12

2 0 0
                                    


—Ojalá—había dicho y aunque yo fuese hija única ese sentimiento lo conocía demasiado bien.

—Ella no debió meterse con tu hermano solo para lastimarte.

—¿Quien te asegura que lo hizo para lastimarme?

Me salgo de su lado para sentarme con los pies cruzados delante de él.

—Soy mujer también.

—Wuah, no me di cuenta hasta ahora—se burla sin dejarme acabar—Y que dirán ahora de mi.

—Déjame terminar idiota, también soy mujer y conozco nuestros alcances antes te dije que lo de las becas lo hizo por despecho pues esto también.

—¿que ganaba ella con estar con mi hermano?

—Te quería demostrar que eras tan remplazable que no dudó en cambiarte por una mejor versión de ti.

—¿Tu crees que Arthur es mejor que yo?—el tono con el que dijo aquello me dio tanta pena que me apresuré a negar.

—No, pero es el mensaje que ella quiere mandarte y por tu hermano tengo dos teorías una es que siempre ha estado enamorado de ella y dos que lo hace para fastidiarte.

—Pero con cuál te quedas.

—Con la segunda.

—¿Porqué esa?

—No es por alardear o nada pero las pocas veces que nos hemos cruzado tu hermano me ha mirado raro—odiaba que alguien me mirase de esa forma y a él no le importaba ocultarlo—se me quedaba comiendo con los ojos y eso me incomoda bastante.

—No lo culpo—murmura lo más bajo que puede.

—¿Que?

—Nada, pero no te preocupes ya no te sentirás incomoda.

Nos quedamos en silencio solo mirándonos, me muevo hasta tocar la mesita y sacar una libreta que siempre cargo conmigo para empezar a anotar todo.

—Te puedo pedir algo—hablo sin dejar de escribir.

—Lo que necesites.

—No le digas a nadie nada de lo que haz descubierto hoy, si te lo he confiado es porque de alguna forma transmites confianza.

—No te preocupes nadie lo sabrá—asegura—Pero no vas a poder evitar que quiera ayudarte.

—No sientas pena por mí eso nunca Alexander.

—Entonces no hagas que lo sienta y levántate de ese hoyo en el que estás.

La cantidad de odio que sentía por el se fue reduciendo poco a poco y con saber que el no fue el culpable de que perdiera mi beca hizo que lo empiece de ver con otros ojos. Después de nuestro pequeño momento nos fuimos a divertirnos fuera y he de admitir que me divertí bastante con su compañía.

Se adaptó perfectamente con mis compañeros de grupo, compartió conmigo algunas de sus anecdotas del pasado, al caer la noche ninguno de los dos dijo nada cuando nos dimos cuenta de que tendríamos que dormir en la misma cama. Nos acomodamos de modo en que nadie sobrepasara los límites del otro.

—Idiota,no puedo dormir—digo sacudiéndolo—hablemos.

Finge estar dormido porque desde mi postura puedo controlar su respiración.

—No finjas que esas ya me las conozco Anne también solía hacerlo—todavia no dice nada solo se queda en su posición—Alex,Alex, Alex...

En un moviendo ágil se da la vuelta y me envuelve en su brazos para hacerme callar. Me quedo inmóvil sin decir nada solo aceptando su cercanía.

NO SUELTES MI MANOWhere stories live. Discover now