84.

1.7K 154 31
                                    

—No, no y no, Paula—dijo Junior mientras caminaba hacia el baño.

Lo seguí.

—Antonio, por favor!—suplique viéndolo por el espejo—Mira que chula quedó ella.

—Pero tú no lo necesitas—contestó harto mientras se peinaba—A ver dime que te vas a poner.

—Quiero que me quiten esto—señale mi estómago—Que me pongan más aquí y acá, también quiero...

—Estas loca—negó y me dejó sola en el baño—Dije que no.

—Pues yo lo haré y tú pagarás.

Me acosté dándole la espalda enojada.

—Paula, a veces me sacas de onda muy feo—dijo acostándose también—No se quien te pego esa idea.

—Literal todas las novias de tus amigos tienen la lipo.

—Y?

—Que yo también la necesito!—conteste mirándolo—Estoy harta de que en todos los eventos me sienta chiquita por el cuerpo de las demás.

—Paula, tú sabes que siempre estás entre las más halagadas de todos los eventos—dijo mirándome incrédulo—Todo el tiempo sacan fotos tuyas donde te ves muy bien.

—Es porque eres mi esposo, por eso dices eso!

—Pues no, no estoy de acuerdo con que te operes.

—Que bueno que no te estoy pidiendo permiso!—dije enojada escondiéndome en las cobijas.

Junior comenzó a reír desesperado.

—Por favor Dios, dame paciencia para lidiar con una ex embarazada y una bebé de tres meses.

Se metió abajo de las cobijas junto conmigo.

—Hola—me saludo divertido—Podemos hablar como adultos decentes?

—Déjame operarme—pedí—Tu vas a disfrutar los resultados.

—Mi amor, yo disfruto ya estos resultados—puso sus manos en mis caderas x

—No es cierto!—me queje—No parece que pari a Mel, sino que me la comí.

Junior comenzó a carcajear.

—Paula de verdad de donde sacaste eso?—dijo aun riendo—A veces siento que estoy hablando con una niña chiquita.

—Es en serio, Antonio—pegue en su pecho—Por favor.

—Mi amor, es que yo te veo perfecta, no entiendo que puedes ponerte.

—Pues no sé, nada más quiero ser bonita y ya!—dije desesperada.

Suspiró.

—Ven acá.

Quito las cobijas de encima nuestro e hizo que me sentara encima suyo.

—Tienes que ser muy muy honesta—asentí—De verdad quieres hacértelo?

Negué.

—Entonces, Paula?—preguntó divertido—Llevas todo el día con eso.

—Me da miedo porque dicen que duele mucho—respondí—Pero es que no se hasta cuando me sentiré así.

—Todavía te sientes muy insegura?—asentí—Sabes que vamos a hacer mañana mismo?

Lo mire.

—Iras a terapia—tomó mi mano—Iremos.

—Tu también?—prehunte extrañada.

—Necesito saber de que manera puedo ayudarte, mami.

Suspire.

—Está bien.

—Sabes que podemos hacer mientras?—pregunto acomodándose.

—Dime.

—Te puedo decir que me encanta de tu cuerpo.

Sonreí de forma coqueta.

—Quiero escucharte.

—Ven.

Me jalo más hacia el.

—Me encanta como crecieron—puso su mano en mis pechos—Todo el día tengo antojo de estar tocando aquí.

Gemí levemente. Sentí sus manos meterse dentro de mi pijama para tener contacto directo ahí.

—Qué más?—pregunté con los ojos cerrados.

—Déjame quedarme tantito aquí—dijo aún con sus manos tocándome—Te he tenido muy abandonada.

Asentí mientras continuaba con sus toques.

—Puedo?—pidió mientras subía los pliegues de mi blusa, asentí—Ahora si, así me gustan más.

Sentí su boca tener contacto con mi piel, mi respiración era más densa.

—Cómo podrías querer cambiarlos, eh?—pregunto separándose levemente—Para mi están perfectos.

—Te gustan así?

—Me encantan, mami—volvió a chupar—Estás deliciosa.

Se detuvo y bajo sus manos a mi short de pijama.

—Déjame verte sin esto, si?—asenti—Quitatelo y muéstrame.

Me quite un poco de encima suyo y me retire el short, quedando únicamente en ropa interior.

Lo escuché soltar un quejido.

—Ven, siéntate ya, quiero sentirte.

Hice caso y cuando me senté, me moví lentamente. Haciendo que los dos soltáramos un gemido.

—Todo esto es mi parte favorita.

Bajo sus manos hacia mi trasero y me pego mas hacia él.

—De verdad, no se de donde te ves mal, mi vida—dijo aún tocándome—Teniéndote aquí sin ropa, no te veo ni un solo centímetro mal.

Sentí su mano tener contacto directo con mi piel. Estaba demasiado sensible.

—Yo no podría aceptar que cambiaras algo de esto—siguió tocando—Porque también es mío.

Sonreí.

—Me toca.

Me deslicé hacia abajo hasta quedar frente a su bóxer. Lo baje lentamente mientras escuchaba su respiración.

—Pero quiero que me mires mientras lo hagas, mami—dijo poniendo su pulgar en mi casa—Quiero ver tu carita mientras me la chupas.

Solté un suspiro al escucharlo hablarme así, estaba por iniciar cuando un fuerte chillido se escuchó en la radio conectada al cuarto de Mel.

—No, no ahorita!—se quejó Junior.

Solté una carcajada mientras me levantaba para ir en busca de mi bebé.

—Lo siento, señor Herrera, tendrá que ser para después.

—Verdaderamente no se como sobrevivir con una ex embarazada caliente y una bebé que no me deja alivianarla.

😳😳😳

la cherry; junior hDonde viven las historias. Descúbrelo ahora