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El día en la empresa estaba algo ajetreado todo el mundo corría de aquí para haya sin saber muy bien que es lo que buscan, Alexander salió más temprano debido a que tenía una reunión muy importante a la que asistir así que me vine sola. Al entrar a su oficina estaba vacía de seguro seguía en esa reunión saqué las cosas con las que tenía pensado trabajar pero no me fui a la mesa de dibujo sino que me quedé en su asiento.

No medí el tiempo cuando me puse a trabajar ya casi terminada en proyecto del hotel ecológico solo tenia que a cerciorarme de algunos detalles por si ocurre algún imprevisto y así se terminaría mi carga en esta empresa, cuando terminé admiré mi trabajo de semanas que quedó increíble.

—Dicen que los novios son lo que se parecen a las novias cuando se comprometen—Arthur entra dejando una cesta con flores en la mesa—tenia la esperanza de que vería cambiar a mi hermano y resulta que la que está cambiando eres tú.

—¿Quien te asegura que no es el quien se ha vuelto como yo?—guardo todo en una carpeta mientras converso—¿Que tal Arthur?

—Avergonzado y apenado.

—¿Pasa algo?

—Que no pasara diría que desde que entraste a la vida de mi hermano la mejoraste pero desde que entraste a la de mi prometida la volviste loca.

—Loca ya estaba solo que ahora se le salió varios tornillos.

—Vine a disculparme por lo de la subasta.

—No tienes porque además Alexander dijo que fue un error—porque se disculparía por esa estupidez.

—No fue un error ella sabía quien era Enzo cuando lo invitó al evento pero nadie pensó que él fuera tu ex novio solo ella.

Me quedo estática mirándolo, como esa bruja se pudo enterar de mi relación con Enzo eso solo significaba una sola cosa me habían descubierto, si ella sabía de mi conexión con Elias, Ian y ahora Enzo eso solo quiere decir que ya sabe quien soy o que está por descubrirlo.

—Alis,Alis.

Vuelvo a la realidad cuando escucho mi nombre.

—¿Como es que lo supo?

—No lo sé mi prometida hace cosas extrañas.

—Está bien no tienes porque disculparte además lo míos con Enzo terminó hace tres años ya no tiene importancia.

Me agradece antes de irse, Alexander entra y no le permito decir nada porque se que va a regañarme por estar en su sitio, le entrego la carpeta con todo y le explico antes de irme corriendo en dirección a la oficina de Adeline.

—Alis querida que tal.

—Bien Adeline.

—En que puedo ayudarte.

—¿Sería raro si te pido que empecemos a organizar la boda ya?—los ojos de ella se iluminan—Sobre todo con la búsqueda del vestido de novia.

—Pensé que nunca lo pedirías—toma su bolso y engancha su mano a mi brazo para hacerme andar—Tenemos tanto por hacer.

—Primero tomaré mis cosas en la oficina de tu hijo .

—Te acompaño porque si te ve sola querrá convencerte de que te quedes con el.

Me agradaba Adeline por eso no podía dejar de pensar en cuando esta farsa se acabe y me aleje de esta familia con lo buenos que han sido conmigo. Al llegar a la oficina el trata de decirme algo otra vez pero es su madre quien lo corta.

—Lo siento mucho Alex pero tomo prestada a Alis unas horas.

—Tiene trabajo pendiente.

—No lo tiene si los tuviera no me hubiera venido a buscar hasta parece tú—para arruinar mi buen humor la arpía de aparece sin tocar y mi sonrisa se desvanece—Solo serán un par de horas en las que pasaremos un rato nuera y suegra.

NO SUELTES MI MANODonde viven las historias. Descúbrelo ahora