2

13 1 0
                                    


Sabéis ese momento en el que te das cuenta de que tu vida hubiese sido diferente a como lo es de no ser por alguna estupidez pero en mi caso no fue por mi estupidez sino por la de alguien más, alguien a quien odio con todo mi ser y por quien como aprendí que es el dolor.

El recuerdo de eso se desvanece al ver a mi terapeuta apuntarme con el pincel, le sonrío con complicidad y este avanza hasta otro alumno. Admiro mi pintura y como siempre no me gusta lo que veo, lo que expresa ese cuadro es lo mismo que expresan todas mis demás obras a él.

No se como explicar eso pero todas mis obras terminan en lo mismo y eso siempre me frustra y termino deshaciéndome pero como siempre el doctor lo impide llevándoselo con el. Al salir de las clases mis amigas habían decidido que hoy cada una estaría ocupada cosa que me pareció demasiado raro para empezar ninguna trabajaba o iba a clases.

Con el gps que compartimos entre las dos la ubico justo en la zona baja de donde estoy, primera cosa rara les marco para verificar sus coartadas.

—Hola Mer—tomo el ascensor para la planta tres—¿Donde andas?

—Em...em.....estoy de compras—era pésima guardando secretos y peor para mentir—¿y....y...tu...tu?

Escucho la voz de las demás al mismo tiempo en que las puertas del ascensor se abren dándome paso a donde las ubicó sentadas en la última fila cerca de una tarima.

—Estaba pensado en salir pero no os localizo a ninguna.

—Estamos juntas—se le escapa y puedo ver como la regañan por eso—Digo nos acabamos de encontrar....

Suelta una risa nerviosa signo de que ya no sabe que más inventarse para salirse y como acto de buena fe camino hasta ella sin colgar el teleférico y solo cuando me paro detrás de ellas carraspeo haciéndome notar.

—No sé de qué va todo esto pero espero que al menos estéis planeando una sorpresa.

—Alis, no es lo que parece—se excusa Camila—Te lo podemos explicar pero vámonos quieres.

—Cam tiene razón será mejor irnos—Nessa me jala para salir.

Me detengo al verlas tan sospechosas sobre ese asunto, Cam me obliga a verla a los ojos causando que el escenario quedase detrás de mi. Las miro de lo extrañas que se están portando en especial Meredith que pareciera que se le van a salir los ojos al mirara detrás de mi.

—Es un honor tenerles aquí en este día...—dice una voz de mujer pero al querer girarme para ver de qué se trata las chicas me lo impiden de una forma brusca—Con ustedes el presidente de OX—por un momento se me paraliza el cuerpo con solo la mención de esa empresa, todo mi sistema ruega que no diga el nombre que estoy pensando—.....Alexander cox.

A la mierda lo dijo, el tic en mi ojo aparece obligándome a cerrarlos unos instantes antes de armarme de valor y girarme completamente para verlo pero las chicas lo impiden calmándome y lo hubiesen conseguido de no ser que ese idiota se hubiera dirigido a mi.

—Señoritas hagan el favor de sentarse o de largase pero ahí no las quiero ver.

Cam que es la más sensata entre nosotras trata de arrastrarme a la salida junto con las demás y otra vez lo hubieran conseguido pero parece que el destino quería que aquello por lo que me estaba conteniendo pasase.

—La gente pobre y sus malos modales.

Suficiente incluso las chicas lo notaron porque inmediatamente me soltaron, caminé lo más determinada posible el señor no se dio cuenta hasta que me tuvo delante y cuando estaba por soltar otra estupidez su cara se voltea a la izquierda por tremenda bofetada que le había asestado dejando una huella de mis dedos en su mejilla.

NO SUELTES MI MANONơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