Capítulo 16: ¡Quiero pastel!

2.3K 148 6
                                    

-Vamos a la habitación, esto es serio- musitó. Me tomo de la cintura guiandome a su habitación.



-¿Todo bien?- cuestione nerviosa. No les miento, quería llorar. Pienso que tal vez esto sera malo. Pero, todo puede pasar.



-¡No! Nada esta bien ¡Joder!- exclamó un poco agitado. Me acorraló en un rincón de la pared.



-Sebastian me estas asustando- dije con miedo. Estaba actuando un poco salvaje. Me aterrorizaba que me hiciera algo. El no es así.



-Mi amor, ya no aguanto- pego su frente con la mía, sus ojos estaban ligeramente cerrados. -No puedo verte sin excitarme- musitó. ¡Bravo! Tanto drama para eso. Los hombres solo buscan sexo. Ven un culo bueno ¡Se prenden!. Ven un escote pronunciado ¡Se prenden! Ven una prostituta ¡Se doble prenden!



-Hay Sebastian- dije con tono de fastidio. Rodee los ojos. No pide evitar una risa. -Espera unos 2 meses mas- reí y salí de l habitación. Detrás de mi venía Sebastian, que me fulminaba con la mirada.



-¿Y esa cara parce?- cuestionó Mario acercándose a Sebastian. Estaban en la cocina.



-Voy a fingir antojos- musite en el oído de Paulina. Enfadaría a Sebastian un rato.



-Vale! Vale- me animo.



-¡Sebas!- exclame haciendo un puchero...



-¿Que sucede preciosa?- camino hacia mi. En sus manos traía una bolsa de Sabritas que no paraba de comer.



-Se me antojo un pastel de Chocolate y una paleta de piña con chile- hice un puchero y le hice caras tiernas. El fruncio en ceño, vio a Mario que estaba igual de confundido.



-Solo hay de zanahoria- apunto hacia ka cocina con su dedo lleno de chile.



-¡Chocolate!- grite como una niña pequeña.



-_____...- dijo en voz baja mientras me miraba fijamente. Diciendo con la mirada "No caeré"



-Vente Paulina. Vamos nosotras. Si otros chicos nos ven, no es nuestra culpa, ¡Tal vez nos rapten! Pero no importa- le Sonreí falsamente a Sebastian.


Me pare del sillón junto con mi amiga.



-¡Ash! Esta bien. Nosotros vamos- se paro y se dirigió a la cocina, tiro la bolsa de su botana -Sebas- le llamó a Arango



-¡Marica! No este gritando- apareció un Arango irritado.



-Acompañeme a la pastelería, que las princesas. ¡Quieren pastel!- dijo molesto. Tomaba su cartera y la metía en sus bolsillos del pantalón.



-Pero acabó de traer de zanahoria- fue directo al refrigerador y saco el pastel de zanahoria. Dejándolo en la barra.



-Les dije, a no pero ellas quieren ¡Chocolate!- exclamó molesto. Paulina y yo conteniamos las risas.



-Ya pues vamos- dijo Arango abriendo la puerta. Mario ya estaba en el pasillo.



-Sebastian... mi beso- dije con un puchero en mi rostro. El se acercó u depósito un casto beso en mis labios. -Que no se te olvide mi paleta de piña con chile- asintió y salió de la casa.



A los segundos Paulina y yo morimos de la risa. Fue la escena perfecta.



-Te pasas _____- dijo agarrando su estómago. Que a estas alturas le a de doler por tanto reír.



-No importa. Ven comamos este pastel- me acerque a el pastel de zanahoria. Lo partí por la mirad. Una mitad para mi amiga y la otra para mi. El pastel no era muy grande, era de tamaño mediano. Unos 10 cm de radio.



-Pobres. Somos unas puercas tragonas- dijo Paulina riendo mientas introducía un pedazo del delicioso postre.



-Se deberán acostumbrar. Es mi novio y Arango sera tu futuro novio- la mire picra. Yo sabia que esos 2 terminarían mas unidos que la piel a la carne.



-No lo se. Solo nos hemos besado un par de veces y en la noche dormimos juntos, hace 2 días que le conozco y siento que nos conocemos de toda la vida.- Suspiro mirando a la nada, estaba enamorada.




Al finalizar de devorar el pastel. Fuimos al sillón. Empezamos a jugar un jueguito infantil con las manos -Me subo a la torre. El padre me regaña...- cantábamos y jugábamos, era divertido.


Mire la escena del crimen: la barra. Ahí estaba ma base del pastel, vacía. Me causo un poco de gracia.



-Llegamos- anunció Mario tirandose en la alfombra



-Toma- Sebastian me entrego una caja con pastel



-No amor, ya no quiero. Justo cuando se fueron se me antojo el de zanahoria - apunte a la mesa y ahí estaba la pura base con murusas alrededor.



-Estare en mi habitacion- dijo Paulina apuntó de soltar carcajadas. De tras de ella le seguía Arango.



-¿Lo hiciste a propósito, verdad?- dijo molesto sentándose a un lado se mi.



-Si- lo mire tierna mientras hacia una voz chillona.



-¿Porque lo hiciste?- interrogo serio. ¿Se enojo?



-Por lo que dijiste en la mañana- dije sonrojada recordando linqie había dicho



-Perdon, no debí decirlo. Creo que ya hiciste tu venganza- suspiro un tanto aliviado. Tomo su celular y tomo vídeo.



-Sebastian no- lo mire seria. Pero el seguía apuntándome con la cámara frontal.



-Amor, saluda a mis piezas del cubo- se acercó a mi y me abrazo.



-Hola señoritas- agite mi mano. Me sentía llena de pena. -Soy ___ Font- Sonreí abiertamente



-Mi novia- plantó un beso en mi mejilla y corto el vídeo. ¿Raro? Para nada.



La tarde la pasamos lo bastante bien. Vimos películas todo el día, cada quien estaba con su respectiva pareja, Mario había llamado a Cameron. Le conté del noviazgo, pero ella ya sabia. Debido a que vio el vídeo.



Paulia y Arango estaban juntos, mas no tan amorosos. Sebastian y yo estábamos en el sillón abrazados, Mario y Cameron en la alfombra acostados y Paulina estaba en la pared recargada con Arango.



-¡Dios!- exclame al ver como los protagonistas iban a tener sexo -Contaminan mi mente- tape mis ojos. Escuche la risita de Sebastian



-¡Virgen! Al parecer es virgen- grito Cameron mirando a Paulina y después a mi.



-¡Pobre! No veré eso- dijo paulina tapando su rostro.



-Hay niñas, no sean exageradas. Solo es sexo ¡Sexo!- dijo Mario y los chico festejaron por la palabra.



-Claro animales, como ustedes ya tienen experiencia en eso- habló Cameron.



-Si- musite aun con el rostro tapado.



-Silencio que ya esta la acción- dijo Sebastian, y no pude evitar darle un pequeño golpe.



Era la media noche. A Mario se le ocurrió ver películas terroríficas ¡Maravilloso! Yo no quería. Solo quería ir a dormir. Ya que mañana vendrían Juan Pablo y Juana muy temprano para ir al parque de diversiones.



-Me iré a dormir. Adiós- solté el agarre de Sebastian e impartí camino a mi habitación.


Entre y quite las sabanas para entrar. Comencé a quitar mi blusa, la avente en el canasto de ropa por lavar. Quite mis pantalones quedando en mi juego de lencería negro.



-¡Dios que acabo de ver!- escuche la voz de Sebastian.



-No...- musite apenada. El estampó la puerta a sus espaldas y me miro pícaro. Comenzo a quitar si playera seguido de sus pantalones. Estaba nerviosa, de estaba acercando peligrosamente a mi. Temible. Estaba temblando como nunca. Estaba a escasos pasos de mi persona. Sus ojos estaban negros de lujuria y su excitación aceleraba el ritmo de su respiración. Su miembro se notaba mas debajo de esos boxers. Llego frente a mi y comenzó a besarme con desesperación ...

Intercambio | T1 | Sebastian VillalobosWhere stories live. Discover now