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Alexander.

—¿Dónde está Alis hace días que no la veo?—mi madre había estado toda la semana preguntando por ella.

—Tiene trabajo pendiente madre.

—Pásame su número para poder hablar con ella cuando quiera.

—Madre.

—Prefieres que cada vez que quiera hablar con ella pase por ti—rápidamente anoto su número en un papel y se lo paso—Eso mismo pensé.

Desde que habíamos vuelto extrañamente ella había desaparecido, decidí darla su espacio a pesar del acuerdo de nosotros, durante ese viaje descubrí que una sonrisa podría guardar tantas cosas oscuras. No habíamos vuelto a hablar desde entonces.

—Pienso invitarla a comer conmigo.

—Madre ella no se ha estado sintiendo bien.

—Eso lo averiguaré yo misma querido, déjame decirte que me gusta esta chica—me sorprendo porque es la primera vez que tenemos una charla así y justo es por Alaïa—No la dejes escapar porque eso jamás te lo perdonaría.

—Solo la has visto un par de veces.

—Suficientes como para saber que la quiero a tu lado para siempre ella te hace bien.

—Nunca te has preocupado tanto por mi a que viene este interés matutino.

—A que por fin has echo algo que me gusta, desde pequeño siempre has querido llevarme la contraria pero ahora parece que por fin vas por buen camino.

No digo nada volviendo al trabajo ella se queda en silencio concentrandose en el trabajo que habia venido a hacer, estamos los dos tan sumergidos en el trabajo que se nos pasa la hora volando hasta que mi teléfono interrumpe nuestro silencio.

TinkerBell.

Se que mi madre ha leído ese nombre porque mi teléfono quedaba más cerca de ella.

—Dime TinkerBell.

Oigo como suelta un bufido de frustración, me he dado cuenta que de verdad odia ese nombre a pesar que todas las niñas una vez amaron a ese personaje.

Deja de llamarme así.—se queja con voz suave—Tenemos que vernos hoy.

—¿Tiene que ser hoy?—pregunto apoyándome en la silla reclinable—Estoy algo ocupado con el trabajo.

Mi madre entrelaza las cejas molesta por esa respuesta.

—No te hubiera llamado de no ser urgente para nosotros.

—¿Estas bien?

No importa si estoy bien o no pero ahora mismo no quiero estar sola y necesitamos hablar—se escucha algo romperse desde el otro lado—Tenemos que ponerle solución a este problema que...

Oigo como ahoga un grito de terror y me pongo en alerta,—Porfavor ven.

—Estaré ahí en un momento no cuelgues la llamada—tomo mis cosas apresuradamente—madre tengo que irme porfavor disculpame en la junta

NO SUELTES MI MANOUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum