Capítulo 31. Respuestas

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Narra Adrián:

Suspiré aliviado mientras me dirigía a mi habitación. Cuando Daniela anunció que era novia de Luke, un gran alivio me llenó. Esto significaba que mi padre no podía forzarme a tratar de conquistarla. Y eso quería decir que podía estar con Abby.

A pesar de que quizás, a mi padre no le agradara que Abby no era una princesa, sabía que tarde o temprano podía convencerlo de que podíamos estar juntos.

No había podido reprimir mi sonrisa al pensar en un futuro junto a Abby. Pero solo había un problema. Quizás ni siquiera vuelva a ver a Abby. Seguro estaría enojada conmigo y no volvería al bosque. Y, si lograba encontrarla, tendría que convencerla de que me perdonara por ser un estúpido y lograr conquistarla de nuevo. Luego, tendría que averiguar una forma de decirle que soy un príncipe. De solo pensar en todo eso, me daba dolor de cabeza. Tenía que calmarme y hacer todo paso por paso. Primero, tenía que encontrarla.

Doblé una esquina y, al parecer, ese primer paso se cumplió más rápido de lo que pensé.

Allí estaba Abby, abrazando fuertemente a Daniela. ¿Qué hacía aquí? ¿Acaso conocía a Daniela?

De repente, recordé que un empleado me había dicho que una amiga de Daniela vendría a animarla y ahora Abby estaba aquí, abrazando a Daniela.

¿Cómo no se me ocurrió antes? Abby era la mejor amiga de Daniela y ahora estaba aquí, en el castillo. Sonreí involuntariamente por lo fácil que fue encontrarla. Luego, recordé que los demás pasos serían mucho más difícil y mi sonrisa desvaneció.

No podía dejar que ella me viera aún. Descubriría que soy el príncipe de la peor forma y preferiría decirle yo mismo cuando estuviéramos a solas. Pero tenía que pasar por su lado si quería llegar a mi habitación.

Ahora estaba Luke con ellas y todos parecían estar teniendo una linda reunión de la cual yo no quería formar parte aún. Formulé un plan lo más rápido que pude. Ellos parecían estar muy distraídos con su conversación así que decidí arriesgarme.

Seguí caminando en dirección a mi habitación tratando de pasar desapercibido. Por un momento, creí que funcionaba. Hasta que Abby me vio.

—¿Adrián? —dijo no muy segura si era yo o no. Maldije en mi mente antes de voltearme.

—¿Se conocen? —preguntó Daniela. Eso solo me confirmó que Abby no le había contado nada de lo que ocurrió entre nosotros a Daniela.  Y decidí hacerme el tonto y negar todo. Al menos hasta que le explicara todo a Abby.

—No. Estoy seguro que nunca la he visto en mi vida. Seguramente escuchó mi nombre en algún otro lado —dije obligándome a mi mismo a mentir y Abby frunció el ceño, seguramente confundida por mi acción.

Traté de transmitirle con mi mirada que luego le explicaría todo pero ella siguió mirándome de la misma forma. Parecía estar confundida, enojada y dolida al mismo tiempo pero negó con la cabeza antes de dirigirse a Daniela.

—Exacto. Probablemente solo escuché que un empleado lo mencionó y adiviné que era él —dijo con una sonrisa que noté que era falsa. Yo también sonreí falsamente esperando que Daniela y Luke creyeran lo que decíamos. Luke se encogió de hombros y Daniela lo imitó sin mucho ánimo. Asentí como despedida y me dirigí a mi habitación planeando cómo encontrarme con Abby y cómo lograr que me perdone.

Narra Abby:

Mantuve mis ojos fijos en Adrián mientras se alejaba hasta que lo perdí de vista y me alejé con Daniela hacia su habitación. Luke tenía que volver al trabajo pero le prometió a Daniela que iría a su habitación con ella tan pronto pudiera. Así que solo éramos Daniela y yo.

Amando lo ProhibidoWhere stories live. Discover now