CAPÍTULO 17

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"Mi Señor, he sido una chica mala"

MEGAN

― Megan.- entra Liana sin tocar la puerta. Sus palabras irrumpieron en mi concentración, pero no levanté la vista de mi MacBook.― Debes adelantar el viaje a México, las cosas se están complicando.― Extendió el iPad hacia mí para que pudiera ver la pantalla parpadeante.― Revisando el estado financiero de estos últimos 3 meses, da resultado a que está decayendo.

― ¿Cómo es posible? ¿Ya hablaste con el administrador de la hacienda?― Seguí tecleando sin mirarla, tratando de ocultar mi preocupación bajo la frialdad de mis palabras.

― Esto ya no es hablar con el administrador, es que vayas a México a resolver esto tú misma.

― No cambiaré la fecha de vuelo.― Mi voz se mantuvo firme, aunque en el fondo sabía que solo estaba posponiendo lo inevitable. La idea de regresar a México no me emocionaba en absoluto.

En verdad no quiero ir a México aún.

― ¿No lo entiendes? Están desviando los fondos de la empresa. Si la situación sigue así, en menos de 6 meses, la empresa que tanto te costó levantar, se irá a la quiebra.― Insistía.

― Tengo otras empresas más.― Respondí con indiferencia.

― ¡Basta!― Liana tiró el iPad con frustración sobre el escritorio. Me recosté en la silla y la miré. Sus ojos estaban llenos de determinación.― Esa hacienda te la dio Don Rodrigo de regalo cuando te graduaste. Estaba en quiebra, en sí, la empresa estaba en quiebra y tú, con todo el esfuerzo, la levantaste en menos de un año. Gracias a eso, es una de las empresas de exportación más grandes de Latinoamérica. ¿Y la vas a dejar perder así, simplemente porque no te interesa ir a México? ¿Estás loca?

Liana tenía razón.

― ¿La quieres?― Le digo, mirándola con seriedad.

― ¿Qué?― Pregunta confundida, sus ojos se abren un poco más.

― Si te gusta la empresa, puedo hacer un cambio de propietario, te la regalo.

― Ahora sí te volviste loca.― Su tono denotaba enojo mientras agarraba el iPad y se dirigía hacia la salida.

― Espera.― La detengo antes de que se aleje, pero ella me da la espalda.― Sabes que la empresa demanda mucha atención, por eso tiene un administrador, es imposible que se estén desviando los fondos.

― Pues eso está sucediendo, y necesitas de emergencia presentarte en la hacienda.

― Sabes bien que eso quiere decir que tengo que quedarme por más de un mes en México.

― Y, ¿qué? Es por el bienestar de la empresa.― Insiste.

Suspiro profundamente.

― Bien. Cancela los boletos de avión, nos iremos en el jet este fin de semana.

― ¿Nos iremos?― Pregunta, sorprendida.

― Sí, Dulce, Nestor, tú y yo. Necesitaré a mi Chófer.

Una sonrisa asoma en su rostro.

― Voy a conocer México por primera vez. ― Dice emocionada.

Le devuelvo la sonrisa.

― Te daré una semana de vacaciones para que puedas hacer turismo, solo no te vayas a enamorar del primer pelele que se te cruce por el camino.

Se acerca y me abraza por detrás.

― Sabes que eres la mejor jefecita del mundo.

― Claro, ¿Qué jefe le da a su empleada una semana de descanso en un viaje de trabajo?

Contrato sin amorWhere stories live. Discover now