-sabes como soy- murmuro con burla mordisqueando mi cuello, asenti y me separe cuidadosamente de sus labios.


-iremos pronto a la habitación, tranquilizate- le dije riendo y tome su mano para caminar juntos hasta el bar que estaba en centro de la piscina.

-podemos ir ahora- susurro y sus brazos me abrazaron, pegando mi espalda a su estomago haciéndome saber lo mucho que lo deseaba.

-acabamos de llegar- reclame y le lance un poco de agua. Escondió su rostro en mi cuello y dio mordiscos en la piel. Ignore sus reclamos y continúe caminando con dificultad.

Llegamos hasta el centro de la piscina donde había una plataforma bastante grande donde se encontraba el bar con un espacio amplio para sillas donde las personas podían sentarse. Harry subio a la plataforma de semento y me ayudó también, el se sentó en una de las sillas y tomo mi cintura haciendo que me sentara sobre sus piernas.

Me moví sobre sus piernas para poder acomodarme y lo escuche gruñir.

-basta de moverse- rogó contra la piel de mi hombro y reí.

-Solo estoy sentándome mejor- excuse con una pequeña sonrisa en mis labios, una joven se acercó a atender y solo pedí un jugo natural de piña para mi, Harry no quiso nada. Me moví nuevamente sobre sus piernas, sabiendo obviamente lo que producía, y acomode mis brazos alrededor de su cuello mientras esperábamos mi jugo.

-deja de hacerlo-

-No, es divertido-dije y volví a moverme, pero esta vez con mas lentitud. Gruño, lo hice otra vez y luego otra. Reí al ver lo complicado que se veía. Y de un momento a otro el me había tomado entre sus brazos y comenzó a caminar conmigo.

-Harry- chille, y golpee su pecho- quiero mi jugo, ¿donde me llevas?

El no respondió y continuo cambiando junto a mi en sus brazos, salio de la piscina y sin soltarme me llevo hasta los baños.

-Harry...-murmure cuando el cerro la puerta del baño a sus espaldas, con seguro. El baño era bastante pequeño para dos personas y sin importancia el se quito el pantalón corto y se sentó sobre el inodoro. Desnudo. Excitado. Caliente.

-Desnudate- ordeno. ¡Dios, se veía tan caliente! Me quite mi bikini con lentitud mientras el acariciaba su erección. Tomo mis piernas con fuerza cuando ya estaba desnuda y me sentó sobre sus piernas.

-últimamente no tienes cordura-murmuré sobre sus labios cuando el comenzó a introducirse en mi.

-contigo es imposible tenerla- murmuro con dificultad, tomo mi cintura ayudandome a moverme sobre su regazo-¡Mierda, este lugar es muy pequeño!- gruño y de levanto del inodoro conmigo en sus piernas, y chille cuando me apretó contra su cuerpo y las paredes del pequeño baño.

Sus movimientos comenzaron y no dudo en ser brutal, gimiendo contra mi cuello y mordiendo mi cuello.

-tus pechos están mas grandes- murmuro lamiéndolos. Sus movimientos bruscos, el salir y entrar de mi , junto a sus mordidas sobre mi piel me hacían delirar , gemi contra su oído y sus movimientos se intensificaron aun mas.

El salio y volvió a entrar en un movimiento, sentí a mis paredes apretar su miembro con fuerza instantáneamente como si no quisiera que saliera más. Sus gemidos aumentaron y sus manos recorrían mi cuerpo.

Sentía sus empujones hasta el fondo, dándome un placer intenso, al mismo tiempo que sentía su cuerpo fuerte y musculoso contra mi, apretándome los pechos con el suyo y su lengua apresando la mía en un beso brusco y caliente.

Levanté mis piernas y apreté su cuerpo contra mi,su pene penetró más profundamente dentro de mí. La oleadas de placer recorren mi cuerpo, hasta que sentí como si todo mi cuerpo estallara mientras mis piernas le empujaban más adentro de mi. Al sentir mi orgasmo mis uñas de arrastraron por su espalda con brutalidad y solté un fuerte gemido cuando sus movimientos se aceleraron haciéndose más rápidos y mas profundos hasta que estalló con un fuerte gemido contra mi oído.

La sexta integrante |h.s| (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora