Contrato sin amor

CAPÍTULO 25

Megan⬆️

"Fammi tuo"

MEGAN

Es hoy, el cumpleaños de Luna, tuve que salir temprano a mi oficina, para dejar listo las tareas de trabajo del día de hoy.

Volví a mi departamento junto Adrien. Ya han pasado dos días desde que paso lo de la discoteca.

Edward no deja de llamarme, y eso me molesta. No le he contado a Adrien, porque conociéndolo seria capaz de ir allá y dejarlo con un pies en el en la tumba. Además, no entiendo cómo consiguió mi contacto. Rachel, por otro lado, ni siquiera se ha molestado en escribirme preguntando sobre lo que sucedió aquella noche.

Liana levanta su celular y se dirige a mí.

― El Porsche llegará en una hora, lo traerán hasta aquí.

― Perfecto.― Respondo.

Será un buen regalo para mi hermanita. Sé que llorará de alegría al verlo.

― Necesito que llames a una organizadora de eventos, le dije a mamá que me encargaría de eso, lo haremos en el rancho de mi abuelo.

― De inmediato me encargo de eso.

El intercomunicador suena.

― Dime.― Contesto.

― Señorita, acaba de llegar una señora llamada Rachel, dice que quiere verla.― Dice la secretaria.

Liana voltea sus ojos al escuchar su nombre.

― Estoy ocupada.― Le digo.

― Dice que es urgente.

¡Maldita sea! Que será lo urgente que tiene que decirme.

― Hazla subir.― Cuelgo.

Liana muestra su molestia.

― Me parece el colmo que hasta ahora por fin se haya comunicado.

― Veamos qué tiene que decirme.

― Se hace llamar tu amiga y ni siquiera se tomó la molestia de preocuparse por ti.

― No quiero escenas de celos, Liana.

― No son escenas de celos, simplemente me molesta que te haya lanzado a los brazos de ese idiota dueño de ese bar, por culpa de él y esa, fue que fuiste a parar a un hospital.

Le sonrío.

― ¿Qué es lo chistoso?― Enarca una ceja, frunciendo el ceño.

― Yo a ti te quiero mucho más, y nadie te va a sacar de ese lugar, así que deja de tener celos.

Está a punto de renegar y es interrumpida por el toque de la puerta.

― Mejor me voy.― Dice volteándose y abriendo la puerta.

― Buenos días.― Rachel la saluda, dando un paso hacia adelante.

Liana pasa por su lado, golpeando la puerta fuertemente, ganándose la ignorada del siglo.

― Hola...― Me mira con ojos de borreguito triste.

― Espero que lo que tengas que decir sea rápido, como ves tengo trabajo que hacer.― Le digo ojeando algunos papeles en el escritorio.

― Megan, lo siento. Sé que debí cuidarte esa noche... Estaba mareada y ya me encontraba ebria, todo se me salió de las manos, lo siento...

La miro incrédula. Si Adrien o Liana no hubieran llegado a tiempo, no quiero imaginar lo que me hubiera sucedido. Adrien me contó todo, de cómo me encontró forcejeando con Edward, drogada. Tuve que casi rogarle de rodillas para que no demandara a ese tipo, porque estaba dispuesto a eso, pero yo no quiero escándalos.