36 Capítulo final

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Narra Daniel.

He conocido la pérdida antes, pero al parecer ha pasado demasiado tiempo y la vida quiere volver a presentármela.

Lilith fue como una madre para mí. Cuando mi madre murió y me mudé a la base con mi padre adoptó ese lugar, aunque ella solía llamarse a sí misma mi mejor amiga. En estos momentos me doy cuenta de que nunca le dije que lo era, nunca le hice saber que era demasiadas cosas en mi vida, que tenía un lugar especial en ella. La mujer fue un ser extraordinario, fue noble conmigo hasta el final cuando protegió a lo que más amo con su propia vida.

____ Te estaré eternamente agradecido, anciana.

Ha asistido toda la base al funeral. Lilith no tenía hijos propios, pero todos en la base la consideraban una madre. Su último adiós estuvo lleno de flores y sonrisas al recordar sus ocurrencias, sonrisas de personas que en verdad la apreciaban. Es lo que merecía.

Por otro lado, estuvo el putrefacto cuerpo de Wilson del cual se ha encargado mi padre. Lo ha hecho él, ya que mi deseo era descuartizarlo y desmembrarlo en munúsculos pedazos y dárselo de comer a los perros al conjunto de los traidores que le servían, pero su cuerpo tenía evidencias de lo sucedido, así que fue llevado por las autoridades. No está demás mencionar que antes me aseguré de que estuviera bien muerto.

No me siento orgulloso de matar personas, pero Wilson no cabe dentro de esa categoría, por lo que me he permitido regocijarme en su tan esperada muerte y sentirme bien conmigo mismo por hacerlo pedazos con mis propias manos. Sin embargo, su muerte no borra el sabor amargo por la pérdida de Lilith, tampoco borra todo el daño que le ha hecho a mi familia, ni los rastros de su asquerosa existencia que solo dedicó a hacer daño.

Mató a mi madre y a mi hermana, mandó a matar a Clara, amenazó la vida de mi padre y de la abuela, secuestró a Francis, le arrebató la vida a Lilith, y la lista continuaría si tomara en cuenta todo el daño que me hizo cuando estuve bajo su cargo en la élite. Su muerte no fue ni la mitad de dolorosa que de lo que debió ser. Espero con todas mis ganas que se esté pudriendo en el jodido infierno y que mientras lo hace sienta el mismo dolor y angustia que le ha causado a sus víctimas.

Llueve. Desde el funeral de Lilith el cielo ha estado desahogándose, quiero creer que por su partida. Clara observa con mucha atención las pequeñas gotas que se deslizan por el cristal de la ventana de mi apartamento individual en la base mientras le preparo un té de manzanilla.

Después de lo que pasó no habla mucho, solo lo necesario. Me ha contado como han sucedido las cosas antes de que yo llegara. Se siente culpable por no haber recibido aquella bala que se suponía era para ella, pero, aunque quisiera darle la razón no puedo, porque eso significaría aceptar que fuera ella quien me faltara en este momento, y eso es algo que no podría concebir. No concibo pensar en una vida donde no la tenga a ella. Preferiría mil veces dejar de existir antes que vivir en un mundo donde ella no esté.

Me acerco lentamente por su espalda. Sujeto la taza humeante con una mano y con la otra le rodeo la cintura con delicadeza.

____ ¿Crees que es feliz allá donde está? ____ Su voz suena ausente, como si me hablara desde otra dimensión.

____ Estoy seguro de que debe estar haciendo reír a todos con sus ocurrencias donde sea que se encuentre. ____ Sonríe. Es la primera vez que la veo sonreír de verdad en los últimos tres días.

Clara se da media vuelta y me enfrenta manteniendo la sonrisa en sus labios, pero fijándome más a fondo me doy cuenta de que es una sonrisa triste, una de esas que destilan melancolía.

Toma la taza que le he traído entre sus pequeñas manos y se queda absorta observando el contenido, pensativa.

Acaricio su cabello con caricias lentas y pausadas para relajarla y trazo pequeños círculos con mis dedos en su cintura por encima de la ropa. Quisiera que olvidara todo lo que ha pasado, mejor aún, que no tuviera que presenciar nada de eso, que estuviera ajena a mi oscuridad, pero ha sido imposible apartarla, ella misma ha aceptado ser parte de mi mundo, este es el precio que debe pagar por dejarme entrar en su vida, ya lo he aceptado.

En compañía de nuestros miedos (Bilogía Miedos - Libro 1)Where stories live. Discover now