Capítulo 43: Espiando

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Narra ____

Por fin en casa, estos días me di cuenta de que Sebastián me engañaba. Mas no se con quien lo hacia, bueno, esas eran mis sospechas. Desde aquella llamada no volví a llamarlo.
Pau, ella se relajo bastante, la pasamos juntas todo el tiempo y como era la costumbre solo estudiábamos a cualquier hora.

–Mira como sube el camión cuando bajas Paulina– me burle de ella, en pocas palabras intentaba decirle gorda, no eramos gordas, pero era un juego que teniamos.

–Callate idiota, que no tienes un exquisito cuerpo – dijo saliendo del bus, que nos dejaba a la puerta del apartamento.

Caminamos hasta el nuestro, sacamos las llaves y entramos silenciosamente para eviyar encontrarnos con un cuestionario llamado "Villalobos y Arango" con las tipicas preguntas "¿La pasaron bien?". No queríamos pasar por eso, pero nuestro intento por ser discretas fue en vano.

–Hola– Apareció un Mario despeinado por el medio día

–Hola– respondimos al unisono. El nos abrazo fuertemente a lo que nosotras le respondimos.

–Si preguntan por los niños, bueno. No están, regresan mañana a primera hora.

–No nos interesa– camine hasta mi habitación con una guerra de sentimientos dentro de mi.

Así la pase toda la tarde, solo pensaba, nada mas. Sebastián me cambio, eso era seguro. El esta harto de mi, tal vez no soy suficiente para el ¿Como todo lo lindo se destruye en un segundo? ¡Como!
El solo jugaba conmigo, es lo mas seguro.

–¿Estas bien ____?– escuche la voz de Pau tras la puerta. Quien no espero mi respuesta y paso.

–Claro, pasa. No quería un momento privado– conteste con sarcasmo mientras me sentaba en mi cama.

–Ya lo sabía, por eso entre –

–¿Ahora si me contaras que te traía tan emocionada?– cuestione mirándola fijamente

–Bueno, es que yo... ¡Tuve sexo con Adrián!– exclamó ahogando el grito, yo solo me limite a abrir mir ojos al máximo.

–¡Cuentame Puerca! – exclame emocionada acomodando me en la cama, ya que esto iba a ser una charla larga.

Narra Pau

♦ Flashback ♦

La idea de compartir cabaña con Adrián sin duda me incomodaba demasiado, muchísimo. Pero en fin, son dos camas y creo que no habrá problema.

–Vamos Pau, sera poco tiempo. Esto nos servirá para, no se, para conocernos mas. Recuerda que yo te salve y debes amarme – dijo mientras metía las maletas a la cabaña, yo sólo lo miraba desde la pequeña sala que poseía la cabaña.

–Oh espera, ¡Te amo Adrián, mi salavdor! Te montare un altar en el la Roma y voy a conmemorar un desfile dedicado a ti.– respondi con mi característico sarcasmo.

–Ya entendi, no haré dramas. Mis encantos te vuelven loca, lo se.– dijo cerrando la puerta a sus espaldas.

–Pero obvio, me dieron de baja en el manicomio porque era demasiado loca. Todo debido a ti– me pare y tome mis maletas. Camine hasta estas, pero unas grandes manos se posaron en mi cintura. No era la mejor de las sensaciones, pero aun así, me estremecía.

–Se lo que causo en ti– era Adrián, quien me giro para verlo de frente.

–No me causas nada– respondi firme tratando de no sonar débil.

–Vamos, desde hace tiempo que lo noto.– emitió una risa burlona, ¡Jodido sexy!

–Aun que así fuera, nada va a pasar.– afirme, quitando toda idea de su cabeza

–¿Como estas tan segura?– preguntó desafiante. Pero no sabia que responder, mis pensamientos solo eran invadidos por Arango.

–Lo se porque...– fui interrumpida por sus labios, los cuales besaban los míos con necesidad. Me separe bruscamente de aquel beso y me aleje de el, chocando con la pared. Roce mis labios con mi dedo índice, cerrando mía ojos inconscientemente. Mire una vez mas a Adrián, y me di cuenta de una cosa "Todo llega por algo, nada es en vano" y esa frase fue la responsable de mis actos. Salte a los brazos de Adrián, quien me sostuvo con delicadeza. Llevándome de nuevo a la pared donde antes dude las casas, mis piernas estaban enredadas en sus caderas, mis brazos se posicionaron al rededor de su cuello.

Sentí sus manos viajar por mi espalda, jugando con mi cabello. Baje de esa posición encantadora para dar el siguiente paso.

Nos despojamos de la ropa inútil, la arrojamos fuera de nuestro círculo de lujuria. Solo vestimos con la ropa interior a medias, ya que solo tenía las bragas y el su ajustado bóxer, que por detrás había algo ansioso.

Encamine a Adrián hasta la orilla de la cama, donde la ropa restante desapareció de nuestros agitados cuerpos.

Sentí como besaba cada parte de mi cuerpo, me acosto en la cama y se posicionó en mi entrada, para después entrar lentamente en mi.

Después de tanto el orgasmo se hizo presente en nuestros cuerpos.

******--

A la mañana siguiente Adrián no estaba en la cama. Lo busque alrededor y no había rastro de el, busque mis zapatos y lo encontré tirado en el piso.

Narra ____

–Eres una loca, Pau – reí como una tonta.

–Lo se. Lo se. ¿Como vas con Sebas?– cuestionó y mi sonrisa desapareció. Ella sabia perfectamente porque.

–Mañana que llegue, le daré fin a esta inservible relación– tape mi rostro ocultando las rebeldes lágrimas que salían.

–¡Que!– la puerta se  abrió de golpe dejando me ver a Sebas y a Arango.

–¿Tuviste sexo con Adrián?– dijo Arango bastante furioso

–No me importa _____. Sabia que esto pasaría. No te voy a obligar. Si no le dadas fin a todo esto tu, yo lo iba a hacer.– dijo Sebastián como si nada. Después de eso se retiro, dejandome impactada ¡El pensaba mandar al carajo esto!

Intercambio | T1 | Sebastian VillalobosWhere stories live. Discover now