42.

3.2K 198 25
                                    

Paula's pov:

Rodé sobre mi cama, estaba ansiosa. No podía dormir y solo sentía muchos nervios. Había demasiados pensamientos intrusos en mi cabeza. Los mensajes de Junior me habían dejado muda. No sabía qué contestar a eso.

Bufé al ver la hora, 1:40 a.m. No podía más, estaba desesperada. Solo había alguien que podía calmarme. Si yo no podía dormir, él tampoco lo haría.

Tecleé su nombre y marqué.

—Pau, ¿estás bien?

Apenas escuché su voz, me solté a llorar. Me odiaba por ser tan sensible. Bueno, no era así para todo. Era por él.

Porque me había enamorado perdidamente del Antonio de estas últimas semanas. Me sentía feliz con él, adoraba salir a comer y escucharlo hablar. Y más importante, me sentía amada.

Y ahora sentía que se había perdido nuestra oportunidad.

—¿Por qué nunca nada puede funcionar para nosotros? —pregunté sollozando— ¿Por qué no puedes entender cuánto te quiero? Estoy cansada porque siempre algo nos tiene que salir mal.

Lo escuché suspirar.

—No llores, mi amor —me tranquilizó— Yo sé cuánto me quieres.

—Pero tú ya no me quieres a mí por el tonto de Gabito.

Él rió por lo bajo.

—Cómo no te voy a querer, chula? —preguntó divertido— ¿Dónde estás?

—En el departamento.

—Voy para allá.

—Por favor —pedí afectada.

—Sí, pero ya no llores—dijo con voz cálida.

—Aquí te espero.

Colgué y volví a llorar. No quería distanciarme de él nunca. Yo lo quiero conmigo.

Minutos después el timbre sonó y fui a abrir la puerta. Vi a Junior con los ojos rojos y bastante adormilado. Apenas lo vi, lloré de nuevo.

—Ay, mi amor —dijo abrazándome, acariciando mi espalda— Ya, no pasa nada.

—Soy una tonta, no sé por qué estoy llorando.

—Shh —continuaba con los masajes en mi espalda— Ven, vamos a que me cuentes qué pasa.

Entramos con cuidado a mi cuarto, me acosté y pronto él también.

—¿Qué pasó? —preguntó acariciando debajo de mis ojos— ¿Por qué estás así?

—Yo sé que tú no tienes por qué decirme con quién o no estar —dije recordando sus mensajes— Pero yo quiero estar contigo.

Él sonrió levemente y tomó mi cabeza pegándola a su pecho.

—Entonces tendremos que hablar de otras cosas —dijo pasando su mano por mi cabello— ¿Qué tienes con Gabriel?

—Nada, te juro que nada —respondí rápido— Los mensajes solo fueron porque así nos llevamos pero jamás ha habido algo entre nosotros.

—Pau, puedo decirte algo que vi hace unos días? —asentí— Los vi besándose.

En cuanto lo escuché, me separé para verlo confundida.

—¿De qué hablas?

—Hace dos días, llegué temprano y estaban ustedes dos en el pasillo —dijo serio— Tú lo abrazabas y después él comenzó a besarte.

—No fue así, Antonio —fruncí el ceño— Nos estábamos despidiendo y me dio un beso en la mejilla pero no hubo más.

Él no contestó, solo me miraba.

la cherry; junior hWhere stories live. Discover now