49

1.9K 117 15
                                    

chapter forty nine

chapter forty nine

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Dean's POV

Llevábamos un buen rato sentados en la camioneta esperando a que llegara el momento de que Chris entrara al refugio del yakuza para poder hacer el negocio y sacarle información de lo que pasó aquella vez con mi tío Chris y con ello saber quiénes son esos oscuros enmascarados.

Cuando creo que no soportaré un momento más encerrado en el vehículo, suena el teléfono de mi tío, haciendo saber que ha llegado un mensaje. La reacción de Chris no fue muy alentadora.

— ¿Qué pasa?— le preguntó Allison, sentada en el lugar del copiloto. Tenía la suerte de estar ahí, en cambio yo, estaba sentado a un lado del hombre lobo que no parecía gustarle ni un poco que Sandra fuera mi hermana y además sospecho que trae algo con mi prima. Bello, ¿verdad?

— Parece que Katashi no hará el negocio en persona, mandará a alguien— dijo mi tío con algo de decepción.

— Pero es un recluso paranoico, no debe de sorprenderte tanto— le respondió Isaac.

— Quería ser optimista y no recurrir a mi plan B— dijo Chris, viéndonos por el espejo.

— ¿Plan B? ¿Y cuál es el plan B?— le pregunté con algo de curiosidad. Como cazador había aprendido que era primordial tener en cuenta varios planes pues a veces era imposible lograr hacer algo a la primera después de haberlo pensado. Era a veces complicado.

— Se los diré— respondió Chris abriendo el maletero de la camioneta y bajando de esta. Ahí vi que había una maleta, la cual abrió y sacó dos pares de trajes negros, junto con sus corbatas y camisas blancas—. Vístanse, chicos de negocios.

— ¿Cómo?— preguntó el chico lobo, abriendo mucho los ojos.

— Lo que escuchaste, tú y Dean entraran ahí y harán el trabajo de fingir ser los interesados en vender el arma— por mí estaba bien pero el otro no parecía estar seguro ni siquiera de sacar sus garritas de perrito.

— Si él no puede, yo podré solo sin problemas— dije tomando mi ropa y quitándome la que traía.

— Claro que no, yo también iré— contestó Isaac, arrebatándole la ropa a Chris de las manos y este rió. Parece que el orgullo podía mover a cualquiera.

Allison se había mantenido alejada, viendo un plano de la propiedad de Katashi. Ella entraría junto con su padre en lo que nosotros distraíamos a los enviados a hacer la compra. Era asombroso el pensar lo ágil que era mi prima como cazadora y estaba seguro de que era aún más verla en acción.

— Esto les ayudará a contestar cualquier cosa que les pregunten sobre el arma— mi tío me extendió una hoja donde vi el dibujo del arma a vender.

— No necesito de eso, sé más de armas que ese chico, amigo tuyo— sin poder evitarlo soné muy molesto—. No entiendo el por qué tanta confianza con ese lobo.

Cacería de lobosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora