cap 22

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O más bien de matar a alguien. En ese momento la puerta de mi habitación abrió sin apenas hacer ruido. Levanté la cabeza y allí estaba él. Con el pelo revuelto y una camisa blanca, mi preferida.

¡Mierda!, se había arreglado para salir conmigo. Dibujé una sonrisa de circunstancias en mis labios y puse cara de no haber roto un plato en mi vida.

—Estás guapo—.

Nick levantó las cejas mirándome de aquella forma que me hacía complicadísimo saber qué le pasaba en ese instante por la cabeza y se acercó hasta mi cama sin quitarme los ojos de encima. —Me has dejado plantado— me reprochó tranquilo y no supe si estaba reprochándomelo o es que aún intentaba hacerse a la idea.

—Nick… — dije temiendo su reacción y sintiéndome culpable.

—Ven— me pidió con voz dulce. Tenía una mirada extraña, parecía estar sopesando algo, y me extrañó que no se pusiese a despotricar de inmediato.

Quería besarlo. Siempre quería besarlo. Si por mí fuera me pasaría todo el día con él, entre sus brazos. Me incorporé y fui de rodillas hasta la punta de la cama donde me esperaba de pie, aguardando.

—Creo que es la primera vez en mi vida que una tía me deja plantado, pecas— dijo.

Colocó sus manos en mi cintura. No sé cómo tomármelo,

—Lo siento— contesté entrecortadamente. —Estoy de los nervios, Nick, creo que no aprobaré. No sé nada y como suspenda no voy a graduarme, ni a entrar en la universidad, ni a trabajar en lo que me gusta: voy a ser una inculta, terminaré viviendo con mi madre, ¿te imaginas? Creo que…-

Sus labios me callaron con un beso rápido.

—Eres la persona más empollona que conozco, no vas a suspender—. Sus labios se apartaron y sus ojos me miraron con cariño.

—Voy a suspender, Nick, te lo digo en serio, creo que sacaré un cero, ¿te imaginas? ¡¿Un cero?! Dejaré de ser la preferida del profesor Lam, y eso

culpa tuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora