cap 44

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Sus ojos me miraron hambrientos. Estaba seduciéndolo, que había descubierto que se me daba realmente bien. —No empieces algo que no puedas acabar-me advirtió, inclinándome para poder atrapar mis labios entre los suyos; entonces fui yo quien decid echar la cabeza hacia atrás. Nuestras miradas se encontraron: la mía, divertida; la de él, peligrosa y terriblemente prometedora.

Desvié mi boca a su cuello, viendo cómo cerraba los ojos antes incluso de que llegase a rozarle con mis labios. Había descubierto que un solo roce de mi boca en un punto concreto de esa parte de su anatomía lo deja Totalmente fuera de juego. Sabía que no podía pasarme, estábamos en medio de un aparcamiento y nuestros padres estaban a punto de llegar, pero lo deseaba tanto… —Esta noche— dije depositando cálidos besos en su barbilla, bajando

hasta su cuello y deslizando la punta de mi lengua hasta llegar a su oreja-

Hazme tuya, Nick.-

Entonces una de sus manos se colocó en mi cintura, mientras que la otra subía hasta mi nuca, obligándome a echar la cabeza hacia atrás. —No tengo que hacerte mía, eres mía, replicó antes de besarme

Como estaba deseando hacer desde que habíamos llegado. Su lengua se introdujo en mi boca sin tapujos ni recato; arremetió contra la mía con locura desenfrenada, saboreándome o castigándome, no sabía muy bien qué. Era increíble lo que causaba su presencia en mi metabolismo. Su contacto, todo él, me volvía loca. Daba igual cuánto tiempo pasase, daba igual que el día anterior hubiésemos pasado todo el día juntos. Nunca me cansaba de él, nunca perdía esa atracción dolorosa que parecía unirnos como si
fuésemos imanes.
Pero antes de que mi cuerpo se derritiera, o más bien sufriera una combustión espontánea, el sonido de una bocina nos hizo pegar un salto, apartándonos bruscamente el uno del otro.

—Tu madre dijo él con mala cara.

—Tu padre— contraataqué yo.

culpa tuyaWhere stories live. Discover now