-Vamos a la habitación, esto es serio- musitó. Me tomo de la cintura guiandome a su habitación.
-¿Todo bien?- cuestione nerviosa. No les miento, quería llorar. Pienso que tal vez esto sera malo. Pero, todo puede pasar.
-¡No! Nada esta bien ¡Joder!- exclamó un poco agitado. Me acorraló en un rincón de la pared.
-Sebastian me estas asustando- dije con miedo. Estaba actuando un poco salvaje. Me aterrorizaba que me hiciera algo. El no es así.
-Mi amor, ya no aguanto- pego su frente con la mía, sus ojos estaban ligeramente cerrados. -No puedo verte sin excitarme- musitó. ¡Bravo! Tanto drama para eso. Los hombres solo buscan sexo. Ven un culo bueno ¡Se prenden!. Ven un escote pronunciado ¡Se prenden! Ven una prostituta ¡Se doble prenden!
-Hay Sebastian- dije con tono de fastidio. Rodee los ojos. No pide evitar una risa. -Espera unos 2 meses mas- reí y salí de l habitación. Detrás de mi venía Sebastian, que me fulminaba con la mirada.
-¿Y esa cara parce?- cuestionó Mario acercándose a Sebastian. Estaban en la cocina.
-Voy a fingir antojos- musite en el oído de Paulina. Enfadaría a Sebastian un rato.
-Vale! Vale- me animo.
-¡Sebas!- exclame haciendo un puchero...
-¿Que sucede preciosa?- camino hacia mi. En sus manos traía una bolsa de Sabritas que no paraba de comer.
-Se me antojo un pastel de Chocolate y una paleta de piña con chile- hice un puchero y le hice caras tiernas. El fruncio en ceño, vio a Mario que estaba igual de confundido.
-Solo hay de zanahoria- apunto hacia ka cocina con su dedo lleno de chile.
-¡Chocolate!- grite como una niña pequeña.
-_____...- dijo en voz baja mientras me miraba fijamente. Diciendo con la mirada "No caeré"
-Vente Paulina. Vamos nosotras. Si otros chicos nos ven, no es nuestra culpa, ¡Tal vez nos rapten! Pero no importa- le Sonreí falsamente a Sebastian.
Me pare del sillón junto con mi amiga.
-¡Ash! Esta bien. Nosotros vamos- se paro y se dirigió a la cocina, tiro la bolsa de su botana -Sebas- le llamó a Arango
-¡Marica! No este gritando- apareció un Arango irritado.
-Acompañeme a la pastelería, que las princesas. ¡Quieren pastel!- dijo molesto. Tomaba su cartera y la metía en sus bolsillos del pantalón.
-Pero acabó de traer de zanahoria- fue directo al refrigerador y saco el pastel de zanahoria. Dejándolo en la barra.
-Les dije, a no pero ellas quieren ¡Chocolate!- exclamó molesto. Paulina y yo conteniamos las risas.
-Ya pues vamos- dijo Arango abriendo la puerta. Mario ya estaba en el pasillo.
-Sebastian... mi beso- dije con un puchero en mi rostro. El se acercó u depósito un casto beso en mis labios. -Que no se te olvide mi paleta de piña con chile- asintió y salió de la casa.
A los segundos Paulina y yo morimos de la risa. Fue la escena perfecta.
-Te pasas _____- dijo agarrando su estómago. Que a estas alturas le a de doler por tanto reír.
-No importa. Ven comamos este pastel- me acerque a el pastel de zanahoria. Lo partí por la mirad. Una mitad para mi amiga y la otra para mi. El pastel no era muy grande, era de tamaño mediano. Unos 10 cm de radio.
-Pobres. Somos unas puercas tragonas- dijo Paulina riendo mientas introducía un pedazo del delicioso postre.
-Se deberán acostumbrar. Es mi novio y Arango sera tu futuro novio- la mire picra. Yo sabia que esos 2 terminarían mas unidos que la piel a la carne.
-No lo se. Solo nos hemos besado un par de veces y en la noche dormimos juntos, hace 2 días que le conozco y siento que nos conocemos de toda la vida.- Suspiro mirando a la nada, estaba enamorada.
