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Ni una llamada, ni una maldita llamada. Ni para decir una carta. Bueno, solo una, y esa era la de mi cumpleaños. Donde estaban los nombres de todos mis antiguos compañeros de clase.
Pero ya habían pasado tres semanas de eso. ¿Ya me olvidaste, ChanYeol?
Amé mi regalo de cumpleaños, o más bien mis regalos.
Ese día cuando llegué a la DEF, el lugar estaba desierto. O sea... ¡No había nadie! Bueno si había alguien y ese era el seguridad de la puerta.
Cuando subí a mi respectivo salón me encuentro con mis compañeros. Mi primo, los chicos y BaekHyun.

Un gran pastel, un precioso ramo de flores con globos detrás que decían "Happy Birthday". Me cantaron el Feliz cumpleaños y me hicieron abrir los regalos de cada uno, eran sencillos, pero lindos. Collares, pulseras, cadenas e incluso ropa, sé que mi primo le dió mi talla a quienes se la pedían.
Pero me encanto más el regalo de BaekHyun. Una pulsera de dijes, era de plata. Y dijes los cuales cada uno tenía su significado.
Un micrófono, ya que Baek lloró cuando me escucho cantar una semana atrás; una pequeña bailarina de ballet, según él me representaba a mí; un conito de helado que no sabía que representaba pero bueno.

Mi papá nos llevó a cenar, a todos, y cuando hablo de todos, me refiero a todos. Kai, Dodo, LuHan, Baek, mis tíos y mis primos, sí, las gemelas también.
Al llegar a casa, otra sorpresa más. Había más flores y como unas tres cajas más en la sala. Eran los regalos de los Park. La caja de la tía SeYeon, era ropa en cantidad, junto con una almohada y una manta violeta. El tío MinWo me regalo una laptop, un IPod y dinero y ChanYeol, peluches, dos o tres Pikachu y el resto de esos ositos que el tanto ama y adora con su alma. Pero como conocía a ChanYeol a la perfección, sabía que algo más tramaba. Y estaba en lo cierto, a las cinco de la tarde, me llego una llamada a Skype, y como tenía la laptop conectada al televisor, podría ver quién era. Pero en mal momento llamaron, estaba en media pelea con BaekHyun por un pedazo de pizza, tanto fue el susto por el grito que quede en el piso sobre BaekHyun.
Todos mis compañeros estaban en una sola pantalla, cantándome y deseándome un feliz cumpleaños.

Tierra llamando a JiHyun, ¿hay alguien allí? —Volví de mí... ¿trance? Bueno lo que sea.

Disculpa, Baek. Estaba pensando y no te presté atención.

Desde hace dos semanas estas así, cariño. —Sip, BaekHyun me llamaba cariño. Raro, sí, pero no me molestaba en lo absoluto—. ¿Estás bien?

Sí, tranquilo. ¿A quién le toca?

—A ti, tienen que bailar la nueva. Las chicas te están esperando. Vamos. —Tomó mis manos y me jaló para levantarme.

Bailaríamos la versión original de la canción Kiss de Rainbow. Ya que la que yo baile meses atrás tenía muchos pasos de ballet.

Andy nos ayudaba cuando las coreografías eran de grupos mixtos. De lo contrario, una chica nos enseñaba, creo que era su hermana o algo así nos mencionó.

¿Aún sigues así, JiHyun? Estas muy distraída, y el festival es pasado mañana.

El festival, el dichoso festival. Aparentemente entre en la época de las actividades. Mi tío había abierto esa escuela hace más o menos siete meses y tenía ya mucha fama en el país. E incluso en Corea. Había como tres de estas escuelas allá. Una en Seúl, en Gangnam y en Namsan si no me equivoco. Y una en Japón.
Y todas esas escuelas enviaran dos o tres grupos de estudiantes, aquí a Beijing.
Entre otras escuelas de baile, pero la DEF de aquí era la anfitriona.

¡Pueden irse! Nos vemos el domingo, en el festival, ustedes tienen que llegar a las diez. Adiós. —Gritó Andy justo antes de salir corriendo del salón. ¿Qué le dió?

¿Qué esperan? ¡Vámonos antes de que se le pase la felicidad! —Nos gritó Kai.

Fuimos a caminar un rato al parque, ya que teníamos los músculos adoloridos. Estábamos bailando desde las diez de la mañana y ya eran las tres. A pesar de estar con ellos, mi mente estaba en otro lugar. O más bien estaba pensando en alguien y ese alguien era Park ChanYeol.

¡JiHyun! —Gritó LuHan.

¿Qué?

¿Estas bien? Tu distracción no es normal. —Comentó mi primo.

¿Quieren dejar de molestarme? Ya les dije que estoy bien.

¿Vamos a mi casa? —Propuso Baek—. Veremos películas un rato. —Todos gritaron y salieron corriendo, dejándome a mí, sola y abandonada.

¡¿No se les olvida algo?!

¡Mierda, JiHyun! -Regresaron de la misma forma y Kai me subió a su espalda.

Ah, no sabía que sería de mi vida sin ellos. No tendría a quienes pegarles, no tendría con quienes hacer travesuras, no tendría con quien reír.

Promise. ⇨Park ChanYeol⇦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora