NO SUELTES MI MANO

10

Una de las razones para dejar que el venga conmigo era que así podria fastidiar a la pelirroja y la otra porque me ayudó a pasar la noche de la tormenta y le había prometido no discutir no discutir por unos días así con esto ya estábamos a mano.

Desde que habíamos llegado no se me pasó por desapercibido las miradas que le echaban las mujeres de ahí cosa que empezó a incomodarme de una forma extraña, digo podrían tener un poco de respeto por mi.

—Nunca creí que se te diera bien el béisbol—me dice trayéndome de vuelta a la realidad—Aunque lo correcto sería que nunca me imaginé salir con alguien a quien se le diera mejor el béisbol que a mí.

—Y todavía te queda más por saber—le dice Gael en un tono casi igual al de Casandra.—Oye princesa porque no le muestras lo que puedes hacer.

—Te dije que dejes de llamarme de ese modo—se lo había suplicado varias veces pero nunca hacía caso—Sabes que no me gusta.

—Lo sé pero también conozco el significado de ese nombre y créeme que lo hago por tu bien.

Ya no creía que eso fuera así pero nunca se lo hice saber en especial cuando se que es el quien me está ayudando a superar esos miedos. Alexander se coloca detrás de mi tomando mi cintura con una mano.

—Tinker bell—ese apodo era nuevo pero no podría demostrar que lo era—Que te parece si nos metemos al agua.

—Me parece perfecto—digo dejando el bate de lado.

Ya me había incomodado las miradas e insinuaciones de Gael. Le llevo a la cascada que hay en ese sitio, era uno de los mejores lugares de la isla que pocas personas conocían, caminamos por algún extraño motivo tomados de la mano.

—¿como conoces este lugar?—me pregunta cuando le muestro—Este lugar es precioso.

—En mi primer año aquí me perdí.

—Cómo es que has estado ocultado esto tú sola—la duda no me dejaba la verdad—Digo guardar un secreto para alguien que parece ser transparente es difícil.

—No lo sé supongo que es gracias a que Anne me tiene confianza y nunca se mete en mis asuntos o quizás ya lo sabe pero se hace la loca.

—No creo que ella lo sepa o yo no estaría aquí contigo.

—Anne ha pasado por muchas cosas por eso no quiero crearle más problema—le veo sacarse la playera para quedar en bañador—Me gusta resolver lo mío sola.

Entra al agua escuchándome hablar, me quedo sentada sobre una roca viéndolo moverse en el agua.

—Esto es magnífico, podría quedarme toda la vida aquí.

—Lo sé pero lo mejor viene en la noche.

—¿No te vas a meter al agua o es que tienes miedo de nadar conmigo?

—Ni en tus sueños más profundos—me quito el pantalón y el resto de las prendas lista para sumergirme.

Sus ojos recorren cada curva de mi cuerpo con cierta emoción en los ojos que no puedo descifrar pero debía admitir que el efecto que su mirada causaba en mí me gustaba i eso pensé hasta darme cuenta que su mirada se clavó en una zona en específica "la cicatriz" no me avergonzaba de ella porque representa lo fuerte que soy pero me incomodaban las preguntas sobre su origen por eso esperé que él no preguntase nada.

—Si no dejas de comerme con los ojos podría pensar que de verdad te gusto—le molesto metiéndome al agua—Deberías sentirte especial.

—¿Por estar saliendo contigo?—dice con un tono burlón—Ya he visto que tienes muchos pretendientes pero tengo una duda.