CAPÍTULO 24

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"Te quiero a ti"

LIANA

Sentía como mi celular no paraba de vibrar, interrumpiendo mi profundo sueño. Mire el reloj que estaba en la mesita de noche, eran las 1:50am. ¿Quién en su sano juicio llama a esta hora? Con cierta molestia, contesto la llamada sin mirar quién era.

― Diga.― digo tratando de ocultar mi irritación.

― Amigaaaa, vente, que la fiesta esta buenísima .― escucho la voz de Megan gritando al otro lado de la línea, lo que me hace abrir los ojos como platos.

Alejo mi celular del oído para ver que en la pantalla dice "Mi Jefecita Mandona". ¡Por supuesto que no podía creer era ella la que llamaba! Ella es la persona más reservada que conocía.

Era la voz de Megan que gritaba al otro lado de la línea, se escuchaba música a todo volumen alrededor de ella.

― Megan ¿Estas borracha?― hablé en un tono bajo para que nadie más me escuchara.

― ¿Qué cosa ?― exclamó con voz alta y enérgica, como si no escuchara bien lo que digo.

― Dije borracha.― respondí con firmeza.― Dime, ¿Dónde estás?― pregunté con preocupación.

― En un antro, obvio. Hoy me sentí diferente, ¿sabías que terminé con Adrien? Simplemente no quiso arreglar las cosas y se fue a Italia. Al parecer, siempre le valí un comino. Tal vez soy poca cosa para él.― Su voz temblaba mientras hablaba.― quiero que estés aquí conmigo, como la hermana que considero que eres.

Ella siempre se mostraba fuerte en todo momento, como si nada pudiera afectarla. Sin embargo, con esta llamada me confirmaba que no la estaba pasando bien, podía sentir cómo mi corazón se apretaba con cada una de sus palabras.

Me di cuenta de que ella se había enamorado. Su estado de ebriedad era algo nuevo para mí, y me preocupaba que pudiera cometer una locura en ese estado. ¿Qué si hacía algo de lo que se arrepentiría más tarde? ¿Qué si su corazón roto la llevaba a tomar decisiones peligrosas?

― Voy a buscarte, dime exactamente dónde estás.

― En el antro "Night Secret". Hablaré con Rachel para que te permitan entrar. Ya verás que nos divertiremos mucho.

― ¿Estás acom― intenté preguntar, pero me interrumpió y colgó, dejando la palabra "acompañada" en el aire.

Me levanté rápidamente de la cama, me vestí con unos jeans ajustados, tenis blancos, un top blanco y una chaqueta de cuero. Recogí mi cabello en una dona baja, me maquillé rápidamente con corrector, rímel y labial. Saqué unos lentes oscuros y una cartera negra de cuero antes de salir de la habitación.

Con cuidado, levanté a Luna y le dije que iba a buscar a Megan, que estaba en un antro en el centro de la ciudad, y que no volveríamos a casa esa noche. Le expliqué que nos quedaríamos en uno de los departamentos de Megan y que, al día siguiente, cuando preguntaran por nosotras, les dijera que habíamos salido temprano al trabajo.

Tomé las llaves del auto y arranqué. Afortunadamente, el motor no hizo mucho ruido, lo que me permitió salir de la casa sin despertar a los demás. Conduje hasta el antro en el centro de la ciudad


ADRIEN

El sonido persistente de mi celular había estado resonando durante más de una hora, impidiéndome conciliar el sueño. Finalmente, decidí ceder y alcancé mi teléfono en la mesa junto a la cama. Estaba a punto de apagarlo cuando una notificación capturó mi atención. "La empresaria reconocida, Megan Jones, en discoteca en Ciudad de México". Era un video.

Contrato sin amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora