31

4 0 0
                                    

Alexander.

Hoy tampoco iríamos a trabajar. Después de la noche en la que me contó todo o la mayoría de cosas por la que había atravesado, se desahogó y lloró en mi hombro se me partió el corazón oír por lo que había pasado sola. Me necesitaban en la empresa pero me negué a ir hasta que ella se sintiera bien pero como había faltado mucho me dieron como ultimátum hoy ya que mañana habrá una fiesta importante a la que debo asistir. La traje a uno de los mejores jardines de la zona para relajarla.

—Me gusta este sitio—dice con los ojos cerrados—Aunque mi lugar favorito sigue siendo donde destrozamos cosas.

—Eso afirma mi teoría sobre que eres agresiva.

—Más te vale andarte con cuidado conmigo.

—Adivina que es lo que haremos aquí—gira la cabeza mostrando sus hermosos ojos color café que me miran.

—No vas a decir pintar porque me iré.

—Eso es justo lo que vamos a hacer—saco los lienzos que escondí ayer cuando vine para prepararlo todo, le entrego el suyo y pongo las pinturas en medio de los dos—Vamos a hacer una actividad de pareja.

—No vas a conseguir que pinte.

—Tienes que pintarme a mí y yo te voy a pintar a ti.

—No sabes pintar idiota—consigo una sonrisa por parte suya, la verdad es que siempre amo verla sonreír.

—Soy arquitecto no me subestimes—alardeo como siempre y ella saca la lengua.

—Entonces pintaré para ver qué tan talentoso eres.

—La condición es simple debemos pintarnos a nosotros.

—Será fácil solo a ti te puedo dibujar—susurra bajito.

Ella comienza a trazar líneas y como no tengo ni idea de que hacer imito sus acciones y me quedo detallando cada carte de su rostro pero soy incapaz de hacer una línea que no sea recta, por su parte la veo hasta sombrear, como puedo intento dibujar y se me hace imposible. Me rindo al cabo de cinco minutos intentándolo coloreo la cosa que había dibujado porque eso podía ser cualquier cosa menos ella.

—¿Ya terminaste?—me pregunta tomando otro carboncillo.

—La perfección requiere tiempo.

—Disculpa Da vinci.

No hago nada más mientras espero a que ella termine porque haga lo que haga no salvaría nada solo lo empeoraba, me comí varias uvas hasta que ella anunció que terminó.

—No enseñes aún,voy a sacar la cámara.

—No grabes esto.

—Claro que lo voy a grabar—saca el teléfono apuntando con la cámara—Estais apunto de conocer el lado artista de mi querido prometido.

—No es necesario con que lo veas tú es suficiente.

—No, todo el mundo tiene derecho a ver la obra de arte de el Da Vinci de esta época.

—Esta bien pero empezamos contigo—me entrega la cámara a mi y tengo que admitir que se ve preciosa con los rayos de sol apuntándole la cara—La talentosa Alaïa Bennett próximamente Cox va a demostrar su increíble talento.

—Preparado....

Le da la vuelta, otra vez me quedo asombrado por el talento que posee para plasmar sensaciones en sus pinturas, me mira esperando a que diga algo.

—Esto es increíble Alaïa, es....es....precioso soy yo—tenía que sacar mi lado egocéntrico—Pero soy guapísimo, mirame un momento normal que estés enamorada de mi.

NO SUELTES MI MANOWhere stories live. Discover now