Capítulo 21: Celos y Celos

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Narra _____

Esta noche fue perfecta. No se como describirla, ni siquiera encuentro las palabras correctas. Fue fantástico, solo eso puedo decir.

Toco mi cuerpo bajo las azules sabanas de la cama de Sebastián. Siento mi piel desnuda. No puedo evitar sentirme con pena. Miro debajo de estas y definitivamente estoy desnuda. No pude evitar mirar a Sebastian. ¡Dios! Su cuerpo desnudo apegado al mio. Tanta cercanía, hermoso.

-¿Porque ves por debajo de las sabanas?- escuche la voz mañanera de Sebastián, algo ronca. Sexy. Al instante sentí mis mejillas arder, estaba pasando, estaba sonrojada. Me ha pillado.

-¿Yo? Yo no miraba bajo las sabanas. Yo estaba... viendo... ¿yo? Si yo miraba el techo- hable nerviosa. Estaba nerviosa. ¿Como puede ser tan discreto para espiar cada movimiento? ¡Es brujito!

-Aja- salió de la cama, rumbo al closet. ¡Desnudo!

-Santa Madonna...- musite tapando mi rostro con la tela azul.

-¿Que?- dijo Sebastián de lo mas normal. No podía ver sus expresiones, tenia mi rostro tapado. Ridículo. Lose. Pero da pena.

-Estas desnudo Sebastián- reí por lo bajo. Escuche como emitía una risa sonora.

-¿Y que? Ya me viste así, ¡Y yo a ti!- comencé a notar que su voz era mas cercana, y más y mas. Senti que se monto en mi. ¡Suerte tengo la sabana! Destapó mi rostro y sonrió, mostrandome confianza.

-¿Que rayos haces Villalobos? - cuestione al ver sus reacciones. Comenzaba a moverse arriba de mí -Para... y es enserio- puse cara sería. Estaba seria.

-Te amo- beso fugazmente mis labios. Y ahí estaba de nuevo, la misma sensación que me abundaba por la noche. ¡El amor!

*-*-*-*

Decidí salir a desayunar con Paulina. Últimamente a estado triste, distante. Eso me preocupa.

Estábamos sentadas en las naranjas sillans del centro comercial, mientras comíamos hot cakes.

-¿Vas a decirme que sucede?- le pregunte. Ella asintió sin mirarme. Algo de verdad le estaba sucediendo.

-Arango... el me rechazo. Dijo que había alguien mas, que no era yo, era el. Es que al principio se comportó tan lindo y ahora- suspiro apunto de quebrar en llanto- ahora viene y sale con esto. No puedo amiga. Sinceramente no puedo.- dijo en voz baja. La abrace, mostrándole mi apoyo. Ella es mi mejor amiga, me duele muchísimo verla así.

-Es un imbécil- dije un tanto molesta.

El camino a casa fue callado. Íbamos por las calles contando chistes estúpidos sin gracia.

-Hermosa...- dijo un chico que paso a un costado nuestro. Alto, tez bronceada, cabello lacio café claro y ojos morrón. Lindo. ¡No mas que Sebas! Mi Sebas.

-¡Callate!- exclamó paulina. Siempre hace eso, desde los viejos tiempos. Una vez estábamos en mi casa en México. A la vuelta habían un par de albañiles detallando una casa, nos acosaron. Paulina les dijo como iban a morir. Es una loca.

-Perdone señorita, mi amiga es un mal educado. Soy Logan. Y el es Justin- estrecharon las manos tímidamente. En chico le entego una servilleta a Paulina.

Una vez en casa, nos topamos con los chicos jugando Jenga. Nos sentamos en la mesa aun lado de ellos. Nos ignoraron por completo. Prefiriendo su juego de tablitas gruesas.

-Eso fue extraño ¡Me dio una servilleta!- levanto la servilleta como si esta fuese un preciado objeto del faraón.

-Ya se. ¿Que chico te regala una servilleta?- reí ante la situación.

-¡Logan!- gritamos al unisono. Los chicos nos miraron raro, Sebastián me miro fijamente, con ojos expresaban mucho.

-Abrelo tal vez sea no se. La dirección de su casa o un motel- la mire picara. Al instante escuchamos como la torre jenga caía al suelo.

-¡Es su numero!- exclamó y gritamos. Ambas nos pusimos de pie y comenzamos a bailar. Como fideos.

-¿Que traen ustedes?- cuestiono Mario juntando las piezas del juego de mesa.

-Conocimos a dos chicos- dijo Pau tomando asiento en el piso.

-Explicame eso ____ Font- Sebastián hablo. Mirándome serio, muy serio por cierto.

-Ibamos por la calle y un chico se detuvo a decirme que soy "hermosa" después su amigo se disculpó y le dio la servilleta a Pau- hablaba mientras miraba al piso.

-¡Nadie debe mirar a mi novia!- exclamó abrazandome. Abrazo que sin duda alguna correspondi.

-¿Quien te dio su numero?- preguntó Arango acercándose a paulina. Pero ella lo ignoró por completo ¿Porque? Pues ella se senté herida. El la ha rechazado.

-Pau. Le llamaré a las chicas y nos divertiremos- dije abrazándola.

-No esta bien. Yo debo arreglar algo- medio sonrió e impartió camino a su recamara.

Tome mi celular y le llame a Cameron. Esta noche sería noche de chicas, si que si. Fui a la barra e hice la llamada. Los chicos se fueron a la sala, murmuraban cosas. ¡Crei que eso era de niñas!

-Diga...- contestó Cameron.

-Al fin. Bien. Llamale a Juana y a una de tus amigas. Hoy será noche de chicas. Trae tangas, juguetes sexuales y por favor no se te olvinden los condones de sabores- dije rápidamente pero entendible para ella. Mira la reacción de los chicos. Mario estaba con los ojos abiertos al tope. Sebastián tenia la boca abierta mas allá del limite fijo y Arango, el no sabia reírse a carcajadas o unirse a la noche de chicas.

-¿Que haras____?¡No quiero hombres aquí!- habló Sebastián en un tono sería.

-Calma. Ustedes se irán.- dije caminado hacia ellos.

-¡No! Claro que no unicornio bebe. Hoy es noche de chicos para nosotros, también nuestros amigos vienen- dijo Mario poniéndose de pie.

-Lastima. Creo que tendrán que soportarnos- finalice. Imparti camino a mi habitación. Esta noche sera divertida. Muy divertida.

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Corto. Lo se. Pero pronto haré maratón.
Gracia por el apoyo. ♥

Intercambio | T1 | Sebastian VillalobosDove le storie prendono vita. Scoprilo ora