellos y me siento más a gusto que fingiendo algo que no me agrada— Derek se encogió de hombros—. Además, si le ves el lado positivo, tenemos la libertad de hablar de lo que sea sin que el resto de los comensales se enteren.

— ¿Y qué vamos a platicar que no quieres que los demás escuchen?— cuestioné alzando una ceja.

— De nosotros— dijo como si fuera lo más obvio y estuviera ofendido porque yo no lo supiera.

— Derek, recuerda que en este momento no hay un nosotros...

— Pero lo estamos reconstruyendo, ¿lo olvidas?— me interrumpió con rapidez. Luego hizo un esfuerzo por recuperar un poco la compostura, dejó el tenedor al lado de su plato con fruta picada y siguió hablando—. ¿Cuál es tu color favorito?

¿En serio me estaba preguntando eso?

— El azul y el negro— le contesté sin más—. ¿Y los tuyos?

— Casi todos los oscuros— asentí y me llevé comí un bocado de sandía—. No pienses que estoy tonto o algo así pero quiero conocerte más, saber todo de ti, ¿eso es malo?

— Es extraño.

— Bueno, entonces déjame ser un fenómeno— sonreí sin despegar la vista de mi plato—. ¿Libro favorito?

— Cien años de soledad.

— ¿Serie favorita?

— Supernatural— respondí rápido, eso era fácil porque ¿a quién no les gustaba?

— ¿Comida?

— Derek, ¿cuántas preguntas me harás?— le dije ocultando una sonrisa.

— Las que sean necesarias— dijo convencido.

— Bien, esa es difícil porque amo comer pero si me das un platillo italiano o mexicano tendrás mi cariño eterno— él sonrió.

— Tendré eso en cuenta— soltó un suspiro y vi sus ojos algo apagados—. A veces deseo que amanezcas con amnesia y olvides todas las cosas estúpidas que hice en el pasado.

Un nudo se formó en mi garganta. Derek había cambiado su ánimo de un momento a otro y eso me hacía sentir mal.

— Derek...

Cacería de lobosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora