CAPÍTULO 31: DERRUMBAMIENTO

113 20 118
                                    

—¿Qué mierdas crees que haces? —La voz de Namjoon resonó en la sala forense. Rompiendo así el silencio que les envolvía a todos. Se interpuso entre Seojoon y Hoseok. No dejaría que detuvieran a su novio, sabía que era inocente de todo lo que se le quería acusar. Su mente estaba en pleno caos, pero tenía claro que nadie tocaría a su novio.

—Namjoon, hago mi trabajo. Aparta, por favor. —Seojoon intentó apartarle, pero Namjoon no se movió ni un instante.

—No puedes detener a alguien sin una orden judicial, como tu dices hay que cumplir la ley. —Jin intervino, su cerebro había empezado a trabajar después del shock inicial. Y el inspector jefe soltó un suspiro pesado. Había pasado toda la noche dándole vueltas a las pruebas y había tomado una decisión basándose en ellas.

—Aquí traigo la orden judicial, inspector Park detenga al asesino y si no lo puede hacer de forma pacífica puede ejercer la fuerza. —Con la llegada del fiscal la mente de Jin colapsó. Choi Yeonjun le miraba con esa sonrisa de suficiencia que siempre le había caracterizado. Él era el culpable de que Jin estuviese en Daegu, le había encerrado brevemente por estafar millones a la gente, pero era hijo de un político y fiscal. Salir de allí fue fácil para él y Jin recibió un castigo por hacer bien su trabajo.

Jungkook tomó la orden y la revisó, todo estaba en orden. Cerró los puños y miró a Namjoon disculpándose, no podían hacer nada. Hoseok seguía sin procesar todo lo que estaba ocurriendo, se había quedado helado. ¿Asesinato? ¿Incendio? Él tenía miedo del fuego, le causaba pánico ver llamas.

—Me importa una mierda la orden judicial. Usa la fuerza si quieres apartarme y verás qué pasa. No vas a esposar a Hoseok, no vas a detenerle por algo que no ha hecho.

—Es mi deber Kim, así que por favor aparta. —Seojoon volvió a intentar apartar a Namjoon, ver las esposas en sus manos solo enfadó más al chico que terminó por darle un puñetazo al inspector jefe.

Entonces algunos agentes intervinieron conteniendo a Namjoon que estaba dispuesto a mandar al inspector jefe al hospital. Seojoon le observó limpiándose la sangre de la comisura de la boca. Iba a decir algo, pero Jungkook actuó primero.

—Pon las manos en tu espalda Hoseok, no tienes porque decir nada sin un abogado. Sino tienes uno se te asignará uno de oficio y tienes derecho a una llamada. —Se acercó a Hoseok y sacó las esposas. El forense puso sus manos en su espalda y se dejó esposar resignado. Si oponía resistencia sabía que Namjoon enloquecería todavía más.

—¡¿Qué estás haciendo Jeon Jungkook?! ¡Suéltale ahora mismo! —Namjoon estaba en modo destructor. No le importaba quién se pusiera delante, terminaría con ellos. No dejaría que nadie le hiciera daño a Hoseok. Levantó el puño dispuesto a golpear a su amigo, pero la voz del forense lo detuvo.

—Namu, basta. Estaré bien, soy inocente y lo probarás, confío en ti. —Jungkook dejó que Hoseok se acercase a Namjoon. Ambos pegaron sus frentes y Hoseok depositó un tierno beso en los labios de Namjoon. Uno demasiado corto, pero que calmó ligeramente el caos que era en ese momento Namjoon.

—Hoba, te amo. Te sacaré de allí, encontraré al culpable y terminaré con todo esto. —Hoseok solo le dedicó una sonrisa antes de salir por la puerta.

—Sé que lo harás, también te amo Namu. —Todos abandonaron la sala forense y entonces Namjoon sintió el derrumbamiento. De su vida, de su amor, de su trabajo, de su amistad. Todo se había derrumbado en cuestión de segundos y él sabía quién era el culpable.

—Namjoon... —Jungkook intentó acercarse a su amigo, tocó su hombro suavemente y entonces él reaccionó. Namjoon se dio la vuelta y estampó su puño contra la mejilla de Jungkook haciéndole retroceder. Entonces Jin reaccionó, se había quedado paralizado porque su pasado le había golpeado con la visita del fiscal.

The D caseWhere stories live. Discover now