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Narra Clara.

Daniel. Su rostro se pasea por mi mente como si se hubiera transportado a mi cabeza, la misma imagen de él desapareciendo por ese horrible agujero me tortura cada jodido segundo, la pesadilla se repite una y otra vez sin darme lugar a pensar en otra cosa que no sea que el hombre que quiero se encuentra sepultado bajo un montón de tierra y escombros.

Han pasado más de seis horas desde que la réplica del derrumbe azotó con todo. El equipo alfa se ha dispuesto a rescatar a su capitán desde que la réplica se detuvo. Nadie quiso autorizar el rescate inmediatamente pasó el derrumbe, pero el teniente Francis y el equipo decidieron tomar las herramientas en sus propias manos para ir por Daniel, y han estado cavando sin descanso desde entonces.

No he vuelto a llorar, no puedo permitírmelo. Me aislé de todos por al menos dos horas, tomé ese tiempo para calmarme, y me propuse aferrarme a la esperanza. Sé que él está con vida, puedo sentirlo, no puedo derrumbarme como cualquier torre inestable sin cimientos, no es lo que el querría. Lo esperaré con la cabeza en alto y con los brazos abiertos como él lo haría conmigo.

Daniel, te estoy esperando, vuelve conmigo, amargado.

Me he alejado de todos, no he vuelto a hablar con nadie desde lo ocurrido, ni siquiera con las chicas, en su lugar, he estado atendiendo heridos sin descanso, temo que si paro vuelva a llorar, vuelva a romperme, y no voy a quebrarme. Él me pidió que fuera fuerte, y aunque en ese momento no imaginaba que esto podría pasar, lo que me ha dicho también aplica para él.

El tiempo se ha convertido en nuestro peor enemigo, la noche se muestra antes de lo que debería debido a las grandes nubes que arropan la estela del cielo evitando que cualquier rayo de luz llegue hasta nosotros. Son las 6:33 pm, y pareciera que son las 11:00 pm, pero, al menos la lluvia ha cesado y tenemos las luces de las lámparas improvisadas que el teniente Francis y el equipo colocaron para poder seguir trabajando.

La espera me parece eterna, pero no lo muestro, me obligo a mí misma a continuar con mi trabajo sin mostrar mis emociones. Me he propuesto ayudar a tantos como pueda, a no parecer débil, no cuando sé que él está ahí abajo por querer ayudar a estas personas, yo debo continuar con lo que el haría si estuviera con nosotros.

____ Clara, creo que ya es suficiente, deberías parar y descansar, aunque sea solo un momento.

Lorenzo lleva toda la tarde tratando de persuadirme para que me vaya a la base, me he negado de mil maneras posibles, pero no logro que se rinda, el problema está en que yo tampoco le haré caso por mucho que insista.

____ ¿Podrías dar alguna señal de que me estas escuchando? ____ Replica, pero continúo vendando el brazo de un joven sin prestarle atención a sus palabras. ____ Creo que ya es suficiente.

Ni siquiera elevo la mirada, y no es su culpa, es que simplemente no me apetece hablar con nadie, la única persona que tendría mi interés con solo respirar, es el capitán que se encuentra debajo de esos asquerosos escombros desde hace más de seis horas.

____ No puedes seguir así, Clara, no por ese hombre que lo más probable es que a estas alturas esté muerto.

Esta vez sí me giro para mirarlo con todo el dolor que sus palabras me causan reflejado en mi rostro. ____ ¿Qué has dicho?

____ Clara, yo ... ____ Titubea.

____ No. ____ Lo corto. ____ Él no está muerto, ¿Me oíste? ¡No lo está, no quiero que vuelvas a decir una cosa como esa!

Termino con el muchacho y comienzo a guardar los utensilios en el botiquín, indignada. Lorenzo por su parte parece inquieto, se pasa las manos por el pelo con frustración, y puedo sentir su mirada cuestionándome.

En compañía de nuestros miedos (Bilogía Miedos - Libro 1)Where stories live. Discover now