Contrato sin amor

CAPÍTULO 21

Liana⬆️

"Mientras yo esté con vida, él y nadie te va a lastimar"

ADRIEN

La observo alejarse con ese tipo. Pero la forma en que él la llama no me gusta para nada. Liana se posiciona a mi lado.

― Ese hombre es Patrick Jones, su padre. Es un patán, no tienen una buena relación.

― ¿Por qué?― pregunto curioso.

― Ella nunca me ha querido decir, pero él realmente es un verdadero imbécil. La humilla constantemente, pone a todo el mundo por encima de su propia hija. La insulta, le grita.

― ¿Y ella permite que le haga eso?

― No, al contrario. Ella le responde, se defiende y le grita que no es su padre, que no lo quiere como tal.

Veo que discuten.

― ¡Me molesta que me hagas quedar mal frente a todos mis amigos!― el tipo comienza a gritarle. Me tenso, ella me mira y desvía la mirada rápidamente, como si le diera vergüenza.

Avanzo unos pasos más, con ganas de golpearle la cara. Pero Liana me toma del hombro.

― No, esto es entre padre e hija.

El desgraciado no para de gritarle, y eso me molesta aún más. Siento un impulso abrumador de abrazarla y protegerla de cualquier persona que intente hacerle daño. Observo sus movimientos, su cuerpo tembloroso, sus ojos llenos de odio e ira.

Veo que intenta irse, pero él la detiene, agarrando con fuerza su muñeca. Le dice algo y ella se queda en shock. ¿Son lágrimas las que recorren sus mejillas?

Siento la ira nublándome la cabeza.

― ¡Y tú no eres mi padre!― le grita.― ¡Eres un maldito machista y maltratador! Cualquier padre de verdad estaría orgulloso de los logros de sus hijos, y a ti solo te avergüenza que sea yo quien te dé órdenes. ¡Te odio! ¡Te odio por todo lo que me hiciste pasar!

Me acerco.

¡Que se vaya al diablo lo de padre e hija!

La tensión es palpable.

― ¡Te odio porque gracias a ti, odio mi asquerosa infancia llena de sufrimiento! ¡Lárgate! ¡Vete!― solloza.

Es la primera vez que la veo así, y me duele.

― No me iré, trabajo aquí. Y tú no me vas a dar órdenes.

Veo que intenta tocarla de nuevo. Me interpongo y le golpeo la cara, mandándolo al suelo. Me importa un comino que sea su padre; no tiene derecho a levantarle la mano a una mujer, y mucho menos a ella.

― Ni se te ocurra volver a ponerle un dedo encima.― amenazo.

Tiene el labio roto.

― ¿O qué? -habla, limpiándose el labio partido y poniéndose de pie.

― Te juro que si vuelves a tocarla... te mato.― lo señalo. Y no es una mentira.

― ¿Este es otro de tus amantes?― se dirige con furia hacia Megan.

Ella intenta decir algo, pero se desmaya, desplomándose en los brazos de Liana. Me acerco, sujetándola entre mis brazos.

― Hay que llevarla al hospital de inmediato.― dice Liana, siguiéndome.

Camino hacia el auto que había alquilado para llegar hasta aquí. La subo en la parte trasera, con Liana a su lado sosteniendo su rostro e intentando llamarla, pero ella no responde. Arranco el auto y busco en el GPS el hospital más cercano.