cap 33

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Borró la sonrisa de los labios y a mí me entraron ganas de quitarle el mal humor a hostias.

Sin pronunciar palabra, se alejó y empezó a caminar en dirección a donde estaba el resto de la gente. Noah me miró a los ojos.

Negué con la cabeza y la besé en la coronilla.

—¿Le pasa algo?-

—Tiene un mal día, tú pasa de él— le aconsejé inclinándome para besar su mejilla caliente por el fuego y después perderme en su cuello, Mis labios ansiaban su piel desde hacía días y lo último que quería ahora era verla disgustada por una gilipollez sin importancia.

—Te quiero— declaré bajando por su garganta, saboreando su piel y disfrutando al ver cómo se estremecía con mis caricias.

—Nick— dijo un minuto después cuando mi boca había empezado a bajar hacia la curvatura de sus pechos.

Me separé un segundo, embelesado con ella, pero viendo que habíamos despertado el interés de varias personas a nuestro alrededor, que nos estaban mirando, seguramente ansiosas por contemplar un bonito y erótico espectáculo.

Maldije entre dientes y le cogí la mano para tirar de ella en dirección contraria.

—Demos un paseo— propuse alejándonos de las hogueras y adentrándonos en la oscuridad de la noche y en el ruido armonioso del mar. No había mejor lugar que ese, y me gustaba sentirlo en calma, no con todo el alboroto de una estúpida fiesta.

Noah estaba extrañamente callada, sumida en sus pensamientos, y preferí no molestarla. Finalmente, se volvió hacia mí.

—¿Puedo hacerte una pregunta?— soltó con un deje de nerviosismo en la voz.

Bajé la mirada hacia ella y sonreí divertido.

—Claro, pecas— contesté deteniéndome junto a un árbol que había echado raíces bajo la arena y que se cernía imponente sobre nosotros.
Me senté a sus pies y atraje a Noah entre mis piernas. Así podía mirarla a los

culpa tuyaWhere stories live. Discover now