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"Te buscaré por Nunca Jamás siguiendo a Campanita, quién ha sido enviada por los recuerdos..."

—¿Por qué rayos escogieron Peter Pan? No me vestiré de Campanita. —Cuestioné cuando terminamos de practicar la mitad de la canción. Estábamos en la casa, la señora Park estaba en la cocina y ChanYeol había salido. Eran casi las seis de la tarde. Toda la mañana y parte de la tarde estuvimos en la escuela.

Fue idea de BaekHyun, cantar esta canción. —Me respondió Kyung—. Por cierto... ¿leíste la canción, cierto? —Sí, si la leí y se asemeja casi a lo que tengo con ChanYeol. El notó que me quede pensando y soltó una carcajada.

Los odio. —Murmuré.

Será interesante verte con shorts de cuero negro y ajustados. —Maldito BaekHyun—. ¿Qué dices, bebé? —Iba a responder, pero el azote de la puerta me hizo callar. Segundos después un ChanYeol con las orejas técnicamente echando humo subió por las escaleras—. Ya había entrado cuando me escucho.

Te vas a morir. Se te caerá tu preciado cabello. —Dije entre dientes.

Algún día me lo agradecerás.

No creo que ese día llegue, las cosas cambiaron y me estoy resignando. Y no. No digan nada, terminamos por hoy. Nos vemos mañana en la escuela. Y también recuerden que mañana llegan los demás. —Hice que se levantaran y los saqué de la casa. Este jueguito de Baek ya no me estaba gustando. Y me estaba provocando un fuerte dolor de cabeza.

Baek me ha tratado siempre como lo hace frente a ChanYeol, así que no me opuse cuando propuso que se hiciera pasar por mi novio.
Pero al ver la reacción de Chan, preferiría no seguir con eso, él está demostrando que no le interesa en lo más mínimo.

¿Por qué todo esto me pasa a mí? —Pregunté en voz alta, como si alguien fuera a responderme.

Si es algo bueno, es porque eres bonita. —Murmuró una voz a mis espaldas. Ahora no. Me di vuelta y ahí estaba él, mirándome fijamente—. ¿Quieres salir a caminar un rato? Estas pálida. Y si quieres, no te cambies, estas bien así. —Y no pensaba hacerlo. Tenía un vestido azul marino, solo tendría que ponerme los tenis. Los cuales están en mi habitación.

Creo que ni con tacones le llego a la quijada. —Pensé y bajé las escaleras—. Listo, ¿vamos o te arrepentiste?—Pregunté al verlo acostado en el sillón.

Las damas primero. —Curvó sus labios mientras me veía salir.

Sigues siendo pequeña, Jiji. —Otra vez me llamo por mi apodo.

Hace años que no escucho ese apodo.

¿Cómo te decían tus amigos?

Hyunnie. O como tu mamá lo hace, JiHyunnie. Pero solo tú, me llamas así.

—Espero que te acostumbres, porque lo seguiré haciendo. —Me daba algo de miedo su cambio de actitud—. Lamento mi actitud...cuando llegaste, pero...llegaste en el momento menos indicado.

Lo sé, tu madre me lo dijo. Que estabas muy ocupado y estresado por tu examen de admisión en la escuela de música. Por lo menos yo solo voy a la escuela de baile.

¿Ya terminaste la secundaria? Creí que te faltaba un año.

Me adelantaron un año. Como estudié un año en un instituto para chicos con el mandarín como su segundo idioma, a la hora de entrar a un instituto normal, me adelantaron un año, a los quince ya estaba en mi quinto año.

Pero si cuando estabas aquí...estabas en segundo...—A ambos nos habían metido a temprana edad a la escuela.

En China, en un año di tercer y cuarto año. Termine la secundaria en noviembre pasado. Supongo que tú, comienzas clases el próximo mes.

Mi último año. En las mañanas voy al instituto y en las tardes a la escuela de música. ¿Segura que estas bien? Aún te veo pálida.

