42

2 0 0
                                    


No tenía ganas de levantarme de la cama, a pesar de lo que dije ayer si me importaba aunque no debería es algo que no puedo evitar con Mary lloré todo este dolor pero parecía que aún no se terminaba sentía algo en el pecho que no me dejaba respirar bien. No me moví de la cama sabía que el no se había ido y no tenía ganas de enfrentarlo.

Pero cuando la insistencia de mi teléfono no me dejaba estar tranquila tuve que atender porque apagarlo sería darle la razón y desmentir lo que dije ayer.

Adeline.

Hola cariño, ¿como estás?

No también como me gustaría pero estoy bien—me bajo de la cama posando los pies en el suelo frío—¿No es muy temprano para llamar?

Si pero como ayer me tenías muy preocupada y no supe nada de ti.

—Estoy bien aunque eso de que la prensa esté detrás de mi sabes que me pone nerviosa.

Ya sé cariño, lo estoy solucionando no te preocupes.

Gracias, Adeline quería pedirte que mientras esta situación se va olvidado si podíamos posponer los preparativos—el otro lado de la línea se queda callado durante unos minutos antes de volver a hablar—Mi cabeza ni da para tanto ahora hay cosas que me confunden.

Esta bien cariño es comprensible, llámame si necesitas algo.

—Gracias Adeline.

Termino la llamada antes de que pueda despedirse, cuando me disponía a volver a la cama unos toques en mi puerta llaman mi atención aunque no hablo

—Alaïa sal por favor necesitamos hablar.

—¿Que quieres Alexander?

—Necesitamos hablar sobre lo nuestro después de lo de ayer.

—No se a cual nuestro te refieres porque la parte de la farsa ya está arreglada.

—Alaïa.

—No insistas, será mejor que te vayas.

—No sin antes hablar contigo.

—Entonces disfruta estando ahí parado porque no pienso abrirte—en la madrugada le puse seguro a la puerta en  caso de algo y ahora me alegro de haberlo echo.

Tomo mi cuaderno donde siempre anoto las cosas y por muy raro que sea para mi consigo dibujar una flor concretamente una rosa negra. Cuando se ha echo por la tarde y mi estómago comienza a rugir soporto porque sé que él sigue ahí detrás, salgo al balcón a por una poco de aire.

No podía seguir más tiempo encerrada, me cambio rápidamente recordando lo que había estando aplazando por días,no tengo ni ganas de arreglarme un vestido floral azul con unas converse blancas, tomo mi bolsa y me la paso por el hombro, al abrir me topo con un cuerpo dormido cerca de mi puerta, paso de largo rápidamente sin ser notada.

Al bajar al menos el grupo de reporteros había disminuido y eso me facilitó la salida. Al llegar a las grandes oficinas de OX no me hizo falta esperar porque la secretaria me dejó entrar sin problemas. Caminé a pasos firmes hasta el despacho de Matthew y al tocar este ya me estaba esperando.

—Hola pequeña—nos saludamos con un abrazo—¿Te encuentras bien?

—Me gustaría decirte que si pero los dos sabemos que no es así.

—¿Por la noticia de ayer?—Adeline entra y se sorprende al verme aquí—pensé que dijiste que todo eso era falso.

—No lo es, solo lo dije para que nada le pase a Alexander—confieso, Adeline se sienta junto a mi medio abrazándome por los hombros—Tu sabes lo que mi padre es capaz de hacer si piensa que la noticia es de verdad.

NO SUELTES MI MANOWhere stories live. Discover now