cap 25

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Su mano se colocó sobre mi estómago, obligándome a quedarme quieta.

—Te prometí un beso, ¿verdad?

Sus ojos ardieron sobre los míos y a punto estuve de derretirme. Cuando comprendí a lo que se refería, me tensé involuntariamente.

—Nick… — No sabía si estaba preparada para eso… nunca habíamos hecho nada parecido y de repente quise levantarme de la cama y salir corriendo.
Nicholas se acercó a mi boca, con sus codos a ambos lados de mi cara y me miró con calma.

—Solo relájate— me indicó enterrando la nariz en mi cuello, oliéndome y besándome con cuidado.
Cerré los ojos y me retorcí bajo su cuerpo.

—Eres tan dulce…— dijo bajando por mi estómago, sus labios me rozaban la piel y me causaban escalofríos.
Cuando llegó a su destino se detuvo unos instantes. Me pareció tremendamente erótico verlo ahí, entre mis piernas, con esa mirada de puro deseo, deseo por mí, por nadie más.

Tiró de mis braguitas hacia abajo, con cuidado y me dio tanta vergüenza que cerré los ojos, accediendo a que pasara sin saber si me iba a gustar o no, pero sin querer pensar mucho en ello. Su boca empezó besando mis muslos, primero uno y después el otro.
Me abrió las piernas con delicadeza mientras se acomodaba en medio y me estremecí.
Lo que vino después fue peor, mucho peor. —¡Dios…! - exclamé sin poder evitar moverme.
Sus manos me cogieron por la cintura y de repente sentí sus besos trazando círculos sobre mi piel hipersensible… Cerré los ojos y me dejé perder en sus caricias y en ese momento tan perfecto. Cuando sentí que todo se volvía demasiado intenso, una de mis manos fue a buscarle para pedir una tregua.

—Es incluso mejor de lo que había imaginado— confesó deteniéndose

culpa tuyaWhere stories live. Discover now