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Recogí todas mis cosas sin dejar nada mío aquí el no es apareció en todo el día, así que cuando me fui esta mañana a la casa donde no quería pero no tenía otra opción dejé mis cosas sin atreverme a instalarme y salí para terminar con esto de una vez por todas. Al entrar a esa empresa que apenas ayer salí llorando todos intentaba sonreirme como siempre pero yo no les devolví la sonrisa seguro pensaran que lo de ayer no fue nada.

—Alis cariño que bueno verte—me intercepta Adeline—Pensé que con lo de ayer todo se acabaría con mi hijo.

—¿La junta ya comenzó?—pregunto evitando hablar de eso.

—Acaban de entrar a la junta pero mientras podemos tomar algo juntas.

—No, solo vine a entregar esto y después me voy.

Camino hasta la sala de juntas y como las paredes eran de cristal nuestras miradas se cruzan pero aparto mis ojos solo vine con un propósito después me voy, la arpía es quien me abre pero lo que iré dejarme pasar.

—No es buen momento para intentar rogar amor mejor vete.

—Que lo hayas echo tu y aún asi te haya negado no significa que pasará lo mismo conmigo conoce tu lugar—la aparto y entro saludando a los presentes, me acerco al idiota y le entrego lo que tengo en las manos—Toma, te olvidaste esto y creí que lo necesitarías.

—¿Es ese el plano?—pregunta uno de los señores.

—Si, esta mañana con las prisas se le olvidó y supe que era importante y se lo traje.

—¿Podemos verlo?—pide la señora con los lentes.

Asiento mientras el idiota y su equipo se quedan callados, al abrirlo lo escaneo para poder proyectarlo y así explicar un poco todo. Cuando termino veo las caras de todos que parecen convencidos por todo, el equipo del idiota hace preguntas que les respondo como si este trabajo lo hicimos todos juntos y no yo sola.

—Me gustó incluso más que el otro—dice uno de ellos.

—Concuerdo contigo hermano hasta no creo que debamos ver otros proyectos si no les parece mal firmemos el contrato ahora mismo.

La pelirroja saca lo que creo son los contratos y entre los cuatro lo firman mientras yo me mantengo a una cierta distancia de todos recogiendo mis cosas excepto los planos y le entrego al equipo un pendrive con todo explicado y cada cosa pidiéndoles que no cambien nada.

—Es una suerte que su novia haya salvado todo.

El no se molesta en contradecir al señor mientras se dan las manos, me despido desde mi lugar y una vez se han ido espero a que todos se vayan para irme yo también pero el se queda y sin mas paso por su lado para marcharme pero me toma del brazo.

—Tenemos que hablar.

—Tu y yo no tenemos nada más que hablar el momento se dió ayer pero estabas tan convencido de que te traicioné que no quisiste.

—Entiende que...—no lo dejo terminar la verdad ya me daba igual.

—Entiende tú como me sentí ante esa humillación se supone que a la mujer que amas jamás la cuestionas o peor la juzgas como hicistes tu ayer.

—Pero ese no era nuestro caso, nosotros no somos...

—Justo por eso supuse que no desconfías de mi porque teníamos una alianza entre los dos—me suelto de su agarre—Nunca confío en nadie que entra a mi vida porque siempre tienden a lastimarme y algo muy en mi interior me decía que tú serías la excepción pero como siempre mi cerebro nunca se equivoca.

—Lo siento.

—De nada me sirve que lo sientas me heriste como no hay manera—Adeline y Matthew entran acompañados de Arthur—Destruiste lo poquito que quedaba de mi confianza hacia el resto de la humanidad.

NO SUELTES MI MANOWhere stories live. Discover now