34

33 3 3
                                    

Narra Daniel.

Aunque conozco muy bien como practicarla, la tortura nunca ha sido de mis cosas favoritas, pero en esta ocasión estoy dispuesto a acudir a ella contar de obtener lo que quiero, dar con el paradero de Francis. Estoy dispuesto a hacer lo que sea para encontrarlo, aun cuando eso signifique perder el poco control que poseo y termine cortando uno a uno los dedos de Robert.

Ya ha amanecido. Nos llevó toda la noche orquestar y preparar todo para atrapar a Robert sin levantar sospechas, esperando que tenga la información que necesitamos y al fin podamos traer a Francis de vuelta. No pierdo la esperanza de que se encuentre bien, tiene que estarlo.

Ya casi, solo espera un poco más, hermano.

Observo pacientemente como Hernández y Vásquez traen al traidor arrastras en mi dirección. El imbécil oculta su repugnante ser bajo un traje gris hecho a la medida, zapatos negros perfectamente lustrados y corbata a juego. Su aspecto perfectamente alineado y aparentemente profesional no me inspira más que asco, porque conozco muy bien todo lo que se esconde debajo de esa ropa elegante y fingida amabilidad, solo lamento no haberme dado cuenta antes.

____ Lo encontramos a punto de salir de casa, señor. El idiota tenía una cita. ____ Reporta Vásquez.

____ Es toda una lástima que no podrá asistir. ____ Completa Hernández.

____ ¡¿Qué carajos intentan hacerme? ¡¿Acaso no saben quién soy?! ____ Balbucea Robert en un chillido molesto.

____ Si continúas gritando te arrancaré la garganta antes de lo que tenía planeado. ____ Amenaza Rojas.

____ Arrodíllenlo. ____ Pido con voz suave.

____ ¿Daniel? ¿Daniel eres tú?... ¿De qué se trata todo esto? ____ La desesperación en su voz es música para mis oídos.

Obvio el llamado y le hago una señal a Hernández para que le quite la bolsa de la cabeza. Al principio Robert se muestra desubicado, perdido y algo desorientado, pero su rostro toma expresiones de estupefacción cuando posa su mirada en mí. Un sinfín de emociones abordan sus ojos una detrás de otra, primero la sorpresa, luego la incomprensión, la incertidumbre y finalmente la rabia.

____ ¡¿Qué rayos te crees que haces, Daniel?!

Me muestro sereno, apacible y tranquilo, contrario a la turbación que desesperadamente se arrastra y me muerde por dentro, pero me abstengo de cualquier muestra de mis verdaderas emociones, no le daré el gusto de verme desquiciado cuando él es el que debería estar sufriendo en estos momentos.

____ Tengo una bonita propuesta para ti, Robert. Tú me dices lo que quiero saber y yo no decoro tu cara repugnante con una bala. ____ Mis palabras siguen siendo bajas, suaves pero sin emoción alguna.

____ ¿De qué rayos estás hablando?... ¿Por qué recurres a estos medios?... Si querías información sobre algo solo tenías que pedírmela, no había necesidad de que tus perros me raptaran. ____ Vásquez le da un empujón en respuesta a su desdeñoso comentario.

____ ¿Ah sí?... Entonces, ¿Puedes hablarme amablemente sobre el informe que debes entregarle a Wilson?... Sus hombres deberían haberse reportado dos veces ya, si no me equivoco.

____ ¿Por qué piensas que yo podría haberlo recibido? Francis también es mi amigo, ¿Cómo se te ocurre que yo...

____ Nunca mencioné a Francis.

____ Odio a los traidores. ____ Larga Hernández con evidente asco.

Robert se congela y podría asegurar que se muerde la lengua. Una sonrisa casi sádica decora mis labios y me dejo llevar por la adrenalina que la rabia me provoca. Dejo caer mi puño con fuerza contra su mandíbula y el hilo carmesí se hace presente al instante manchando su delicado traje gris. Me desequilibra que quiera seguir manteniendo su máscara de hombre impecable cuando ambos sabemos que ni siquiera llega a la categoría de insecto.

En compañía de nuestros miedos (Bilogía Miedos - Libro 1)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang