CAPÍTULO 33

221 30 1
                                    

"A la mierda con eso"

ADRIEN

El sonido de mis dedos chocando la madera me va a volver por terminar loco, pero es mi única manera de sobrellevar la ansiedad de no encontrarla. Golpeo la mesa con rabia, sintiendo cómo la impotencia se apodera de mí. Mis manos tiemblan, pero necesito mantenerme en control.

― ¡Maldita sea! ¿Dónde diablos te has metido, Megan?― mi voz llena de desesperación se pierde en la habitación vacía.

Me dirijo hacia el mini bar en un rincón de la oficina y sirvo un vaso de whisky. Lo bebo de un solo trago, sintiendo el ardor descendiendo por mi garganta. La frustración y la preocupación me invaden, y mi mente se llena de pensamientos oscuros.

― Megan.― susurro, sintiendo el nudo en mi pecho crecer con cada momento de incertidumbre.― Te juro te voy a encontrar, y a ese hijo de puta que se atrevió a besarte, lo voy a estrangular con mis propias manos.

Lanzo el vaso contra la pared.

El sonido de mi celular rompe el silencio tenso. Lo cojo con ansiedad, esperando desesperadamente noticias de Megan.

― ¿La encontraste?― pregunto con urgencia apenas contesto la llamada.

― Sí, señor. Está en una playa a una hora de la ciudad, pero...

― ¿Pero qué? ¿Le ha pasado algo?― mi voz refleja mi preocupación mientras me aferró al teléfono.

― No, señor. Ella está acompañada de un hombre, se registraron en un hotel y las reservas están a nombre de Akin Demir.

El nombre de Akin golpea mi pecho con fuerza, como un puñetazo directo al corazón. La furia se apodera de mí mientras escucha las palabras del otro lado de la línea.

Mis manos aprietan con fuerza, mis puños se cierran con furia. ¿Qué Demonios hace él con ella?

― ¡Maldito hijo de puta!― rito, sintiendo cómo la ira hierve dentro de mí.― ¡Lo voy a matar!

Lanzo la botella de licor al suelo con rabia, sintiendo la necesidad incontrolable de hacer pagar a Akin por atreverse a estar con Megan. No permitiré que nadie se interponga entre nosotros, Megan es mía y haré lo que sea necesario para recuperarla.

Agarro las llaves de mi auto, que descansan sobre el escritorio, con una mezcla de furia y determinación. Salgo de mi oficina sin prestar atención a nada más que no sea mi objetivo.

― Señor.― Romina se interpone en mi camino, pero no le presto atención. No tengo tiempo para sus coqueteos.― Adrien, ¿Qué te sucede? Te noto tenso.― su voz suena seductora mientras intenta acercarse.

La aparto bruscamente, dejando en claro mi incomodidad.

― Escucha. En tu vida vuelves a tocarme. Lo que pasó días atrás no se va a volver a repetir. Encárgate de trabajar, no de fastidiarme la vida.

Sin esperar respuesta, me dirigí hacia el ascensor. Cada paso que hace está cargado de frustración y confusión. ¿Cómo permití que esta situación se me saliera de las manos? Me siento atrapado en un torbellino de emociones que no logro comprender.

Golpeo las paredes de frustración.

Ella me tiene así.

La idea de que otro hombre esté aprovechándose de la situación con Megan me llena de ira. Mi mente está completamente enfocada en una sola cosa: encontrar a Megan y enfrentar a ese maldito de Akin.

Salgo de la empresa con pasos firmes, mi corazón latiendo con furia en mi pecho. El trayecto hacia la playa se siente como una eternidad, y el cielo oscuro refleja mi estado de ánimo. Las luces de la ciudad se desvanecen a medida que me alejo del bullicio urbano, y solo tengo un pensamiento en mente: llegar lo más pronto posible para encontrar a Megan.

Contrato sin amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora