78.

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Eran las tres de la mañana y Antonio aún no aparecía. No había podido conciliar el sueño. Desesperada y molesta, marqué su número.

Tres tonos y contestó.

—¿Dónde verga estás? —pregunté molesta.

En Altavoz se escuchaba de fondo, a todo volumen.

—Por favor, mi amor, no cuelgues —cantó Junior en la llamada, gritando—. Mejor dime cuándo vuelves para que vuelvan esos días, donde tú sí me querías.

Bufé molesta.

—¿Estás tomando?

—Pues claro, mami —contestó despreocupado—. Mi morra dejó de quererme.

Rodé los ojos.

—Eres un dramático, Antonio.

—Nada más eso me dices ya —lo escuché alejarse de la música—. Que soy un dramático, ya no hay ni un te amo desde que nació Mel.

Sentí mi corazón entristecerse, tal vez la maternidad y el desorden hormonal me estaban consumiendo.

—Mi amor, pero tú sabes que te adoro con todo mi corazón.

—No, no lo sé, Pau —suspiró—. Siento que ya no estás tan enamorada de mí como al principio, mientras que yo a diario muero de amor por ti.

Estaba a punto de comenzar a llorar por saber que él se sentía así.

—Junior, yo también me muero de amor por ti —dije rápido—. En el hospital no paraba de presumirle a todos lo afortunada que soy de tenerte.

—Pero a mí no me lo haces saber.

—No, mi amor, perdóname —pedí—. No sabía que te sentías así.

—Es que ya no quieres hablar conmigo —dijo borracho—. Por eso me emperro tanto con que estuvieras con el otro tipo.

Mordí mi labio, necesitaba correr hacia él y decirle que lo adoro como a nadie.

—Es como si yo hubiera comenzado a fastidiarte —volvió a decir.

—Nunca, nunca digas eso, sabes que...

Me interrumpió una voz femenina en el fondo.

—Dice Nata que... —evidentemente Junior la interrumpió.

—Vete a la mierda, Antonio —dije para después colgar.

Estaba enfurecida. Maldito tonto, aquí estaba yo llorando y él en realidad de fiesta con otras mujeres. Mi celular pronto comenzó a sonar, indicando llamadas de mi esposo. Suspiré molesta.

Sin pensarlo, me aseguré de que la bebé estuviera perfectamente dormida y me dirigí al garaje para irme a la casa de Nata.

la cherry; junior hWhere stories live. Discover now