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18.

—Mi amor—encontré a Junior junto a Gabito frente a mi puerta. Apenas lo vi, lo abracé.—Cuánto te extrañé.

Me separé para darle un corto beso.

—Hola—Saludé a Gabito, quien me sonrió y regresó el saludo—Pásen, para que coman.

—Huele riquísimo, chula.

Toda la mañana estuve preparando cosas de comer. Estefanía dijo que parecía que vendrían seis familias. Me ponía nerviosa que a Gabito no le gustara lo que prepararía, entonces decidí hacer muchos tipos de comida. Había spaghetti, pollo, pescado y lasaña.

—Mi amor, ¿por qué hiciste tanto de comer?—preguntó Junior al ver la mesa.

—Es que no sabía qué comería Gabito—los escuché reír, yo me sonrojé.

Vi cómo ambos miraron la decoración; había llenado la sala de globos y una enorme manta que decía "Feliz fin de tour, mi amor. Estoy muy orgullosa de ti." Junior puso su brazo sobre mis hombros y después dio besos en mi frente.

—Mi preciosa, qué bonita eres.—no pude evitar sonrojarme.

—Coman, deben de estar agotados.

Nos sentamos los tres a comer.

—Qué tal el viaje?—pregunté.

—Cansado pero bien, aquí mi compa Junior ya estaba desesperado por llegar.—contestó Gabriel mientras miraba divertido a Antonio.

—No pues ya te quería ver, amor—dijo viéndome—Ya teníamos casi un mes sin vernos.

Solo me sonrojé; cualquier cosa que Junior dijera sobre mí me hacía sentir mariposas.

—Si saldrán hoy de fiesta?—recordé.

—Saldremos—me corrigió Ashee—Vendrás con nosotros.

Y aunque parezca tonto, me emocioné y una enorme sonrisa apareció en mi cara. Por primera vez saldría a un lugar muy público con él. Tal vez ya había replanteado nuestra relación.

—Pero no molestaré?—pregunté a lo que Junior volteó los ojos.

—Para nada, amor.

—Solo no me dejen sola, no sé socializar—dije riendo recordando la última vez que estuve en una fiesta con ellos.

—Yo prometo no dejarte solita—me contestó Gabito y yo sonreí.

...

—Vámonos—escuché a Junior desde la sala. Terminé de peinar mi cabello y me perfumé. Al acercarme al espejo, sonreí. Me veía muy bonita. El pequeño vestido rojo asentaba muy bien a mi cuerpo y las botas largas negras que estaba usando me quedaban perfectas.

—Estoy lista, perdón.

—Qué hermosa—dijo Antonio recién me vio. Se acercó para hacerme dar una pequeña vuelta—Te ves increíble, mi chula.

—Si? Te gusta?—él asintió para después darme un beso.

...

Al bajar de la camioneta, dos guardaespaldas nos estaban esperando. Nos ayudaron a adentrarnos al antro. Caminamos hacia lo que supongo que era la zona VIP.

—Mi amor, nos traerán botellas, pero si se te antoja algo más puedes pedirlo.—me dijo Junior al oído, yo asentí sonriendo.

Tal como él dijo, pronto trajeron una cubeta llena de botellas que supongo eran bastante caras. Las colocaron en la pequeña mesa frente a los sillones y comenzaron a servirnos.No sé cuánto tiempo fue, pero estoy segura que no tardo ni siquiera una hora en que nuestra mesa estuviera llena de gente; había algunos hombres más, todos eran del equipo de Junior y también habían llegado más chicas.