Mi falta de apetito es la culpable. De lo que tu comes normalmente, yo quizá me coma la mitad. Y eso que no he bajado de peso. Y tampoco se me nota.

Solo te pones pálida. ¿Estas enojada conmigo, ¿no?

¿Por qué...?

Por dejar de llamar o darte señales de vida. Me aferré mucho a que volverías...me aferré a tus recuerdos, a todo. Después de un tiempo me daba igual eso y deje de llamarte. —¡¿Solo por eso?! Maldito desgraciado—. Un año después...viendo la televisión te vi...tu escuela de baile tenía fama aquí en Corea, estabas en la boca de todos, tu, tu primo y ese chico...JongIn, en cuanto al baile y en cuanto al canto, este chico, KyungSoo, tu novio y tú. No tienes ni idea de cómo me sentí cuando te vi bailar en la televisión, era un festival, ¿no? Bueno, me impresioné esa vez, sabía que bailabas, pero solo ballet, no creí que bailarías tan bien otros géneros. Me impresioné mucho.

¿No le has dicho a tu novia la razón de porque estoy en tu casa? —Sí, se habían "reconciliado" o algo así dijo la mamá de ChanYeol, a ella tampoco le agradaba SoYou.

No. No le he comentado nada a pesar de que ha insistido en saber. —Respondió al cabo de unos segundos.

Gracias. ¿Podemos regresar? Tengo hambre.

Dimos la vuelta, y en el camino de regreso me hablo de todo lo que paso en los tres años que no estuve. Me contó de sus amigos, de los problemas que tuvo e incluso me volvió a pedir perdón por dejarme técnicamente abandonada tres años.
Cuando nos fuimos acercando a la casa, noté el auto de su novia en la entrada. Demonios, seguramente se quedaría a comer.
Al entrar, ella estaba en el sillón hablando con la mamá de ChanYeol, esta tenía una cara de incomodidad inmensa. Sonrió cuando me vio.

JiHyun, cariño. Tu primo llamó. Dijo que estuvieras lista a las siete. No me dijo para que pero que usaras un vestido largo. —Mi teléfono vibró y era un mensaje de BaekHyun.

<<Un vestido largo y sexy, si no es mucho pedir>>

Idiota.

Hoy hay una fiesta, en el JW Marriot Dongdaemun Square Seoul. Y me invitaron a mí y a los chicos.

¿Entonces qué esperas? Cariño, ese es uno de los mejores hoteles de Seúl. —Preguntó mi tía ignorando otra vez a SoYou. Además de ser uno de los mejores, mi papá tuvo mucho que ver con su construcción y diseño.

Subí las escaleras, cerrando mi puerta con seguro, solo tenía media hora para vestirme. Tome una ducha rápida. Y luego me paré frente a mi ropero, a elegir cuál de los tantos vestidos que tenía me pondría. Saqué uno que no recordaba que tenía en mi armario.

Perfecto. —Murmuré.

Me deshice de mi toalla y me puse el vestido. Un vestido negro largo, escotado en la espalda, pero con seis cadenas doradas para que no se viera tan atrevido. Amaba, pero odiaba este vestido, por ciertas razones, hacía notar más las curvas que tengo y también mi busto. Es odioso.

Antes de hacer algo por mi cabello, me maquille. Base, sombra de ojos dorada, máscara de pestañas, delineador y un labial rojo. Creo que lo que sería más llamativo en mí, iba a ser el vestido.
Bien, mi cabello. Pensé un rato y me decidí. Lo amarré en una cola alta, dejé un mechón de cabello fuera. Poco a poco fui trenzando ese pequeño mechón con el resto del cabello; cuando terminé, me dolían los brazos de tenerlos tanto tiempo levantados.
Unos tacones negros con cadenas doradas y ya, estaba lista.

¡JiHyun, mujer, llevamos diez minutos esperando! —Era JongIn tocando. Reí y abrí la puerta. Su boca técnicamente estaba en el suelo.

Oh Dios Mío...—Fue lo único que salió de sus labios.

Promise. ⇨Park ChanYeol⇦Where stories live. Discover now