Al finalizar de devorar el pastel. Fuimos al sillón. Empezamos a jugar un jueguito infantil con las manos -Me subo a la torre. El padre me regaña...- cantábamos y jugábamos, era divertido.
Mire la escena del crimen: la barra. Ahí estaba ma base del pastel, vacía. Me causo un poco de gracia.
-Llegamos- anunció Mario tirandose en la alfombra
-Toma- Sebastian me entrego una caja con pastel
-No amor, ya no quiero. Justo cuando se fueron se me antojo el de zanahoria - apunte a la mesa y ahí estaba la pura base con murusas alrededor.
-Estare en mi habitacion- dijo Paulina apuntó de soltar carcajadas. De tras de ella le seguía Arango.
-¿Lo hiciste a propósito, verdad?- dijo molesto sentándose a un lado se mi.
-Si- lo mire tierna mientras hacia una voz chillona.
-¿Porque lo hiciste?- interrogo serio. ¿Se enojo?
-Por lo que dijiste en la mañana- dije sonrojada recordando linqie había dicho
-Perdon, no debí decirlo. Creo que ya hiciste tu venganza- suspiro un tanto aliviado. Tomo su celular y tomo vídeo.
-Sebastian no- lo mire seria. Pero el seguía apuntándome con la cámara frontal.
-Amor, saluda a mis piezas del cubo- se acercó a mi y me abrazo.
-Hola señoritas- agite mi mano. Me sentía llena de pena. -Soy ___ Font- Sonreí abiertamente
-Mi novia- plantó un beso en mi mejilla y corto el vídeo. ¿Raro? Para nada.
La tarde la pasamos lo bastante bien. Vimos películas todo el día, cada quien estaba con su respectiva pareja, Mario había llamado a Cameron. Le conté del noviazgo, pero ella ya sabia. Debido a que vio el vídeo.
Paulia y Arango estaban juntos, mas no tan amorosos. Sebastian y yo estábamos en el sillón abrazados, Mario y Cameron en la alfombra acostados y Paulina estaba en la pared recargada con Arango.
-¡Dios!- exclame al ver como los protagonistas iban a tener sexo -Contaminan mi mente- tape mis ojos. Escuche la risita de Sebastian
-¡Virgen! Al parecer es virgen- grito Cameron mirando a Paulina y después a mi.
-¡Pobre! No veré eso- dijo paulina tapando su rostro.
-Hay niñas, no sean exageradas. Solo es sexo ¡Sexo!- dijo Mario y los chico festejaron por la palabra.
-Claro animales, como ustedes ya tienen experiencia en eso- habló Cameron.
-Si- musite aun con el rostro tapado.
-Silencio que ya esta la acción- dijo Sebastian, y no pude evitar darle un pequeño golpe.
Era la media noche. A Mario se le ocurrió ver películas terroríficas ¡Maravilloso! Yo no quería. Solo quería ir a dormir. Ya que mañana vendrían Juan Pablo y Juana muy temprano para ir al parque de diversiones.
-Me iré a dormir. Adiós- solté el agarre de Sebastian e impartí camino a mi habitación.
Entre y quite las sabanas para entrar. Comencé a quitar mi blusa, la avente en el canasto de ropa por lavar. Quite mis pantalones quedando en mi juego de lencería negro.
-¡Dios que acabo de ver!- escuche la voz de Sebastian.
-No...- musite apenada. El estampó la puerta a sus espaldas y me miro pícaro. Comenzo a quitar si playera seguido de sus pantalones. Estaba nerviosa, de estaba acercando peligrosamente a mi. Temible. Estaba temblando como nunca. Estaba a escasos pasos de mi persona. Sus ojos estaban negros de lujuria y su excitación aceleraba el ritmo de su respiración. Su miembro se notaba mas debajo de esos boxers. Llego frente a mi y comenzó a besarme con desesperación ...
YOU ARE READING
Intercambio | T1 | Sebastian Villalobos
FanfictionCuando ____ Font se mude a el país de Colombia, con tan sólo 18 años, tendrá que enfrenar una serie de obstáculos. Entre esos, las agresiones escolares por su apariencia de chica nerd. Que esconde un cuerpo de diosa bajo ropa holgada y lentes volumi...